El mensaje simplista de esta campaña será este: la tranquilidad en Galicia frente al conflicto en Cataluña |
Soplan vientos electorales una vez más, y posiblemente estemos más cerca de acudir a las urnas de lo que nos apetecería.
En Galicia teóricamente hasta después del verano no nos toca elegir gobierno pero el adelanto más que probable que el inhabilitado presidente catalán va a llevar a cabo en estos días seguramente precipite los acontecimientos. Lo de Torra se veía venir. Tener una ideología radical no es incompatible con ser listo y en su caso es evidente que se dan ambas circunstancias. Su inhabilitación se la ha buscado a pulso con una maniobra de lo más acertada desde su punto de vista. Viendo los antecedentes de sus compañeros encarcelados y del arruinado Artur Mas, ha provocado su propia retirada con la tontería de los lazos en los balcones porque sabe que eso jamás conllevaría pena de cárcel y ni siquiera una multa significativa, pero le permite escurrir el bulto de tomar decisiones que si supondrían problemas legales más serios. Y lo logra además pudiendo mantenerse en el papel de víctima qué tan rentable es entre el público. Torra seguirá en la calle cobrando del erario público unas jugosas rentas, y se dedicará escribir un libro y dar conferencias contra el malvado Estado opresor al que en el fondo tan agradecido está.
Pero a lo que íbamos, el presidente de la Xunta de Galicia, que tampoco es tonto, sabe perfectamente que le conviene muchísimo más que el debate se centre en cuestiones nacionales como pueden ser el problema catalán o la más que segura aparición de candidaturas polémicas en el País Vasco, y aparecer así como el "gobierno tranquilo", consciente de que la sociedad gallega tiende a la moderación.
No creo que Feijoo sea un mal presidente, a pesar de que no estoy de acuerdo con él en unas cuantas cosas como son los temas de la Intermodal o del Museo de la Romanización, asuntos mucho más complejos que la simpleza que se nos pretende vender. Pero ya sabemos cuál es la alternativa y precisamente ese es el debate que le interesa.
Los nacionalistas gallegos, animados por los resultados en alguna ciudad y por su diputado en el Congreso probablemente se vendrán arriba y puestos en la tesitura de un debate sobre la independencia van a meter la pata y van a apostar por la impopular idea de esa "Galiza ceibe" que les genera adeptos pero no votos, o al menos no los suficientes.
Por su parte los socialistas, que también viven un momento dulce, es posible que se dejen llevar por ese espejismo y busquen un fenómeno de traslación electoral, algo que históricamente se ha demostrado que no sucede. Nos van a vender la idea de una Galicia apocalíptica en que los niños viven de lo que encuentran en los contenedores y los mayores son abandonados a su suerte. Esas cosas ya saben. Tendrán mucho más difícil explicar a los gallegos por qué defienden que nos birlen 200 millones de euros, que podrían paliar parcialmente esa supuestamente terrorífica situación.
En cuanto a los demás partidos la descomposición de las Mareas y la difícil entrada agrupaciones como Podemos para reemplazar a ese destino electoral no se lo pone fácil a sus votantes. Es posible que sí, que de esta logren por fin algún diputado, pero todo va a depender de cómo se gestionan los tiempos y los mensajes.
Ciudadanos por su parte está en KO técnico y centrará sus esfuerzos en la Cataluña que le vio nacer y donde probablemente pasarán de ser la fuerza más votada a un partido residual. La política es así y quién tuvo sus manos serlo todo se está convirtiendo en la nada.
Nos queda el caso de Vox, que enarbola la bandera de un nacionalismo español que se aleja de ese regionalismo amable que le dio tantísimas victorias al PP en Galicia. Vox se piensa que esto es la Reconquista y que tienen que salvar a Galicia de un gobierno de traidores y radicales... un discurso que al que más beneficia es, paradójicamente, a Feijoo porque centra su mensaje y logra que aparezca como la opción moderada, algo que en Galicia siempre es recomendable.
Verán que todo esto reduce la campaña a una cuestión de grandes ideologías, de temas identitarios en los que Feijoo tiene mucho que ganar y poco que perder, ya que ha mantenido un perfil moderado y sigue manteniendo un halo de buen gestor en una situación económicamente difícil.
Así que preparense que vienen curvas y como muy tarde en mayo o junio nos tocará votar.
A ver Luis, aquí lo que estás haciendo es poner la campaña en el marco en el que la quiere Feijoo.
ResponderEliminarPero no nos podemos olvidar de que ese no es el marco real en el que está Galicia. El gobierno Feijoo está agotado y desgastado, dando marcha atrás en varios temas polémicos como el del hospital de Verín por presión popular, y con la fortaleza de PSOE y BNG con su pacto, que puede dar resultados de forma rápida. Además, objetivamente, Feijoo tiene poco de moderado. Hemos sufrido los peores recortes de todas las comunidades autónomas sólo para que Feijoo pueda decir que no hemos sido intervenidos por el gobierno central. ¿Y de qué vale, si recortas motu propio más de lo que te obligaría el estado?
Sin embargo, sí, es probable que la campaña se juegue en ese marco de agitación vs. moderación. Feijoo va de la mano con los grandes medios de comunicación y la TVG, y estos le van a ayudar a que así sea. La entente ya se está viendo con el tema de los 200M€, que viene de la época Rajoy, que aún en otoño el PP votó en contra de pedir por vía judicial, y que sorprendentemente está rentabilizando. Y también con la campaña de exprimido del voto Cs/Vox, que va viento en popa para que se pierdan los menos votos posibles a la derecha del PP. Desde luego, es admirable como el PP siempre consigue que se interprete la realidad de acuerdo con sus objetivos políticos.
Realmente el factor más importante de estas elecciones va a ser la recomposición del espacio Podemos. Si hay una lista sola, Feijoo tendrá que sudar tinta china. Si hay más de una, hay partido. Si hay más de dos, abrirá el champán (cava no, que Vox boicotea) directamente.
Verá, no es que ponga "la campaña en el marco que quiere Feijoo", es que si se fija analizo por qué creo que hará un adelanto electoral, precisamente para fijar ese marco... Creía que era obvio...
EliminarEn política (e na galega máis) é perigoso confundir os desexos cas realidades.
ResponderEliminarFeijoo está diante dun abismo, a posibilidade de perder o poder na Xunta e non ter un "plan B" coma presidente do PP en Madrid. Diante desa posibilidade tentará xogar cos tempos e manobrar cas ferramentas ó seu alcance (La Voz de Galicia, a TVG, subvencións, Parlamento, etc.) para acadar unha cousa ou a outra.
Nese panorama o adelanto electoral eu non o vexo tan claro. O intelixente (e Feijoo tonto non é) é convocar no momento máis baixo da oposición ou de Casado, e resulta pouco probable que coincidan, e xa veremos cando pode ser.