martes, 8 de julio de 2025

Nostalgia

A pesar de su constancia, el tiempo es algo totalmente subjetivo en cuanto a su percepción. Recordamos claramente cosas que sucedieron hace décadas pero no algunas del mes pasado, que se nos escapan porque no fueron lo suficientemente importantes como para fijarse en nuestro cerebro.

En julio de 1985 se estrenaba “Regreso al Futuro”, una de las películas que marcó no sólo la carrera de sus protagonistas sino que supuso el nacimiento de un icono de los años 80 que se mantiene fresco a día de hoy. Salvo por su optimista e irreal visión de un año 2015 en que los coches volarían y los monopatines flotarían, se nos presentaban conceptos como las paradojas temporales o las consecuencias de nuestros actos en lo que nos depararía el porvenir.

El paso del tiempo se refleja en cosas como esta: piensen que entre el estreno de esa película y hoy hay más distancia que entre el fin de la II Guerra Mundial y la salida al cine de “Regreso al Futuro”, lo que nos hace sentir verdaderamente mayores a los que recordamos claramente habernos sentado en el Gran Teatro (en paz descanse) a ver a Marty McFly y a Doc Brown rescatando sus vidas futuras.

Piensen que Los Beatles se separaron en 1970, hace 55 años, o que hace 63 años del accidente de coche que hizo que Julio Iglesias abandonase su carrera en el fútbol en el Real Madrid y, tras una recuperación improbable (no contaban con que volviera a caminar), iniciase una de las carreras más productivas de la historia de la música.

Lo que para algunos son recuerdos muy lejanos para otros son añoranzas de juventud que perciben como cercanas, en esos caprichos de la memoria que convierten las modas en ciclos en los que Alaska pasa del olvido (ojo a la hábil utilización de su nombre) a renovar su éxito como símbolo, una vez más, de una generación que ha pasado de la rebeldía a la nostalgia.

Todo esto explica que, siguiendo aquello de que “cualquier tiempo pasado es mejor” nos resistamos a los cambios. El ser humano es feliz en su zona de confort, aunque de vez en cuando tiene arranques que le llevan a hacer modificaciones en su entorno, y quizá por eso en Lugo hay obras que se reciben con poca simpatía. Pero, por otro lado, afirmar que el cambio por el cambio es bueno tampoco es realista.

¿Dónde está el punto de equilibrio? Esa es justamente la cuestión. Peatonalizar es bueno, totalmente de acuerdo, pero a nadie se le pasa por la cabeza renunciar a los coches y llegar al a peatonalización total, por lo que ha de haber un punto medio que sea el objetivo a lograr. ¿Se ha superado ese punto? Es discutible.

Para unos el centro es demasiado peatonal y para otros siguen pasando demasiados coches. Evidentemente las cosas no parece que se hayan hecho de la mejor forma posible y veremos qué resultado da. Ahora, con lo que nos han hecho, toca intentar ser lo más positivos que podamos y buscar soluciones a los muchos problemas creados… y ver qué pasa con los que los han creado.

En cuanto a la nostalgia, no es necesariamente mala, pero marquemos ciertos límites, y para disfrutar de lo que fue sólo nos falta que Mecano se reúna otra vez para dar conciertos.


lunes, 7 de julio de 2025

Las obras sin terminar y ya están pensando en levantar lo hecho

Santo Domingo, epicentro del proyecto "Corazón Verde" (supongo que se refiere a cómo están poniendo a los responsables)

Una vez (casi casi casi) terminadas las obras de Santo Domingo nos encontramos con que se abre un periodo de consultas… para reformar el resultado. Se ve que el artículo del arquitecto Santiago Catalán el pasado 23 de junio en El Progreso surtió efecto y que para la administración no todas las voces críticas son iguales o, si lo son, unas son más iguales que otras…

Desde Lugo Monumental, la asociación que tengo el honor de presidir, pedimos en marzo de 2023 que se paralizasen los proyectos que estaban sobre la mesa para poder debatirlos públicamente con diversos sectores de la ciudadanía. No se nos hizo caso y de aquellos polvos vienen estos lodos.

La ausencia no sólo de un diálogo público, sino incluso de publicidad de los proyectos, que se aprobaron sin ningún tipo de exposición pública ni nada semejante y ni siquiera están colgados en la web municipal, hizo que cuando los pudimos ver ya fuera tarde. Los proyectos ya estaban visados porque lo que se publicó fue la licitación, y porque la ley les obliga, que si no…

Cuando accedimos nos encontramos con un planteamiento chapucero y absurdo, que tuvo que ser modificado en varias ocasiones por la presión popular encabezada por Lugo Monumental, que junto a otros colectivos como ADEGA, el Colegio de Arquitectos y colectivos vecinales hizo una campaña informativa en Santo Domingo que explicaba que un carril destruiría los árboles de esa plaza. A esto se unió una recogida de firmas y se logró modificar el proyecto, pero con un alto coste económico y en tiempo, lo que se podría haber evitado si no hubieran tenido la soberbia de ir en solitario y meternos en ese berenjenal.

Ahora nos encontramos con que, casi finalizada la pesadilla de las obras, las calles que soportaban tráfico seguirán soportando tráfico (el ejemplo más palmario es Teatro) pero sin la tranquilidad y la seguridad que dan unas aceras que marcan claramente el límite para los vehículos. No creo que tarden mucho en balizar los carriles, con lo que el resultado será tener algo prácticamente igual que antes de las obras, pero mucho más caro.

Por si eso fuera poco, en lugares como Plaza del Ferrol hay un lío importante de prioridades, y cuando la gente cruza la Puerta Falsa se encuentra con un carril en que tienen que pararse a que pasen los coches que acceden al aparcamiento, porque no hay paso de peatones y al final el motor manda.

Pero más allá de esas cuestiones, el resumen de la reforma se puede traducir en que es una oportunidad perdida de convertir el centro en una gran zona verde. Se han enlosado grandes superficies que podían haber tenido césped, se han arrancado árboles (algunos para poner otros canijos a unos palmos de los originales) y se han plantado farolas como si no hubiera un mañana, destacando más el bosque de farolas que el vegetal.

Ahora se nos dice que se están planteando cambiar lo que han hecho, incluso antes de inaugurarlo. Cambiar la absurda base del Águila de Santo Domingo (que es un espanto), poner más verde en San Fernando… es decir, una enmienda a la herencia recibida cuando el testador está aún de cuerpo presente.

Como no tenemos en qué gastar el dinero, vamos a levantar lo que se acaba de terminar. Vamos a tirar más millones y todo por no escuchar otras opiniones que la propia.

Sinceramente, en mi opinión no sólo no debería tocarse nada, sino que deberían ponerse placas que digan quienes son los autores de estas obras, para que la gente tenga conciencia de la responsabilidad de cada cual, incluso aunque hayan escapado de Lugo.


viernes, 4 de julio de 2025

El orden lógico a la lucense

Hasta los vehículos de los servicios municipales van por donde no es, dada la confusión reinante

En Lugo el orden lógico de las cosas se invierte con cierta frecuencia. Por ejemplo, se anuncian cosas que después jamás se llegan a hacer como el pabellón de madera que iba a ser el no va más en el “barrio multiecológico”, que se quedó en un único edificio tan inútil como vacío, ya que sólo contiene aire, y que ha costado un dineral público. En el otro extremo, se convoca a gente a reuniones para comentar cosas que “se pretenden hacer” como la surrealista peatonalización del centro, y se produce tal conversación meses después de estar visados los proyectos, con lo que malamente se pueden recoger sugerencias. Estoy de acuerdo en que eso pasa en más sitios, pero tal vez no con tan confusa abundancia.

Estos días vimos otro de estos ejemplos tan peculiares. El miércoles por la tarde se abrió al tráfico el segundo carril de la calle Teatro, en sentido de bajada… pero no se avisó a nadie, por lo que la gente, como es natural, seguía haciendo el recorrido que hasta ese momento era el obligatorio: Santo Domingo, Quiroga Ballesteros, San Froilán y San Fernando, creando largas colas de coches en la “peatonalizada” zona centro.

La única señal que advertía del cambio está a la salida del aparcamiento Ánxel Fole, y era sistemáticamente ignorada por la mayoría de los vehículos, ya que los usuarios se han acostumbrado a que las señales en estas obras sean puramente decorativas, y te puedes encontrar coches por cualquier sitio y en cualquier dirección lo que, unido a la silenciosa presencia de los eléctricos, es el caldo de cultivo de una desgracia.

Hoy se nos dice que no, que Quiroga Ballesteros vuelve a ser peatonal… así que supongo que habrán cambiado las señales que ayer decían a los conductores del aparcamiento municipal de Santo Domingo que pasen entre la Plaza y el Mercado, aunque vayan ustedes a saber.

Esa forma de hacer las cosas, cambiado el tráfico primero y señalizando después, no es precisamente la más razonable del universo. Llámenme loco, pero en mi modesta opinión lo suyo sería anunciar los cambios, señalizarlos e, incluso, tener agentes de la policía local explicando a la gente por dónde ir, ya que los últimos modelos de turismos no incluyen una bola de cristal como equipamiento de serie.

Por cierto, ahora que viene el verano y habrá más turismo, tal vez no sería mala idea trasladar a Google los cambios en la zona, por aquello de que los GPS de los móviles no lleven a la gente a una zona donde les puedan multar. Ahí queda la sugerencia.


jueves, 3 de julio de 2025

Inconcebible: quien se aleja es la víctima

Fotograma del detenido (ahora libre como el viento) con un cuchillo en la mano.
Imagen de El Progreso

Hay cosas que resultan incomprensibles pero que explican que Europa se esté echando en manos de la ultraderecha buscando un “orden” que, históricamente, se les ha ido de las manos y ha acabado mal. Confundir democracia con “manga ancha” es un error muy común, con ese buenismo que da el estado de bienestar y la relajación de las normas.

El problema es que quienes se aprovechan de esas cosas no son las buenas personas, sino las otras. Los chorizos, agresores, chulos, vándalos y demás patulea que habita con la gente normal, es la que usa las normas en su favor y busca la compasión como truco para seguir haciendo lo que les venga en gana.

El otro día les contaba el caso de una chica “vulnerable” que anda robando por las tiendas del centro con el escudo que le brinda ser mujer, de una etnia racial concreta, tener un hijo pequeño y estar embarazada de otro. Su “vulnerabilidad” le ayuda a conseguir ayudas públicas y a evitar que sea detenida por la comisión de flagrantes delitos de los que hay vídeos y fotos en que se le ve perfectamente robando. Y no pasa nada.

En la misma línea nos encontramos a una familia del Sagrado Corazón que, habiendo sido agredida por sus vecinos, se encuentra con que el agresor ha salido a la calle de un día para otro y sin orden de alejamiento, con lo que imaginen el papelón. De hecho han enviado a una chica de 11 años a casa de unos familiares porque tienen miedo de lo que pueda pasar, y con razón.

Tras vaciar un saco de escayola en la puerta de su casa (lo que fue grabado por las víctimas a través de la mirilla), lo siguiente fue amenazar con un cuchillo, con el que el vecino llegó a producir cortes a una de las personas de esta familia.

Crear un ambiente de terror sólo tiene una definición: terrorismo. Esta gente no puede dormir tranquila en su propia casa por si a los vecinos les da por tirar la puerta y acuchillarlos a todos, algo que no es descartable visto lo visto, y no sé qué clase de justicia tenemos si se ven obligados a mandar a su hija al exilio en lugar de obligar a marcharse al agresor.

Así está el país. He leído gente que decía que los vecinos de abajo se cansaron de las obras en el piso de los agredidos. Suena a la excusa de “es que iba provocando con su minifalda”, intolerable. ¿Acaso porque tus vecinos te molesten puedes pasarlos a cuchillo? Estamos bien…

No creer en la justicia es el primer paso para acabar con el Estado de Derecho. Es poner las bases para que la gente, en lugar de llamar a la policía y dirimir sus diferencias en un tribunal, se líen a hostias o a tiros y acaben en el hospital o en el cementerio. Es el triunfo de la selva sobre la civilización.

Y vamos de cabeza hacia ahí, lo que los salvapatrias fascistas aprovecharán para captar votos de los incautos que crean que van a arreglar el tema.

miércoles, 2 de julio de 2025

NO-LU (Noticiario Lucense) - Capítulo II - El encuentro

Felicidad y sonrisas a raudales en la reunión mantenida ayer. Foto: La Voz de Galicia

En el día de ayer, el alcaldísimo del Ayuntamiento de Lugo, su excelencia don Miguel Fernández, se reunió con el caudillo de la Xunta de Galicia, el presidentísimo Alfonso Rueda, y estrecharon los eternos lazos de amistad que unen ambas potencias, dando vía libre a proyectos novedosos para la ciudad como la reforma de la Protectora de Animales o la creación de una playa fluvial en el área de Los Robles.

Ambas cuestiones, que jamás de los jamases se habían mencionado nunca en ningún sitio ni llenaron páginas y más páginas de los diarios de ámbito local, se presentaron como resultado de una fructífera reunión en que se trataron otros asuntos tan innovadores como la creación de un Museo de la Romanización, la recuperación del pabellón de la Organización Juvenil Española (OJE), el centro de salud para el Sagrado Corazón, la vivienda pública en la Tinería o la finalización del Plan Paradai, asuntos de reciente aparición en la escena pública que tan sólo llevan unos 30 años dando vueltas.

El encuentro, celebrado en la sede de la Xunta de Galicia de la ciudad del Apóstol Santiago, patrón de las Españas, fue inmortalizado por los reporteros gráficos que, a la sazón, recogieron la satisfacción de ambos líderes por haber descubierto la pólvora y hablado de temas recurrentes, muchos de los cuales sus antecesores ya habían atado y bien atado, aunque se ve que no con la firmeza esperada.

Esta cordialidad contrastó con el habitual contenido de las declaraciones del dignatario lucense (la Xunta es mala, la Xunta es satanás, la Xunta tiene la culpa de todos los males de Lugo…), que sigue la estela marcada por sus antecesoras en el cargo en cuanto a línea argumental.

La confabulación judeomasónica encabezada por la malvada Elena Candia, quien deseaba en secreto el fracaso de la cumbre a pesar de que es ella quien ya había atado la cooperación autonómica en el tema de la Protectora o de la Playa Fluvial entre otros muchos temas, no logró empañar el éxito de una reunión que volvió sobre temas que son tan tradicionales y propios de nuestra ciudad como la seguridad en la cutrez de los conciertos de las fiestas patronales.

Se abre una nueva etapa de brillantez en la gestión local, como todas las demás veces en que los mismos temas ya fueron desatascados en Lugo.


martes, 1 de julio de 2025

Pronto se inaugura la fantástica e incomparable playa fluvial de Lugo (o algo así)

La rampa de 2024, instalada tras 14 años de tramitación para acceder al río los habitantes de una ciudad de 100.000 personas...

Vamos a ser positivos, venga. Hoy vamos a hacer de NO-DO en Lugo.

En breves fechas la ciudad amurallada vivirá un hito histórico: la inauguración (otra vez) de una lujosa y exuberante rampa para bajar al río Miño. La estructura, compuesta de unos portentosos tablones y completada por una fastuosa alfombra de césped artificial que se estima que incluso puede llegar a alcanzar un metro cuadrado completo, dará acceso público al río a los 100.000 lucenses que, con esta dotación, romperán por fin con el aislamiento de nuestra principal fuente de esparcimiento veraniego.

A la inauguración se presume que acudirán, como el pasado año, algunos concejales del gobierno (los de la sección socialista, aunque no todos) y probablemente habrá una simpática recreación, a la lucense, del baño de Palomares de don Manuel Fraga Iribarne.

La extraordinaria diligencia municipal en la tramitación de asuntos que atañen al bienestar de los lucenses ha permitido que, tan sólo unas semanas después de comenzar a hacer calor en Lugo, los vecinos puedan, en próximas fechas, aliviarse de las altas temperaturas en un refrescante baño que, mejorando la experiencia del año anterior, durará más de los 13 días que estuvo instalada en 2024. ¡Prodigioso logro de nuestros gobernantes!

La conspiración xuntero-fachosa, que se alió en su momento con los mejillones de río para evitar esta incomparable dotación para la ciudad, está retrasando su apertura con argumentos tan absurdos como la ecología, el bienestar de una zona reconocida como Reserva de la Biosfera, o la tardía tramitación del expediente por parte del Ayuntamiento. ¡Fango!

A pesar de todo esto, pronto Lugo podrá accede al Miño en riguroso orden de llegada y los miles de lucenses que quieran acceder al río podrán hacerlo a través de esta estructura, envidia de ayuntamientos limítrofes que han caído en la tonta tendencia de hacer playas fluviales con amplios accesos al río, perdiendo toda exclusividad.

Fin del NO-DO de hoy.

Nota: creo que volveré a mi estilo habitual. Esto no acaba de convencerme.

viernes, 27 de junio de 2025

Cortes de tráfico excesivos y una prórroga (posiblemente) ilegal

Infografía del corte de un carril para almacenar trastos.
Imagen de la web de la Cadena Cope de Lugo.

Se supone que cortar calles o reducir su uso es una medida extraordinaria y excepcional que se ha de tomar única y exclusivamente cuando no hay más remedio y por el tiempo mínimo indispensable. La fluidez en la circulación y el tráfico de personas y vehículos es la prioridad en cualquier planificación viaria que se precie, y si hablamos del mayor distribuidor de tráfico de la ciudad, que es la Ronda de la Muralla, ya ni les cuento.

Sin embargo, como es habitual, Lugo es un caso diferente al del mundo conocido. Se ve que es normal tener cerrada una calle durante 25 años (la “Rúa do Moucho”, que es la que va de la Catedral a la Puerta del Carmen pegada a la Muralla) sin que pase nada, o que, hablando de la Ronda, es totalmente aceptable cortar un carril para usarlo de almacén de trastos para las obras.

Sí, es lógico que las obras afecten al tráfico, eso no lo discute nadie con medio dedo de frente, pero la duda es si es lógico hacerlo cuando no hablamos de que se vaya a actuar en ese carril, sino que se usa únicamente para “acopio de materiales”, es decir, para tener allí las piedras que van a poner en amplias, demasiado amplias, zonas del casco histórico.

¿No hay otro lugar donde ponerlas? Y en caso de que no lo haya, ¿no sería normal que se liberase en el menor plazo posible? Están terminando (por fin) en Teatro pero el carril sigue cortado. ¿De verdad necesitan todo ese espacio y cortar ese trozo para tener allí el material? Me cuesta creerlo.

Ahora que las obras improrrogables se han prorrogado hasta el día 31 de julio, queda saber si les dejarán alterar el tráfico de la ciudad con esa irregularidad hasta esa fecha o tendrán a bien poner a disposición de los lucenses un tramo que se ha usado de una forma tan poco adecuada.

Por cierto, ya que hablamos de la prórroga, me da la impresión de que se ha cometido una ilegalidad. No me atrevo a afirmarlo con la contundencia que es habitual en mí, porque no estoy seguro al 100%, pero hasta donde yo entiendo no se puede prorrogar una obra cuando ya ha vencido el plazo.

El decreto del Alcalde, en que impone penalidades a la contratista y prorroga el plazo se acoge a lo dispuesto en el artículo 99 del Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento general de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Pero el que habla sobre las prórrogas es el siguiente, el 100, que dice literalmente lo siguiente:

La petición de prórroga por parte del contratista deberá tener lugar en un plazo máximo de quince días desde aquél en que se produzca la causa originaria del retraso, alegando las razones por las que estime no le es imputable y señalando el tiempo probable de su duración, a los efectos de que la Administración pueda oportunamente, y siempre antes de la terminación del plazo de ejecución del contrato, resolver sobre la prórroga del mismo, sin perjuicio de que una vez desaparecida la causa se reajuste el plazo prorrogado a…

En el caso de que el contratista no solicitase prórroga en el plazo anteriormente señalado, se entenderá que renuncia a su derecho, quedando facultada la Administración para conceder, dentro del mes último del plazo de ejecución, la prórroga que juzgue conveniente, con imposición, si procede, de las penalidades que establece el artículo 95.3 de la Ley o, en su caso, las que se señalen en el pliego de cláusulas administrativas particulares, salvo que considere más aconsejable esperar a la terminación del plazo para proceder a la resolución del contrato.

NOTA: Los resaltados en negrita son cosa mía, claro. 

Es decir, que aunque no se solicite la prórroga sólo se puede conceder dentro del último mes del contrato, pero jamás una vez vencido éste porque se entiende ya no está vigente.

Puede ser un matiz, no les digo que no, pero la administración nos exige a todos ser extremadamente cuidadosos con plazos y demás, amenazándonos con sanciones y multas si no lo hacemos, y es curioso que quien pide eso a los demás no lo aplique a sí mismos.

¿Qué consecuencias puede tener eso? Quizá ninguna, que aquí ya sabemos que nunca pasa nada, pero… es ilegal.