viernes, 31 de enero de 2020

El ridículo cambio de nombre del embarcadero de Doade

El embarcadero de la discordia. Antes de Doade, ahora "Ponte do Sil".
Foto: El Progreso
El embarcadero de Doade ya no es el embarcadero de Doade sino el de Ponte do Sil, lo que hace que pase de tener un nombre único y que ya tenía bastante fama (porque se llevaba muchos años gastando dinero en su promoción) a otro que, sorprendentemente, se repite. Por de pronto hay un embarcadero llamado así en A Teixeira (en Orense) y un lugar en Chantada con el mismo nombre, lo que invita a una ceremonia de la confusión difícil de entender.

¿Por qué se ha hecho este cambio? ¿Qué motivos se pueden alegar para que líen una cosa que estaba más que clara? Pues francamente ninguno razonable, así que tendremos que buscar los irracionales.

El presidente de la Diputación es también alcalde de Monforte de Lemos, donde se ubica el embarcadero, y eso nos da la primera clave. Ver el mapa que divide los ayuntamientos de Monforte y de Sober nos da otra, y saber que quien gobierna en el organismo provincial es de un partido diferente al de quien lo hace en Sober es la tercera y definitiva pista.

Las fronteras entre ambos municipios parecen trazadas por un borracho en un día de fiesta. Cuando lo lógico es que los accidentes geográficos (ríos, montes y demás) marquen una línea más o menos clara, o que incluso construcciones humanas como caminos y carreteras hagan esa función, en este caso la línea traza ángulos caprichosos que producen límites poco razonables. Eso hace que el embarcadero en cuestión, aunque está entre dos pedazos de terreno de Sober, pertenezca al Ayuntamiento de Monforte.

Las absurdas fronteras entre ambos municipios, origen del problema. Imagen de La Voz de Galicia

¿Y eso qué tiene que ver?, se preguntarán ustedes, con toda la razón. Pues muy sencillo: Doade es el nombre de una parroquia de Sober, y se ve que al señor Alcalde de Monforte y Presidente de la Diputación le ha herido el orgullo patrio hacer publicidad del municipio vecino y ha preferido que “su” embarcadero tenga un nombre que, a pesar de estar repetido como decíamos al comienzo y crear confusión, no ayude a la promoción de una parte de Sober, no sea que nos salgan sarpullidos.

Les diré que me parece bastante triste. Si el tema fuera municipal y se hubiera cambiado el nombre por “embarcadero de Lemos” o algo así lo vería aceptable, porque sí comprendo que no apetece usar recursos de un ayuntamiento para promocionar el de al lado (aunque tampoco sea un tema tan dramático) pero no es el caso. Es de la Diputación, que se supone que ha de velar por los intereses de la provincia y no por los de un municipio concreto, y el nombre que se ha puesto no hace referencia a Monforte, sino que se le ha asignado uno tan neutro y tan repetido que lo único que hace es liar las cosas.

El núcleo principal de Doade está a un tiro de piedra del embarcadero, y la gran ventaja del nombre era que quien se perdiera y no lo encontrase podría acudir al pueblo a preguntar. Por mucho que desconozca la zona, cualquiera es capaz de buscar eso en un mapa, hasta en uno de papel. Pero ahora si pones “embarcadero ponte do Sil” hasta Google se confunde y te manda a otro sitio, a Quiroga, situado a minutuos de coche por el mejor trayecto. Bueno, no es que se confunda, es que hay otro embarcadero con ese nombre.

Esto hace que se genere un problema. Si yo no conozco la zona y tengo un billete para coger un barco en el embarcadero "Ponte do Sil", no tengo por qué saber que hay varios (entre otras cosas porque es ridículo repetir el nombre) así que pongo en Google ese nombre... y me voy a 40 kilómetros de donde tengo que ir. Es generar un problema a lo tonto, sin más objeto que el de una maldad política y un trauma territorial difícil de asumir.

Eso sí, luego decimos que hay que ir “de la mano” y buscar “sinergias”. Todo muy bonito, pero falso.

Distancia entre el embarcadero de Doade (ahora Ponte do Sil)
y el embarcadero de Ponte do Sil al que te manda Google.

jueves, 30 de enero de 2020

Se acercan las elecciones... y yo creo que antes de lo previsto

El mensaje simplista de esta campaña será este: la tranquilidad en Galicia frente al conflicto en Cataluña
Soplan vientos electorales una vez más, y posiblemente estemos más cerca de acudir a las urnas de lo que nos apetecería.

En Galicia teóricamente hasta después del verano no nos toca elegir gobierno pero el adelanto más que probable que el inhabilitado presidente catalán va a llevar a cabo en estos días seguramente precipite los acontecimientos. Lo de Torra se veía venir. Tener una ideología radical no es incompatible con ser listo y en su caso es evidente que se dan ambas circunstancias. Su inhabilitación se la ha buscado a pulso con una maniobra de lo más acertada desde su punto de vista. Viendo los antecedentes de sus compañeros encarcelados y del arruinado Artur Mas, ha provocado su propia retirada con la tontería de los lazos en los balcones porque sabe que eso jamás conllevaría pena de cárcel y ni siquiera una multa significativa, pero le permite escurrir el bulto de tomar decisiones que si supondrían problemas legales más serios. Y lo logra además pudiendo mantenerse en el papel de víctima qué tan rentable es entre el público. Torra seguirá en la calle cobrando del erario público unas jugosas rentas, y se dedicará escribir un libro y dar conferencias contra el malvado Estado opresor al que en el fondo tan agradecido está.

Pero a lo que íbamos, el presidente de la Xunta de Galicia, que tampoco es tonto, sabe perfectamente que le conviene muchísimo más que el debate se centre en cuestiones nacionales como pueden ser el problema catalán o la más que segura aparición de candidaturas polémicas en el País Vasco, y aparecer así como el "gobierno tranquilo", consciente de que la sociedad gallega tiende a la moderación.

No creo que Feijoo sea un mal presidente, a pesar de que no estoy de acuerdo con él en unas cuantas cosas como son los temas de la Intermodal o del Museo de la Romanización, asuntos mucho más complejos que la simpleza que se nos pretende vender. Pero ya sabemos cuál es la alternativa y precisamente ese es el debate que le interesa.

Los nacionalistas gallegos, animados por los resultados en alguna ciudad y por su diputado en el Congreso probablemente se vendrán arriba y puestos en la tesitura de un debate sobre la independencia van a meter la pata y van a apostar por la impopular idea de esa "Galiza ceibe" que les genera adeptos pero no votos, o al menos no los suficientes.

Por su parte los socialistas, que también viven un momento dulce, es posible que se dejen llevar por ese espejismo y busquen un fenómeno de traslación electoral, algo que históricamente se ha demostrado que no sucede. Nos van a vender la idea de una Galicia apocalíptica en que los niños viven de lo que encuentran en los contenedores y los mayores son abandonados a su suerte. Esas cosas ya saben. Tendrán mucho más difícil explicar a los gallegos por qué defienden que nos birlen 200 millones de euros, que podrían paliar parcialmente esa supuestamente terrorífica situación.

En cuanto a los demás partidos la descomposición de las Mareas y la difícil entrada agrupaciones como Podemos para reemplazar a ese destino electoral no se lo pone fácil a sus votantes. Es posible que sí, que de esta logren por fin algún diputado, pero todo va a depender de cómo se gestionan los tiempos y los mensajes.

Ciudadanos por su parte está en KO técnico y centrará sus esfuerzos en la Cataluña que le vio nacer y donde probablemente pasarán de ser la fuerza más votada a un partido residual. La política es así y quién tuvo sus manos serlo todo se está convirtiendo en la nada.

Nos queda el caso de Vox, que enarbola la bandera de un nacionalismo español que se aleja de ese regionalismo amable que le dio tantísimas victorias al PP en Galicia. Vox se piensa que esto es la Reconquista y que tienen que salvar a Galicia de un gobierno de traidores y radicales... un discurso que al que más beneficia es, paradójicamente, a Feijoo porque centra su mensaje y logra que aparezca como la opción moderada, algo que en Galicia siempre es recomendable. 

Verán que todo esto reduce la campaña a una cuestión de grandes ideologías, de temas identitarios en los que Feijoo tiene mucho que ganar y poco que perder, ya que ha mantenido un perfil moderado y sigue manteniendo un halo de buen gestor en una situación económicamente difícil.

Así que preparense que vienen curvas y como muy tarde en mayo o junio nos tocará votar.

miércoles, 29 de enero de 2020

El momento es ahora


El momento es ahora, después será tarde. Demasiado tarde. Al tiempo que se publica el estudio de Lugo Monumental que denuncia que se va a alejar una estación de autobuses ubicada en un sitio tan cómodo que la mayoría de sus 500.000 usuarios anuales van a ella andando, la Xunta adjudica el proyecto básico para edificar su sustituta. El disparate está servido y se dan pasos para cometer un grave error que las demás ciudades intentan solventar volviendo a traer sus estaciones al centro.

Si les digo la verdad cada vez estoy más convencido de que no nos harán caso y seguirán adelante con el traslado de nuestra magníficamente ubicada estación de autobuses… y que ahí se quedará la cosa. No habrá mejora de la de tren más allá de una manita de pintura y cuatro carteles resultones para que luzca, y desde luego no habrá avance de la red ferroviaria porque, por mucho que nos cuenten milongas, las frecuencias de trenes y la calidad de los mismos no guarda la menor relación con la construcción de una estación. Por mucho que uno mejore el garaje su viejo coche no va a andar más rápido.

Seguiremos teniendo los mismos trenes antediluvianos que ahora, con el silencio cómplice de quienes solo salen a manifestarse cuando no gobiernan los que les extienden los cheques. Seguiremos sufriendo las terribles conexiones de cercanías, convertidas en lejanías por la escasez de frecuencias y los horarios incompatibles con cualquier actividad razonable. Seguiremos, en definitiva, igual pero peor, porque los muchos viajeros de autobús tendrán que trepar hasta la ciudad desde un sitio incómodo ya que a nuestras autoridades se les ha metido entre ceja y ceja una idea que refleja las ansias inmobiliarias faraónicas de una época que todo el mundo denuncia… menos cuando se está a tiempo de detenerlas.

No es tirar la toalla ni mucho menos, seguiremos luchando pero, si perdemos, todos lloraremos por la comodísima estación de autobuses de Lugo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 29 de Enero de 2020

martes, 28 de enero de 2020

La Intermodal de Lugo, la única de Galicia que alejará a los viajeros

La comparativa es demoledora. 500.000 viajeros en autobús frente a 67.000 en tren. Se va a perjudicar a la inmensa mayoría para no beneficiar a nadie, porque la intermodal no mejora el ferrocarril por mucho que nos intenten vender la moto.
Las decisiones globales son peligrosas, porque en unos lugares tendrán sentido y en otros no. Eso es exactamente el problema con la destrucción de la estación de autobuses de Lugo y la edificación de otra nueva junto a la de tren: que es parte de un plan autonómico que equipara situaciones diferentes, lo que es un obvio error.

Verán, en todas las ciudades de Galicia se contruyeron estaciones de autobuses lejos del centro. En algún caso, como Pontevedra o Coruña, ya se hicieron cerca de las de tren, lo que hace que ahora no se toquen, pero en Vigo, Ourense o Santiago se construyeron a cierta distancia del ferrocarril… y del centro de las ciudades. Se hizo con toda la buena intención, para “quitar tráfico” de la ciudad… y ahora se deshace el camino. Las estaciones de esas tres ciudades, es decir, las de Santiago (1971), Vigo (1988) y Ourense (1990) serán demolidas para acercarlas a los centros de las ciudades, desandando lo andado por una errónea concepción que obliga a tirar inmuebles que tienen tres o cuatro décadas, lo que es un ejemplo del despilfarro continuo que protagonizan nuestras administraciones.

El caso de Lugo es diferente a los demás porque nuestra estación, construida en 1965, ya está céntrica así que lo que se hará ahora es alejarla del centro. Es la única que cometerá ese error, que nos dicen que se subsanará con un “intercambiador” o un bus urbano circular.

A ver si lo he entendido bien. ¿Tienes la estación en un sitio magnífico y la derribas para moverla a uno más incómodo y luego compensas ese alejamiento poniendo donde estaba la vieja un apeadero y un bus circular? ¿Really George? ¿Y si dejamos las cosas como están y ponemos ese bus circular para solventar la supuesta “intermodalidad”?

El absurdo está servido. Los defensores de la Intermodal apelan a una supuesta “modernidad” que, como concepto, sirvió para derribar todas las murallas romanas del mundo excepto la nuestra, que es un estorbo urbanísticamente hablando pero que, por fortuna, no se pudo tirar por falta de dinero y hoy es intocable.

Lugo quiere vivir del turismo pero alejamos la estación que mueve más gente (500.000 pasajeros al año frente a los 67.000 del tren) de la zona turística por motivos que se me escapan. Quieren llevar los autobuses a un sitio que no es lejano pero sí complejo porque supone subir una gran cuesta y no podemos olvidar que sus mayores grupos de usuarios son estudiantes y jubilados, por lo que a este segundo colectivo le hacen la puñeta.

Lugo será la única ciudad que aleje los transportes de su centro. Se ha anunciado la edificación de unas torres de viviendas justo al lado del solar que quedará libre… No sé por qué motivo se me venido a la cabeza la relación de ideas… Y la gente aplaude incomprensiblemente.

Cometimos ese error con el MIHL, una instalación en el quinto pino a la que no va nadie, y ahora vamos a seguir la misma pauta, la contraria a todos los demás, por razones ridículas como esa “modernidad”, así en genérico.

Luego nos quejaremos.

lunes, 27 de enero de 2020

La adjudicación de puestos de la Plaza y el Mercado: muchas preguntas y pocas respuestas


La Plaza de Abastos y el Mercado de Quiroga Ballesteros, los mayores puntos de venta de productos frescos de la provincia

Llevamos muchos años esperando por la licitación de los puestos vacíos de la plaza de abastos y el mercado de Quiroga Ballesteros. Es, precisamente, uno de los problemas más graves que tienen esos dos espacios ya que los huecos quedan fatal, y la jubilación o el traslado de locales que había en ambos edificios no se fue cubriendo porque el Ayuntamiento (por razones que se me escapan) decidió dejarlos ahí, muertos del asco durante muchísimo tiempo.

Por fin, el 29 de noviembre de 2019 se publicó en el BOP la licitación para que todos los interesados pudieran presentar sus ofertas para montar negocios en esos magníficos lugares, y se recogía que el plazo para depositar la documentación terminaba el pasado día 20 de enero.

Aquí se anunciaba la apertura del plazo de solicitudes. Buena cosa.

Hasta aquí todo correcto, y una buena labor para solventar un problema que llevaba años enquistado. De hecho el propio PSOE presentó una iniciativa a Pleno en 2015 (unos días antes de las Municipales de ese año) conminando al Gobierno (es decir, a ellos mismos) a sacar la licitación. Tardaron casi cinco años, pero bueno, lo dicho, el camino era el razonable aunque la diligencia no fuera la apropiada.

El día 19 de diciembre, es decir, al poco tiempo de publicarse las bases, nos encontramos con una noticia esperanzadora: que ya había 50 solicitudes para los 26 puestos libres y que de hecho iban a ampliar el plazo de presentación de instancias. Sorprendentemente se anunciaba en esa misma noticia que terminaría el día 20, el mismo que venía en la convocatoria. Me sonó raro. Si hay muchas solicitudes no amplías el plazo, no tiene sentido. Es justo al revés, solo se dan más días si hay poco éxito en la convocatoria, porque ¿para qué ofrecer más días si ya te llegan los postores? Ya tienes 50 para 26 puestos… ¿por qué necesitas más?

Esta noticia recoge que había 50 solicitudes a mediados de diciembre...

¡Anda qué cosas! Este sábado leemos que hay 16 solicitudes para los 27 locales. ¿Ustedes lo entienden? Yo tampoco. ¿Cómo puede ser que si había 26 locales ahora haya 27 disponibles? Vamos a suponer que es una errata de la noticia y que son solo 26… ¿hay otra errata en el número de solicitudes? Si en diciembre la concejala anunciaba toda orgullosa que había 50, ¿dónde están las 34 que faltan?

Podríamos pensar que se hizo un filtrado y que se eliminaron las que incumplían las bases, pero según la noticia todavía no se ha revisado la documentación. Además, en todo caso, lo lógico sería que mencionasen ese punto, algo como “solo 16 de las 50 solicitudes recibidas cumplen las bases”, pero no se dice nada.

¿Y qué más da si han exagerado?”, podrá decir alguien. Pues da mucho, porque verán, si una persona no tenía muy claro si presentar o no candidatura, probablemente la noticia de diciembre la desanimaría. Si crees que hay 50 solitudes para 26 puestos y no tienes mucha fe en tu proyecto a lo mejor ni te molestas en preparar la documentación y no la metes por registro, pero… ¿y si sabes que solo hay 16 solicitudes y que quedarán 10 puestos vacantes? ¿No te animaría eso a presentarte?

Hoy no tengo respuestas, solo preguntas, muchas, y, si les digo la verdad, incluso cierta desconfianza porque no me encaja nada en esta historia. Habrá que seguir investigando porque algo huele raro.

Confío en que al menos el procedimiento quede permanentemente abierto para adjudicar con más diligencia los puestos que queden libres, porque si les digo la verdad no tiene sentido ninguno que la plaza de abastos y el mercado de Quiroga Ballesteros estén medio vacíos cuando hay gente interesada en montar allí un negocio.

viernes, 24 de enero de 2020

El caro juego de las sillas de FITUR y más

Presentación en FITUR. Parece que hay algo de gente, ¿a que sí? Pero hasta de espaldas les digo el nombre de casi todos.
Como era previsible FITUR ha sido lo que ha sido siempre: una presentación entre amigos, y eso no es un piropo. La amistad es una gran cosa, pero cuando se confunde con la profesionalidad es que algo se está haciendo mal.

En las fotografías en que se ve al público se aprecia bastante más gente de la acostumbrada lo que inicialmente me sorprendió, pero la explicación se presenta sola cuando ves que al cambiar el “turno” la mayoría del público se pasa a la palestra y viceversa, ya que el desembarco de alcaldes y su personal adjunto ha sido mayor que en otras ocasiones, lo que puede dar una falsa sensación de que “había gente” en las presentaciones. Haber había, pero era gente de Lugo, jugando un peculiar (y carísimo) juego de las sillas, y encima sin música.

Se presentaron las iniciativas del Ayuntamiento de Lugo a los colegas de la provincia de Lugo desplazados a FITUR, y las de la Diputación de Lugo a los colegas de la ciudad de Lugo desplazados a FITUR. Para eso no hacía falta irse a Madrid. Habría sido más razonable, más rentable y mucho más ecológico ahorrarse todos esos viajes y quedar en el Círculo de las Artes, que es mucho más bonito que IFEMA y nos queda más a mano a todos. Hasta habrían tenido más público, estoy seguro.

Para mayor fantasía, en la orgía de gastos “de representación” que incluyen viajes, dietas y demás (alguien debería aclarar cuánto cuestan estas cosas) no se ha tenido la decencia de tener una previsión para agasajar decentemente a los seis lucenses que acudieron a colaborar desinteresadamente. Seis personas de tres asociaciones del Arde Lucus. Recordarán que les había dicho hace dos días que limitaron la asistencia a una persona de cada entidad, pero finalmente sí, les dejaron ir dos por asociación, no tengo claro si por un improbable arranque de generosidad, o, como supongo, ante el panorama de que no iba a apuntarse ni el gato.

Pero a lo que íbamos. Estas seis personas, generosas con su tiempo (lo único que no se puede comprar), se levantaron de la cama a las dos de la mañana para coger una furgoneta camino a IFEMA (supongo que los representantes públicos durmieron cómodamente en hoteles de la capital, pero esto es una sospecha, no un hecho) y tras la paliza llegaron, se cambiaron de ropa, posaron como maniquíes en las presentaciones de Lugo, se les ofreció un vino y cuatro pinchos… y hala, a casita. A las cinco de la tarde se les metió de nuevo en la furgoneta para regresar.

Observen los horarios. Salieron a las tres de la mañana y regresaron más o menos a las diez de la noche, y no hubo la previsión de invitarlos a comer. A seis personas, oigan, que no hablamos precisamente de que haga falta el milagro de los panes y los peces.

Aunque con los que hablé no oyeron tal cosa, desde el Ayuntamiento se asegura que se les dijo que pasaran los tickets si comían por ahí. Curiosamente el miércoles por la tarde en el servicio de Juventud se dijo lo contrario a varias asociaciones (“ah, no, la comida es por vuestra cuenta”) y alguna no acudió al ver el panorama, pero ni siquiera se trata de abonar los gastos. Se trata de tener una previsión, de tenerlos en cuenta, de que se sientan bienvenidos, de portarse, en definitiva, como se debe con quien ha hecho un esfuerzo considerable por ayudar sin pedir nada a cambio. Que les cueste dinero es el colmo, porque además IFEMA no se caracteriza por tener buenos precios en las comidas (y ya puestos ni siquiera por comer bien).

Esta gente es mucho más generosa que sus anfitriones y estoy seguro de que ninguno será tan cutre como para pasar los importes de las comidas. Me imagino que los demás asistentes, todos esos cargos y sus acompañantes, sí habrán comido a cuenta del erario público sin que se les pasara por la cabeza decirles a los seis vecinos “oye, veniros a comer con nosotros”. Ni siquiera los incluyeron en la foto "de familia", porque los consideran comparsas, adornos, como una mesa o una proyección.

Así es difícil crear un espíritu de colaboración, la verdad. Te quitan las ganas.

Foto de familia publicada en la prensa. ¿No les falta gente?
Foto: La Voz de Galicia

jueves, 23 de enero de 2020

El cambio climático ya está aquí

Inundaciones de París de 1910 - Inundaciones de Girona de 2020
Me encantan las efemérides. Sé que es una chorrada, porque los calendarios no dejan de ser una construcción humana y, como tal, completamente arbitraria, ya que se divide el año en 12 meses como se podía dividir en 10 o en 20, pero es lo que hay y no siempre va a ser uno totalmente lógico.

Hoy, día 23 de enero, por ejemplo, nacían Humphrey Bogart (1899), Richard Dean Anderson - más conocido como MacGyver - (1950), morían George Cukor (1983), Salvador Dalí (1989), Bimba Bosé (2017) o era asesinado Gregorio Ordóñez (1995). También se estrenaba en 1983 la mítica serie El Equipo A.

Pero las efemérides también sirven para situar ciertas cuestiones históricas en su debido contexto, alejando esa creencia de que las algunas cosas pasan ahora por primera vez… o para hacernos pensar de forma engañosa que nada cambia.

Por ejemplo, tal día como hoy en 1910 comenzaron las inundaciones de París. En la capital de Francia se encharcan 500 hectáreas, con 150.000 afectados, y se cubren de agua zonas simbólicas como Notre Dame, la Torre Eiffel (obviamente no la Catedral o la Torre enteras, supongo que las crónicas se refieren a que llegó el agua a sus bases) o los Campos Elíseos. En España también tuvimos riadas como la de Valencia de 1957, la Pantanada de Tous en 1982 o la tristemente célebre riada del cámping de Biescas de 1996.

En estos días terribles para la costa mediterránea, en que vemos anegadas zonas enteras como el Delta del Ebro o la destrucción causada por el temporal en paseos marítimos, carreteras, vías férreas y demás, nos preguntamos si es un fenómeno moderno derivado del calentamiento global, o si por el contrario es algo cíclico, más allá de la intervención humana.

Las efemérides nos pueden servir como recordatorio de que siempre ha habido momentos puntuales de grandes crecidas causadas por la acción de la naturaleza, y de hecho cualquiera que tenga un terreno cercano al río está familiarizado con términos como “máxima avenida” y cosas por el estilo, sabe que son cuestiones más o menos previstas, aunque con la imprecisión que caracteriza todo lo relacionado con la climatología.

Sin embargo, todo esto no puede ser una forma de negar el cambio climático o de abstenerse de intentar revertir lo que la acción humana está haciendo en el planeta. Que haya habido en el pasado casos excepcionales de grandes desastres no implica que los actuales sean ajenos a nuestra intervención.

El Delta del Ebro antes y después de "Gloria". Imagen de Antena 3 noticias.

No tengo datos científicos que lo avalen, porque aunque se nos dice que están contrastados no deja de ser una falacia “ad verecundiam” (es cuando un argumento se basa en “lo dice fulanito, que sabe de eso” o, dicho técnicamente, cuando se apela a la autoridad o prestigio de una persona para respaldar un argumento), pero sí una sensación de que cada vez hay más fenómenos metereológicos radicales, más desastres naturales relacionados con los temporales y más problemas de este tipo. También hay hechos incontestables relacionados con la contaminación, como ver la “boina” negra que está permanentemente sobre las grandes ciudades y te hace prever un futuro vomitivo en que la gente llevará mascarillas por la calle como en Japón.

Lo del cambio climático es como lo de cuidarse. Siempre piensas que tienes tiempo y que ya lo harás, pero el problema ya está aquí, y en este caso no es una cuestión personal, es un problema global.

miércoles, 22 de enero de 2020

Más autobuses a Foz que a FITUR

A la izquierda FITUR, a la que se envía a 20 personas.
A la derecha la fiesta del berberecho para la que se pusieron dos buses...
El día 18 en Foz tuvo lugar la fiesta del berberecho, que se dedicó a Lugo y pregonó nuestra alcaldesa. El Ayuntamiento de nuestra ciudad fletó dos autobuses para que los vecinos acudieran a este evento en el municipio costero. El 23 en FITUR de Madrid se presentará, una vez más, el Arde Lucus y se invita a las asociaciones que hacen dicha fiesta a ir con sus bártulos, pero se limita la asistencia a una persona de cada una de las, como máximo, 19 entidades (depende de cómo las contemos) que caben en un minibus, que tiene de 16 a 22 plazas. 

El PP ha denunciado los dos buses que el gobierno local puso a disposición de los vecinos para ir a aplaudir a la alcaldesa, lo que quizá sea exagerado porque la fiesta se dedicó a nuestra ciudad y eso justifica razonablemente el gasto… pero sí es verdad que parece desproporcionado poner dos autocares a Foz y medio a FITUR. 

Aunque FITUR no es lo que era desde el punto de vista empresarial, se ha convertido en una cita cada vez más popular, con lo que también es más difícil llamar la atención. ¿No les parece que en vez de mandar a 20 personas a hacer una presentación ante la gente de Lugo desplazada a Madrid sería mejor poner tres autobuses y montar un buen sarao que recorra toda la Feria el sábado? Eso sí sería efectivo, con tambores, estandartes, castreños y legiones, todos unidos para atraer las miradas a nuestra ciudad. 

Se hizo en Sada hace un par de años y fue un exitazo porque hubo implicación. Las asociaciones de Arde Lucus están deseando ayudar, y eso no se consigue con un pequeño destacamento que vaya a adornar una foto de consumo interno. Porque ese es el problema, que el interés no es promocionar Lugo sino salir al día siguiente en la prensa local presumiendo de lo mucho que se hace por el turismo, cuando la realidad es, lamentablemente, bien distinta.

Artículo publicado en La Voz de Galicia el 22 de enero de 2020

martes, 21 de enero de 2020

La Diputación imprime un catálogo que ya no vale para nada


El día 30 de julio de 2019 se inauguró en el Museo Provincial una exposición llamada “Eu sempre soñei a miña historia” que repasa la obra de José Vázquez Cereijo y que se clausuró el 22 de septiembre del año pasado. Ayer, 20 de enero de 2020, cuatro meses después de liquidada la exposición, se presentó su catálogo, con esa parsimonia desesperante que caraceriza a la administración local de Lugo, en este caso concreto a la Diputación Provincial.

Presentar el catálogo de una exposición medio año después de que se inaugure es como llevar la carta a los clientes de un restaurante cuando están desayunando en su casa al día siguiente, una inutilidad que solo transmite dos cosas: la falta de interés en que el público que acude a la galería sepa lo que está viendo, y el despilfarro de recursos públicos para editar un libro que ya no tiene ningún sentido. También les diré que aunque no soy un fanático de la pintura, me encantaría echar mano a uno de esos catálogos porque la exposición realmente me pareció muy atractiva, que es mucho decir viniendo de un inculto pictórico como yo.

Anne Nikitik es la persona que más hace por el legado de Vázquez Cereijo
Foto: La Voz de Galicia
Conociendo a la propietaria de la colección, Anne Nikitik, la viuda de Vázquez Cereijo, estoy seguro de que habría preferido pagar ella misma el catálogo y que llegara a tiempo. De su carácter generoso y desprendido da fe que el día de la inauguración se ofreció un coctel en los jardines del propio Museo que pagó ella, ya que la administración no lo veía procedente. A ver cuánta gente conocen que haría algo así.

La cultura es como la ecología, algo que llena la boca de nuestros gobernantes pero que les da pereza practicar, o, lo que es peor, algo sobre lo que consideran estar. La pachorra que transmite presentar el catálogo a los cuatro meses de cerrarse la exposición (sí, sé que me repito pero es que me parece de chiste) no es solo una muestra más de la infinita burocracia que soportamos, sino del total y absoluto desinterés por que el libro cumpla su función.

Da igual, paga el lucense, pagamos todos y el dinero público “no es de nadie” según las inmortales palabras de la ministra Carmen Calvo así que se puede utilizar de forma caprichosa e inútil.

Imprimir ese libro solo sirve ya para poner el logotipo de la Diputación en unas páginas que no van a servir para nada. De hecho lo lógico habría sido reconvertirlo en una especie de “antología” en homenaje a Vázquez Cereijo, eliminando toda referencia a ser un catálogo de una exposición de hace medio año, porque así al menos no habrían hecho el ridículo.

En fin, una más. Da igual, a nadie le importa.

lunes, 20 de enero de 2020

La educación de los niños


Este país no tiene remedio. Somos la tierra del eterno debate sobre nosotros mismos y de la continua redefinición sobre nuestra propia naturaleza, y perdemos un tiempo precioso en estas discusiones bizantinas mientras el resto del mundo avanza, aplicando lo de “¡que inventen ellos!”, que tan bien nos refleja.

Resulta que ahora está sobre la mesa la competencia sobre la educación de los niños, algo que hace unos años era tan evidente que no resistía el menor debate pero que en este momento se abre a todo tipo de interpretaciones. Se habla de la “patria potestad”, como si ese concepto estuviera grabado en piedra, cuando realmente se está abandonando en favor del de “responsabilidad paterna”. La diferencia es notable. El primero es una especie de “derecho divino” del padre (la madre vino después pero con reticencias) para mantener su omnipotencia en la casa e imponer su voluntad, mientras que el segundo está enfocado como una obligación que tiene como fin último el bienestar del menor.

Pero el debate no hila tan fino, que hay que leer y eso da pereza. Por un lado tenemos a los del pin parental que, según sus adversarios, quieren imponer a la escuela lo que puede y no puede enseñar a sus hijos haciendo volver a las aulas el creacionismo, el terraplanismo y la religión ultracatólica que hace que las mujeres se sometan a su marido y que los padres puedan maltratar a los niños porque son suyos. Por el otro al ala siniestra que, de nuevo siguiendo el hilo de sus detractores, pretenden obligar a los niños a probar marihuana, follar sin condón cuanto antes y tomar la pastilla del día después, no comerse las lentejas porque pueden ejercer su libre albedrío, y votar a los comunistas para acabar con el mundo civilizado.

¿Han pensado que ninguna de las dos partes dice esto? ¿De verdad vamos a seguir opinando tomando en consideración, no los argumentos que defiende una parte, sino la retorcida interpretación sobre ellos que afirma la otra?

Verán, lo que propone Vox, que no es santo de mi devoción dicho sea de paso, es algo tan sencillo como que para las actividades extracurriculares (es decir, lo que no es materia de estudio) se pida autorización de los progenitores para que tengan conocimiento de lo que se va a explicar y decidan si desean que sus hijos vayan o no vayan. Parece algo bastante sencillo.

Por su parte, los detractores de esa medida entienden que aunque se trate de cuestiones no lectivas hay valores básicos que se han de explicar a los niños como la tolerancia, el respeto, la salud sexual y demás cuestiones que cuando yo era pequeño estaban implícitas (y explícitamente te las decían papá y mamá) pero que ahora se ve que necesitan refuerzo, y tienen razón. Lo malo es que quien decide eso deberían ser los padres, no el Estado.

Una cosa es hablar de las materias lectivas y otra de lo demás. En mi modesta opinión el punto clave es la palabra “extracurricular”. No estamos hablando de que los padres puedan decidir que sus hijos no estudien matemáticas o que cuando vayan a explicarles la evolución tengan que salir del aula. Tampoco que les haya que consultar sobre si la Historia de España se salta al Cid o mete la Reconquista como una especie de guerra imperialista moderna.

En estas cosas es muy fácil opinar dando la vuelta a la situación. Imaginen que una administración quiere hacer obligatorio el estudio del Catecismo como vía para la mejora de la moralidad del grupo, la loa al Señor y esas cosas. ¿No creen que los padres (sobre todo los no creyentes, como es obvio) saltarían como hidras con toda la razón? Por supuesto se puede argumentar que obviamente no es lo mismo inculcar a patadas una fe que unos valores cívicos básicos que recoge cualquier ordenamiento jurídico, pero el principio básico es el mismo. Si otorgamos a la administración, o lo que es lo mismo, al Estado, la exclusiva competencia sobre la educación moral, sexual y social de los niños se la damos para bien y para mal, y qué quieren que les diga, me cuesta mucho tragar eso.

Es muy llamativo que mientras debatimos si se puede poner carne de cerdo en los colegios por respeto a los musulmanes o si en escuelas de Cataluña se adoctrina a los chavales intoxicándolos con un glorioso pasado independiente que nunca existió y se miente directamente sobre las supuestas invasiones del malvado estado español a su tierra, nadie diga nada pero que salten porque alguien pide que se pregunte a los padres sobre aspectos que sobrepasan (la palabra “extracurricular” es, precisamente, eso) la educación de sus hijos.

Es un debate muy amplio, por supuesto, pero parece razonable que la decisión final sobre cualquier asunto de esta índole la tengan los padres, que por cierto son los que tienen que educar los valores de los críos. Como sobre cualquier otro hasta la emancipación del crío. Lo contrario nos acerca a peligrosos abismos.

viernes, 17 de enero de 2020

Endilgar el muerto (a otra administración)

La cafetería del MIHL, San Fernando, la cafetería de la Cárcel y la fábrica de la luz. Cuatro ejemplos obvios de intentos de escurrir el bulto y largar el problema a otra administración o empresa.
Antes eran más discretos a la hora de intentar librarse de los marrones. Me refiero a las administraciones, claro. Hay dos formas fundamentales de escurrir el bulto cuando no se sabe qué hacer con algo, ya sea un servicio, un edificio o cualquier otro bien público. La primera es intentar colocárselo a una empresa, mediante una “adjudicación” que puede ser más o menos golosa o un auténtico disparate. La segunda es echarle el muerto a otra administración a ver si cuela. Por supuesto hay muchas más formas de librarse de asuntos peliagudos, como por ejemplo hundirlos en caso de que hablemos de un catamarán con el que no sabes qué hacer, pero mayoritariamente se tira de una de las dos expuestas inicialmente porque es mucho más peliagudo conseguir hundir un edificio entero, aunque mejor no demos ideas.

Lo de las adjudicaciones tiene su aquel. Si el negocio es bueno se acusará a la administración de buscar el lucro privado y si no lo es nadie querrá pujar (por supuesto ninguno de los mencionados acusadores del lucro se animará, que son muy generosos siempre que el dinero no salga de su propio bolsillo, claro está). Si quien gobierna es un partido de izquierdas debería ser una fórmula poco usada, ya que se supone que creen en la gestión pública a pesar de que en Lugo encontrar un servicio gestionado directamente por la administración no es como toparse con un unicornio pero sí como ver el rayo verde, que existe pero no hay quien lo pille.

Nuestra ciudad no se caracteriza precisamente por hacer buenos negocios con sus adjudicaciones. Por ejemplo nos gastamos una fortuna en arreglar la vieja fábrica de la luz y se le da a una empresa por un alquiler de 450 euros mensuales. Por ese precio la cogía yo, que hasta como almacén sale rentable. Bueno, y encima la cosa sale rana y nos va a costar una millonada indemnizar a la empresa. Ya ni hablamos de las fracasadas “inversiones” en la disparatada cafetería de la Vieja Cárcel, que no debería ni existir (es muy mona pero tapa el edificio). Un dineral gastado en construirla y lleva tres años vacía porque nadie la quiere coger, y no es de extrañar vistas las condiciones. Tampoco se ha conseguido un primo que pique y gestione la cafetería del MIHL, que ya ni se intenta colocar porque con la gente que pasa por allí un bar tiene menos futuro que una tienda espejos en el pueblo de Drácula.

A la vista de la sucesión de fracasos se ve que el Ayuntamiento le ha cogido alergia a sacar concursos, y en Lugo tenemos una terrorífica lista de servicios cuyos contratos de concesión están más que caducados (algunos llevan así lustros) y las denuncias de la oposición no hacen mella, porque se vive mejor sin trabajar excesivamente, que saca arrugas.

Las privatizaciones desastrosas no son patrimonio de la corporación municipal únicamente. También tenemos casos como el que les conté el otro día, el de Augasmestas, un absurdo que podría ser centro del guión de una nueva película de la Escopeta Nacional.

Pero hoy está más de actualidad la otra fórmula, la de endilgar el tema a otra administración.

Lo hizo ya en su día la Diputación, que se puso a construir residencias para la tercera edad como una enajenada y después le quiso pasar el tema a la Xunta. Lo pretende hacer la Xunta haciendo un trágala inaceptable al Ayuntamiento y al Estado con la ocurrencia, a estas alturas, de volver a empezar de cero con San Fernando y convertirlo en un Parador (una década después de contarnos lo fundamental que era el Museo de la Romanización que iban a hacer allí). La administración autonómica propone, para un edificio que no es suyo, una instalación que tampoco gestionan ellos. Así también propongo yo. Y también lo ha hecho esta mañana el Ayuntamiento proponiendo que la Xunta asuma sus guarderías, que se ve que le dan mucho chollo… Así hasta el infinito.

El problema de base es el mismo: la diarrea constructiva de nuestros próceres. Les encanta el ladrillo, edificar… con esa megalomanía que esconde traumas más o menos obvios y que da trabajo a las fábricas de placas de “siendo Fulanito un tío importantísimo se inauguró este mamotreto”. Se ponen a proyectar a lo loco sin pensar que no solo se trata de levantar edificios, sino de mantenerlos, hipotecando el futuro de su mandato y de los que vengan.

No es razonable, ni ecológico, ni económico ni aceptable. Eso de que una administración se ponga a hacer cosas que no son suyas para después reclamar a otros que lo mantengan no puede continuar. El truco es hacer edificios resultones: auditorios, guarderías, residencias, colegios… todo muy necesario, muy social y muy útil… pero que cuando te llegan los recibos de la luz, el agua, la calefacción y el personal quieres abandonar. Y no es tan sencillo.

Pues nada, sigamos para bingo. Construyamos más cosas: más barrios innecesarios, más viviendas en una ciudad con un 20% vacías, más bañeras colectivas de agua del grifo calentada, más edificios que intentaremos endilgar a otros… más gasto, más ladrillo, ¡más, más, más!… Hasta que un día esto parta por la base.

jueves, 16 de enero de 2020

El Holocausto: 5 lucenses asesinados por los nazis... y muchos millones de personas más

La inauguración de la exposición en la Biblioteca Nodal. La tienen allí hasta el día 27 así que no se despisten.
El martes se inauguró en la Biblioteca Nodal (la de Ramón Ferreiro) una exposición llamada “los 13 pilares del Holocausto”, organizada por la asociación AGAI (Asociación Gallega de Amistad con Israel) y que presentó mi amiga Ana Argiz. Les recomiendo visitarla, es más, les diría incluso que es imprescindible visitarla.

Usamos el término “nazi” con mucha facilidad, quizás excesiva, y yo mismo me incluyo en esa crítica. También les diré que en mi caso es algo hecho con cierta conciencia del término, ya que se utiliza como un ejemplo de todo lo que puede suponer el extremismo ideológico y el uso del Estado de forma abusiva sobre el individuo. Tras la acertada resolución de la Unión Europea que equiparaba ambos regímenes, ahora también podemos usar indistintamente el término “Comunista” para describir el horror sufrido por millones de individuos, aplastados y asesinados por la maquinaria pública durante la dictadura de la URSS. Sin embargo seguimos viendo hoces y martilos en todas partes (y cargos públicos que los lucen orgullosos) con una pasmosa indiferencia hacia sus innumerables víctimas, cosa que bajo ningún concepto se aceptaría si fueran esvásticas.

Esto último se debe, creo yo, a que a pesar de esa resolución de la UE, los horrores de los campos de exterminio nazis están mucho más fijados en nuestra conciencia colectiva gracias al cine. Sin embargo Hollywood no se ha molestado demasiado en retratar los crímenes comunistas y como la gente lee poquito lo que no está en la gran pantalla no existe.

Pero centrándonos en los crímenes nazis, creemos que asumimos la magnitud del genocidio… pero no es así. Nos quedamos muy cortos y la costumbre nos hace incluso tomarnos como algo relativamente ordinario lo que desde ningún punto de vista lo fue.

La exposición de la que les hablo, que pueden ver hasta el día 27 de este mes, retrata una situación tan terrible, tan exagerada que si les soy sincero creo que es imposible abarcar todo su espanto, el de la masacre de millones y millones de personas por cuestiones tan arbitrarias como el del pueblo al que pertenecen.

En la presentación de la exposición Ana Argiz explicó ciertas incorrecciones que todos asumíamos como ciertas, la primera de ellas es la de considerar a los judíos una “raza”, un concepto que proviene de Hitler y que ha calado notablemente. Los judíos son un pueblo, no una raza, y aunque parezca un matiz no lo es: hay judíos negros, chinos, hispanos, caucásicos… No es una nacionalidad: hay judíos españoles, franceses, estadounidenses, polacos, rusos… y de cualquier otro país. Tampoco es una religión (aunque sea una de sus más habituales definiciones): hay judíos creyentes y hay judíos ateos. Entonces ¿qué define a un judío? pues lo mismo que a cualquier pueblo: sus costumbres y su sentimiento de pertenencia a esa comunidad. Quizá por eso Hitler fracasó en su intento de exterminar el judaísmo, porque su concepto era incorrecto, aunque no sería porque no lo intentó.

Que haya hoy día personas que niegan el Holocausto es como los que dicen que la tierra es plana o que las vacunas están pensadas para matar niños: un disparate que solo se sostiene por la incultura o por el fanatismo ideológico que hace cerrar los ojos ante la realidad. Por si las fotos y los vídeos no llegan, tenemos registros ya que los nazis eran meticulosos hasta para eso y su burocracia es probablemente la prueba más sólida de su efectividad a la hora de asesinar a millones de personas.

También hubo españoles asesinados en los campos de concentración. Unos 5.000 ciudadanos de este país (a pesar de que Franco les negó su nacionalidad porque eran mayoritariamente republicanos huídos) murieron a manos de los nazis, entre ellos 175 gallegos y 5 de Lugo. Incluso hay apasionantes historias como la de las hermanas Touza de Rivadavia, investigadas por la Gestapo (sí, estuvieron en Rivadavia) por esconder a fugados del Reich que escapaban por allí de camino a Portugal. Las hermanas Touza pronto contarán (junto a otros 6 españoles) con su reconocimiento como uno de los 28.000 “Justos entre las naciones”, el mayor honor que Israel concede a los héroes que se jugaron (o perdieron) sus vidas por ayudar a los demás.

No me quiero extender más, porque lo importante es que vayan ustedes a la exposición y se lean con tranquilidad los desplegables que explican detalles de lo que ocurrió, porque el conocimiento de la historia es lo único que nos ayuda a evitar que se repita.

miércoles, 15 de enero de 2020

El bus de Lugo: ¿malo pero barato o barato pero malo?

Arroxo pilota los autobuses urbanos (metafóricamente) que siguen siendo lo que eran: un caos.
Foto: Web municipal de Lugo.
Hace pocos días Rubén Arroxo anunció, con la simpatía que le caracteriza (ni su peor enemigo, de tenerlo, puede acusarlo de escasez de sonrisas), que “más de dos millones de personas utilizaron el bus urbano en Lugo durante el año 2019”, lo que hace que nos preguntemos si hemos recibido 1,9 millones de turistas que se han subido al bus. No, no es eso. Lo que quiere decir es que ha habido dos millones de usos, de trayectos o de billetes vendidos, que no es lo mismo.

Si una persona usa el autubús dos veces al día, en un año la cuentan 700 veces, que es lo que hacía Carmen Basadre cuando se inventaba las cifras de visitantes al Arde Lucus (parecía contar cada vez que alguien pasaba por una puerta de la Muralla) y que disparaba hasta las 600.000, y eso que le hicieron cortar el argumentario porque era ridículo, que si no hoy rondaría el millón (la mitad que los usuarios de bus de Arroxo). También es cierto que Rubén tiene un dato cierto (el número de trayectos vendidos) y estoy convencido de que su antecesora directamente se lo inventaba.

Pero lo preocupante no es la confusión entre usuarios y trayectos, que es un tema menor, sino el lenguaje utilizado para evitar concretar compromisos de futuro, algo que, con toda la razón, Rubén reclamaba cuando estaba en la oposición. Llevamos años esperando por la instauración de nuevas líneas y horarios de bus, paradas con pantallas informativas que funcionen, frecuencias aceptables y un servicio efectivo, y se nos aseguraba que “en breve” funcionaría. Incluso habían hecho una prueba con unos móviles y un ordenador para demostrar que era una cuestión de voluntad y que eso se ponía a funcionar en un periquete. “En breve” lleva siendo ya mucho tiempo, y lo que no me hace mucha gracia es ver que se evita concretar plazos diciendo cosas como “cuanto antes” o que se “está trabajando en ello”.

Desde junio de 2017 tendrían que estar funcionando los sistemas de información en tiempo real, y nada. Hace más de una década que el Plan de Movilidad diagnosticó los problemas de autobús urbano en Lugo, y nada. Se nos prometen una y otra vez las mismas cosas… y nada.

¿El autobús en Lugo es malo, pero barato o barato, pero malo? Parece lo mismo pero no lo es. No podemos presumir de un servicio por su bajo coste (alto para las arcas municipales) si es el de sastre que es hoy día y que no tiene visos de mejora a corto plazo. Quizá lambobada de renovar el contrato ante de diseñar las nuevas líneas tenga algo que ver, ya que lo suyo habría sido hacer lo contrario.

Lugo es una ciudad eminentemente lineal. Desde la Medusa (incluso desde el Ceao) hasta la Universidad hay una larga espina dorsal básica de nuestra ciudad, que se completa con otra perpendicular que iría desde avenida de las Américas hasta Sagrado Corazón. Ambas se encuentran en la Ronda de la Muralla como centro neurálgico del sistema.

Tener eso en cuenta hace que sea mucho más sencillo establecer un servicio público que tenga sentido, y que no te encuentres con cuatro autobuses haciendo el trenecito mientras has esperado 45 minutos en la parada, usando una tabla de ouija para adivinar cuándo vendrá un transporte, ya que los horarios son tan incomprensibles como los símbolos de las pirámides ante de la aparición de la piedra Rosetta.

Lugo tiene un autobús barato, sí, pero el precio no es lo único que importa aunque sea algo fundamental si se cree en un sistema público de transportes. Lo más relevante es la eficacia del conjunto, algo que hay que poner en tela de juicio.

Recordemos lo que decía Arroxo en El Progreso en febrero de 2019, antes de formar parte del Gobierno: "Si desde el BNG, con 12 teléfonos móviles somos capaces de crear un sistema de control, a la alcaldesa tendría que caerle la cara de vergüenza" cuando dice que no se puede implantar un sistema similar en la ciudad "por dificultades técnicas".

martes, 14 de enero de 2020

El pasado de Lugo tiene la llave del futuro de Lugo

Celso Rodríguez, el arqueólogo que hizo la excavación de la Domus, explica los hallazgos en la época de su descubrimiento.
Foto: El Mundo
En una de esas contradicciones tan habituales, lo que, sin duda alguna, es una bendición cultural y patrimonial es al mismo tiempo una maldición desde el punto de vista de la mejora de los edificios del casco histórico de Lugo: los restos arqueológicos. Observen que no digo que sea una maldición económica, ya que ante la incapacidad de nuestra ciudad de atraer grandes inversiones privadas en sectores productivos es probable que nuestro futuro se tenga que basar en el turismo cultural, sino “inmobiliaria”.

En el recinto amurallado de Lugo viven menos de 3.000 personas cuando no hace tantos años (bueno, bastantes, sí) superaba con mucho el triple de esa cifra, y los motivos son bastante obvios: edificios antiguos, mal aislados, sin servicios, sin ascensores…

¿Y por qué la gente no arregla sus edificios en el centro? ¿Por qué hay familias que tienen abandonadas o en un estado lamentable casitas que serían un lugar maravilloso para vivir? Porque tienen pánico a meterse en una obra que les arruine, y tienen razón.

El ejemplo de lo que le pasó a la Universidad es más que simbólico. La USC quiso construir un auditorio frente a la Catedral, junto a la casa de los Montenegro que les sirve de sede local, y cuando iniciaron las obras se encontraron con una sorpresa que no esperaban: la Domus del Mitreo, unas ruinas romanas que supusieron inyectar al proyecto unos tres millones de euros si mal no recuerdo. Si eso le pasa a un particular le supone la quiebra absoluta.

Porque lo grande de esto es que las excavaciones, obligatorias como es lógico, las paga el promotor pero lo que aparece es de la administración. Y cuando digo “promotor” no se piensen que hablamos del gran constructor, que el imaginario popular considera forrado sí o sí (aunque hay que tener mucha pasta para que no te suponga un quebranto una excavación de varios millones de euros) sino de cualquier pequeño propietario, cualquier familia que tenga una casita o un solar en el recinto amurallado.

Por todo esto Lugo Monumental ha propuesto un Plan de Excavaciones del Casco Histórico de Lugo, que supone algo tan sencillo como que la administración haga un programa de búsquedas en el centro, en los solares e incluso locales que los propietarios cedan para ese fin, y solventen así el misterio de la situación de cada uno de ellos.

Esto serviría para indagar más en el pasado de Lugo, completar los estudios sobre la ciudad romana y la apasionante historia medieval de nuestra urbe, y también para aclarar qué se puede hacer y qué no en cada localización, lo que evita la habitual estupidez de hacer un proyecto que después te van a paralizar y que tendrás que modificar para respetar lo que aparezca, con los consiguientes gastos que esto genera y que pueden dar al traste con todo.

Lugo es una ciudad con un rico pasado arqueológico y eso no solo hay que respetarlo, es que es capital para nuestro futuro, pero también hay que equilibrar la balanza y como propuesta inicial se pueden poner a funcionar los 1,2 millones de euros que el PEPRI preveía para excavaciones y de los que, hasta donde yo sé, no se ha gastado un céntimo.

Además así tendremos más cosas para rellenar nuestro Museo de la Romanización, ya ven. Varios pájaros de un tiro.

lunes, 13 de enero de 2020

Geometría variable para el PEPRI




Mientras al pequeño negocio se le prohíbe poner un pequeño letrero luminoso las cadenas pueden hacer lo que les venga en gana a escasos metros del Ayuntamiento.
Dice el Ayuntamiento que no se puede obligar a las empresas eléctricas a retirar el cableado de las fachadas del casco histórico aunque el PEPRI ponga justo lo contrario. Es preocupante esa aplicación de la “geometría variable” a la aplicación de las normas, y que se hagan cumplir las ordenanzas a unos sí y a otros no. Con los poderosos no se atreven.

Se argumenta que los cables estaban ya antes de la existencia del PEPRI, lo que puede tener un punto de razón, si no fuera porque se ha obligado a todos los pequeños establecimientos del casco histórico a retirar sus carteles de las fachadas aunque fueran anteriores a dicha normativa. Curiosamente algunas grandes cadenas y entidades bancarias siguen luciendo rótulos luminosos (en algún caso incluso han añadido “portales luminosos” en un grosero y manifiesto incumplimiento de la ordenanza) sin que nadie les tosa.

Esto nos hace pensar que es una simple cuestión de tamaño. Se ve que se centran en presionar al pequeño, al que pueden avasallar porque saben que no cuenta con poderosos ejércitos de abogados que lleven al Ayuntamiento a aumentar aún más sus ya abultados gastos de litigiosidad. Con las cadenas no osan así que se dedican a torpedear al vecino de Lugo que tiene la valentía de iniciar una modesta actividad comercial u hostelera a pesar de que sabe que le harán cumplir unas normas de las que sus grandes vecinos están aparentemente exentos.

Les podría dar un listado de letreros luminosos que incumplen el PEPRI, algunos instalados recientemente a pocos metros del edificio del Ayuntamiento, pero no es necesario porque solo tienen que salir ustedes a dar un paseo por el centro al atardecer y podrán “disfrutar” de los neones de las franquicias y las grandes empresas que están destruyendo el comercio tradicional. No voy a decir que cuenten con la complicidad de las administraciones, pero sí con una innegable dejación de funciones que se le parece mucho.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 11 de Enero de 2020

viernes, 10 de enero de 2020

El complejo turístico fantasma de Quiroga (lo hemos pagado entre todos, claro)

Edificio principal de Augas Mestas - Foto: La Voz de Galicia

En Quiroga hay un impresionante complejo turístico. Cerrado, pero lo hay. Se llama Augas Mestas. Está ubicado en un entorno impresionante, entre los ríos Sil y Lor entre el Caurel y la Ribeira Sacra… y es el enésimo ejemplo de la desidia de la administración cuando coincide que algo se ve que no le interesa y, además, se mezcla con estar en “territorio enemigo”.

Verán, en 1996 la Diputación de Lugo construyó un ambicioso proyecto que contemplaba en Quiroga un club náutico con camping con vestuarios y recepción, 32 parcelas para tiendas de campaña y caravanas, zona de acampada libre, 4 bungalós de 6 plazas, tres casas de piedra e instalaciones como un restaurante y piscina. Funcionó por temporadas, más bien pocas, aunque curiosamente en 2004 se amplió para cerrar en 2006. Desde aquella, hace ya 14 años, está ahí muerto del asco, con la única visita de quienes lo han saqueado durante todo este tiempo y no han dejado nada que se pueda arrancar. Se intentó hacer algo en 2008 y se valoró un proyecto con COGAMI que no llegó a ninguna parte.

La ubicación es fantástica, un paraíso. Pero claro, está en un ayuntamiento "enemigo", lo que supongo que influye.

Como es habitual en estos casos, cuando la administración ve que algo va de pena lo intenta endilgar a otros, así que la Diputación sacó a concurso la “explotación” (es un decir) del chiringuito. Quedó desierto porque ninguna empresa tuvo la osadía de meterse en ese lodazal. Modificaron las condiciones para mejorarlas y por fin en 2015 una empresa, Tourgalia, fue valiente y se animó a intentar recuperar la zona. Se le adjudicó por 25 años la concesión del espacio. Aún no ha podido abrir la puerta.

Pero fíjense que aquí no acaba la historia. Cuando a mediados de 2015 la empresa tenía todo preparado para abrir se encuentran con que el complejo no tiene licencia. Un ejemplo más de la prepotencia pública a la hora de tramitar las cuestiones que a los particulares les suponen duras multas si se les pasa por la cabeza hacer algo parecido. Fueron los gobiernos de Francisco Cacharro los que se negaron a pedir licencias en sus instalaciones fluviales porque se lo dijo Dios, supongo. Cuando empezaron a perder juicios contra los ayuntamientos se vieron obligados a rectificar y empezar a tramitar los papeleos, y se fueron pidiendo licencias para todos los clubes náuticos edificados en los 90… salvo este.

El problema de Augas Mestas es que es un sapo difícil de tragar legalmente. Está edificado en un terreno rústico y a pesar de eso en 2006 parecía que los problemas estaban allanados. Tras un larguísimo proceso en que estaba metida la Confederación Hidrográfica, con la pachorra que les caracteriza, se logró la autorización de ese organismo. En 2017 el Ayuntamiento de Quiroga reclamó a la Diputación el último documento que faltaba y el organismo provincial contestó que la mandaría “cuando acaben las obras”. Se ve que siguen allí trabajando a destajo porque no lo han enviado, aunque en junio de 2017 la Diputación aseguraba que estarían terminados en un mes, y hasta que llegue ese informe técnico que falta no puede haber autorización.

Así está el tema, pero parece que la administración provincial prefiere perder el tiempo cambiando el nombre al embarque de Doade, un tema mucho más importante dónde vamos a parar. Les iba a hablar de eso, pero lo vamos a dejar para la próxima semana porque no quiero mezclar ambos temas.

jueves, 9 de enero de 2020

¿Una segunda vida para nuestros aparatos?

La importancia de las tres R. Gráfico de www.renovablesverdes.com
Ayer nos cambiaron la caldera. Teníamos una de hace unos veinte años que funcionaba pero no con la facilidad y el consumo de las actuales y en las revisiones del gas nos decían que al ser un modelo tan viejo había que ir planteándose la sustitución porque si empezaba a dar problemas daría más gastos de reparaciones que cambiarla por otra. Aprovechando que la Xunta sacó unas subvenciones para estas cosas tiramos para adelante y ya tenemos puesta la nueva, que es maravillosa y más lista que un ajo, que hasta sabe qué tiempo hace fuera y regula la temperatura de los radiadores en consecuencia.

Pero lo que me dio una pena terrible es que se llevaran la vieja al punto limpio. No hacía más que pensar si no le sería de utilidad a alguien. Ya, ya sé que tenía años y todo lo que ustedes quieran, pero me da dolor de corazón tirar algo que funciona, aunque sea antiguo. Imagino que habrá gente que preferirá tener esa caldera que ninguna, ¿no les parece?

Hace ya años, aproximadamente en 2008, la entonces concejala Sofía López Linares presentó al pleno municipal del Ayuntamiento de Lugo una iniciativa para crear un almacén solidario con este tipo de cosas. Se trataría de recoger aparatos que funcionasen pero que por cualquier razón se cambian, y se donarían a quien los necesitase. Votaron en contra si mal on recuerdo.

No necesariamente hablamos de “cosas viejas”. Por ejemplo, imaginen la de cafeteras que han ido a parar al punto limpio cuando la gente se compró las Nespresso, o cuando sustituyen un aspirador tradicional por una especie de escoba eléctrica de esas que hay ahora sin cable. Todos tenemos en casa chismes que nos da pena tirar porque funcionan perfectamente, pero que tampoco usamos y que no hacen otra cosa que ocupar espacio a la espera de que nos decidamos a deshacernos de ellos (parezco Marie Kondo).

Si lo hubiera pensado antes seguro que alguna persona que conozco y que colabora con Cáritas (Bárbara, va por ti) le habría buscado un mejor destino, pero la verdad es que se me vino a la cabeza cuando vi como se llevaban la vieja caldera, que quizá podría haber prestado un buen servicio en casa de alguien.

Tal vez habría que darle una vuelta al tema, e incluso ver la forma de marcar los productos para que no caigamos en la espiral de donación/mercadillo/contenedor/mercadillo que, sea leyenda urbana o triste realidad, hace que mucha gente se inhiba antes de dar algo.

Reutilizar es la primera norma para intentar salir de la vorágine de fabricación a mansalva en que estamos metidos.

miércoles, 8 de enero de 2020

Las obras a medias a veces son peligrosas

Era visto. No parece lo más razonable quitar el rebaje de la acera si no se puede terminar la obra y elevar el paso de peatones.
Foto: La Voz de Galicia
A todos nos puede pasar que una distracción o un error nos cuesten un trompazo o un resbalón y la mejor forma de superar el trance, si no hay contusiones de gravedad, es reírse. Pero eso es una cosa y otra muy diferente que las calles o las aceras no estén en las condiciones mínimas razonables o que nos cambien de repente servicios de los que disfrutábamos, aunque pongan una excusa más o menos creíble, a gusto del consumidor, que tenderá más a creerse la disculpa si el que se lleva el bofetón es otro.

Si les soy sincero, ya tenía pensado escribir de este tema porque hace unos días mi madre se pegó un batacazo bastante gordo en el cruce de las calles Progreso y Juan Montes por culpa de una baldosa que estaba levantada. Salieron varias personas de las tiendas de alrededor a auxiliarla y le dijeron que allí se caían los peatones varias veces todas las semanas. La cosa fue bastante seria y, aunque no se rompió nada, aún hoy le duele la rodilla. He de decir que, avisado Alejandro Penas Roibás, concejal del BNG encargado del tema, solventó el asunto en poco tiempo y hoy esa baldosa está arreglada.

Pero las circunstancias me hacen hilar el asunto con otro suceso que ocurrió ayer por la tarde en Ramón Ferreiro, por desgracia más grave para el accidentado.

Como muchos de ustedes sabrán, en los últimos tiempos nos sorprendió a todos que se eliminaran los rebajes de las aceras de esa avenida, algo chocante porque fueron la principal razón por la que el Ayuntamiento de Lugo ganó el premio Reina Sofía de accesibilidad en 2006 y que Orozco recogió en 2008. Hasta sus más duros detractores (yo no entro en esa categoría, creo, pero tampoco le ando muy lejos) reconocen (o reconocemos) que eso lo hizo muy bien y que fue una de las (escasísimas) grandes cosas que dejó en Lugo en sus tres lustros de mandato.

Pues bien, la idea de quitar esos rebajes era que se iba a elevar el pavimento de la calzada al nivel de las aceras, idea que no solo no discuto sino que apoyo firmemente y que incluso Lugo Monumental solicitó para el casco histórico y la Ronda de la Muralla (aunque con poco éxito como podrán comprobar). El problema es que se quitó el rebaje pero no se terminó la obra. No se elevó la calzada así que quedó el desnivel y ayer por la tarde, como les decía, una persona en silla de ruedas se accidentó y tuvo que ser evacuada al HULA con heridas en la cara.

Según el Ayuntamiento como hizo mucho frío (cosa impensable en Lugo en diciembre o enero, como todos sabemos) la obra no se pudo completar y la tuvieron que dividir en dos fases. Se ve que no se les pasó por la cabeza esperar a que se pudiera hacer todo junto para no liarla, y que les pareció más oportuno dejar ahí el bordillo con un desnivel de un palmo bajo los auspicios del “malo será”. Pues malo fue.

Estas cosas son muy serias. Todos los que hemos tenido la fortuna (sí, la fortuna, lo he dicho bien) de empujar una silla de ruedas sabemos que unos centímetros de desnivel suponen un posible tropezón para un peatón, pero una barrera insalvable para quien no puede caminar y depende de una silla de ruedas. Por eso quizá me molestó tanto este tema, porque si en lugar de la persona que tuvo el accidente hubiera sido mi abuela no imagino cuál habría sido mi reacción. Ya cuando se lastimó mi madre el otro día me costó muchísimo no irme directo a poner una denuncia, cosa que tampoco descarto pero que dependerá de lo que ella quiera.

Jugar con estos temas es de una insensibilidad inaceptable, y si no pregunten a Alexia Prieto, que en el año 2015 denunciaba que llevaba todo el año esperando por el rebaje de una acera en Garabolos. Según Google Maps la acera sigue igual, sin rebaje aunque no he ido a comprobarlo en persona y si les soy sincero me mosquea un poco la foto porque aún pone "La Caixa" en el banco de la esquina. Mañana si me da tiempo me pasaré para ver si el todopoderoso Google tiene razón, y espero sinceramente que se equivoque (si alguno de ustedes pasa por la zona y lo puede mirar se lo agradezco, que no me queda muy a mano. Es justo frente a CaixaBank de Garabolos).

Pero bueno, volviendo al asunto, si bien aplaudo la celeridad de Alex para arreglar la baldosa de la calle Progreso no puedo decir lo mismo de su idea (o al menos eso se supone) de quitar los rebajes antes de poder terminar la obra. Es un error y una persona en silla de ruedas ha pagado por ello.

Tengamos un poquito de cabeza, y si no se pueden terminar las cosas, sobre todo si suponen un peligro para el público, no las empecemos.

El recorte es de noviembre de 2015