viernes, 5 de abril de 2013

La monarquía en el Sálvame Deluxe

La infanta ha sido imputada. No fue sin tiempo la cosa. Por mucho menos metieron en los juzgados a otras personas, eso sí, de menos alcurnia. Si a al exmujer del exalcalde de Marbella (cuánto “ex”) la liaron por ver a su señor esposo entrar con bolsas de basura llenas de billetes sin extrañarse, lo mismo de debe de pasar a Doña Cristina de Borbón, por muy de Borbón que sea. 

Ahora la cuestión es la siguiente: si hay condena de por medio y declaran culpable a la hija del Rey, ¿se desestabiliza – aún más – a la monarquía? Parece que la respuesta obvia es que sí, sobre todo porque las cosas parecen apuntar a que la Casa Real sabía por dónde iban los tiros y en lugar de cortar de raíz el tema se limitaron a decirle a Urdangarín que “dejara los negocios”. No debería funcionar así el tema, porque para evitar un pequeño problema han creado uno de dimensiones aún por averiguar. 

Si un alcalde roba, nadie cuestiona que el Ayuntamiento ha de continuar con otro alcalde. Si un Presidente hace lo propio, sucede igual. Si la Familia Real no responde la solución no tiene por qué ser, necesariamente, la República, sino quizás la cesión de la corona a alguien que no esté manchado por todos estos temas. ¿El Príncipe de Asturias? Quizás. 

La monarquía no puede ser un capricho pasajero, sino una decisión meditada, ya sea a favor o en contra. Todos esos discursos que hablan del coste económico de la Corona parten de un supuesto absurdo, que es decir que España tendrá Rey o Presidente de la República según nos salga más barata una cosa que la otra. Curiosamente la monarquía es más barata que la república aunque sólo sea por el extraordinario coste que tienen las campañas electorales y la organización de elecciones en sí mismas, así que el argumento, además de hueco, es absurdo incluso en la forma. 

Personalmente he tenido siempre simpatía por la figura de la monarquía pero siempre y cuando ésta responda a su papel, cosa que parece que no está pasando en España. El Rey ha de ser un elemento de estabilidad, de cohesión, que esté por encima del juego político y que agradezca sus muchos privilegios (contra los que no estoy) con una actitud y un respeto que parece que no se está teniendo en este momento. 

Ya no se trata sólo de pegar tiros a elefantes, cosa que no ayuda lo más mínimo a que nos caiga simpático el monarca, sino de que si detecta la más mínima sombra de delito en miembros de la Casa Real no sólo los ataje sino que, de persistir, sea el primero en poner la pertinente denuncia, porque primero va España y la Corona, y luego la familia, por duro que sea. En el cargo le va aceptar esto. 

En Inglaterra la monarquía peligró por los eternos cuernos que llevaba Diana de Gales, que cumplió con su muerte el último requisito necesario para elevarse a los altares del imaginario colectivo y convertirse para siempre en Santa Di. Ni la reina ni nadie de su familia hicieron nada ilegal y aún así se consideró uno de los peores escándalos de su largo, larguísimo reinado. Su “annus horribilis” incluyó la muerte de Diana de Gales, el escándalo de los támpax de Carlos de Inglaterra y el incendio del castillo de Windsor. Ni comisiones, ni contratos, ni enchufes, ni fundaciones, ni sueldos basura… todo transparente como el cristal. Y la monarquía tembló. 

Pero “Spain is different”, aquí somos de blanco o negro. Si se pasaron décadas sin mencionar la posibilidad remota de que los cuernos de doña Sofía superasen con mucho a los de Lady Di, ahora se ha pasado al otro lado y a perro flaco todo son pulgas. 

Pues ni tanto ni tan calvo. Si hay que abrir un debate sobre la Monarquía como forma del Estado, que se abra. Y ya de paso podemos hacer tábula rasa y, como he dicho aquí alguna vez, no sólo modificar la Constitución sino escribir una nueva y revisar unas cuantas cosillas como la organización del Estado, las instituciones, las competencias y todas esas cosas que tantos problemas crean y tan pocos resuelven. 

¿Quieren debatir sobre el modelo de Estado (otra vez)? Pues vale, pero que sea en un foro más serio que el Sálvame Deluxe o La Noria. Si queremos modificar el esquema que sea porque tenemos motivos lógicos para ello, y no abramos este melón porque el Rey tiene una “amiga íntima” (que es como se llama a una presunta querida en la prensa para no meterse en excesivos líos) o porque el yerno metió mano a la caja, o la hija, o incluso el propio Rey si fuera el caso. Eso son personas, situaciones puntuales, no un modelo de Estado. Seamos serios, aunque sea por una vez.

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