viernes, 31 de octubre de 2014

San Nicolás llega antes de Navidad

El fenómeno social que aprecio en torno al “pequeño Nicolás” me deprime. Porque volvemos a lo de antes, al aplauso público del “pícaro”, que es una forma amable de llamar al delincuente. Mientras pedimos transparencia, legalidad, honorabilidad y muchas otras cosas, nos descojonamos viendo las andanzas de este chaval que ha tomado el pelo a tantos y tan importantes cargos.

Eso es, precisamente, lo que gusta del caso. Ver que los de arriba también hacen el ridículo, que se les puede engañar, que se les puede manipular, que van corriendo tras un presunto enlace de la Casa Real y que ese mismo interés es el que les hace tropezar con la estafa y el ardid. ¡Qué divertido es ver caer a los poderosos! Parece que san Nicolás ha llegado antes de Navidad, porque la diversión es el mejor regalo.

Pero cuidado, porque sólo aceptamos ese prisma cuando nos da por ahí, cuando nos cae en gracia el presunto chorizo, o cuando ejerce al 50% de Robin Hood, cumpliendo la parte de robar a los ricos aunque se olvide de la de dárselo a los pobres. Eso en España nunca ha sido requisito para ser popular y caer simpático, con la parte de ir a por los de arriba llega.

Nicolás no hizo lo que hizo por hacerse un álbum de fotos. Eso lo hacía el “Rei das tartas” y no pasaba de una mera anécdota. Yo mismo vi a este último asaltar a una sorprendida Montserrat Caballé, que apenas fue capaz de componer una sonrisa antes de que el fotógrafo le atizara con el fash.

Pero a lo que íbamos, el chico no cometió una gamberrada para hacerse conocido, sino que por lo visto tenía intereses más mundanos, más ligados a su cuenta corriente. Vamos, lo que se dice una estafa en toda regla pero al por mayor.

Lo más triste del asunto es que quien levantó la liebre no fue un alto cargo de ningún ministerio, ni el alcalde de Ribadeo (nacionalista, por cierto, pero que entró a la cucharilla con el cebo de la Corona como los demás), sino un empresario que sabe por dónde se mueve, el jefe de Alsa.

La historia de Nicolás es rocambolesca, claro que sí, y tiene su punto de diversión, pero no olvidemos de lo que hablamos: de supuestas estafas. Que lo hiciera bien no es excusa para reírle las gracias, y más en un momento en el que aceptamos la tolerancia cero como mantra para luchar contra la corrupción, al menos desde abajo.

O creemos en la honradez, o no creemos. Pero cifrar nuestro apoyo a la simpatía del delincuente me preocupa seriamente.

jueves, 30 de octubre de 2014

Hay brujas buenas y valientes

Hay gente valiente. Ayer tuvimos una prueba en el cementerio de Lugo, y no me refiero a los 50 lucenses que fueron a hacer el payaso entre las tumbas de nuestras familias vela en ristre y con alegres alboradas gallegas de fondo, sino a los cuatro o cinco que estaban fuera mostrando su rechazo por una actividad que podrá ser muchas cosas, pero respetuosa no.

Miren, se nos habla mucho de que en otras ciudades se hacen visitas a sus cementerios, diurnas y nocturnas, y que “Lugo no tiene por qué ser menos”. Ese argumento de “los demás también” abre la puerta a que nos programen entretenidos encierros taurinos por la calle de la Reina en el próximo San Froilán o que tiren algún animal, probablemente una cabra, desde las torres neoclásicas de la catedral. Si los demás lo hacen…

La cuestión va por otro lado, creo yo. Poner el foco del esfuerzo turístico y cultural de esta ciudad en el cementerio me parece ridículo, cuando hay otras muchas cosas que están como están. En lugar de destinar el dinero a hacer el indio entre las tumbas de nuestras familias quizás sería más productivo eliminar el cobro de entradas en los museos locales, tener abiertas las salas de interés turístico cuando hay turistas (fines de semana, por ejemplo) o, ya que les gusta el mundo de la noche, hacer visitas guiadas a la Muralla o la Catedral en ese mismo arco horario.

Pero es que la visión que les expongo adolece de realismo. Lo que se busca no es aumentar el número de turistas, sino el de votos. Lo que importa no es que la ciudad atraiga visitantes, sino que los lucenses consideren al ayuntamiento como un pozo de imaginación sin límites que hace cosas llamativas, siguiendo aquella máxima de “que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.” que me parece recordar que es de Oscar Wilde.

No todas las brujas son malas
Pero no quiero hablarles más de la visita en sí, sino del valor que ha demostrado un pequeño grupo de personas, cual aldea de Astérix, que ha puesto un valor y una decisión importantes sobre la mesa a la hora de enfrentarse a esta chorrada. Han ido al cementerio a las 8, noche cerrada, hora de la visita, a protestar por el circo de tres pistas que quieren hacer de nuestro camposanto. No les doy la relación de nombres porque no estoy seguro de quiénes fueron en concreto, pero no lo entiendan como un anonimato al que renunciaron plantándose allí sino a no saber si están todos los que son, aunque desde luego si eran todos los que estaban.

Me dirán, y si son tan admirables ¿por qué no estabas tú allí? Pues aunque suene a excusa barata porque no pude, si no crean que habría estado hombro con hombro con estas personas a las que doy toda la razón en su protesta.

No es fácil en Lugo dar un paso adelante para casi cualquier cosa, les garantizo que sé de lo que hablo, pero esta gente lo hizo. Vaya mi admiración y mi respeto más profundo para ellos y, ya puestos, para la amplitud de sus gónadas. Si nadie se atreve a decir que el emperador va desnudo todos seguirán asegurando que ven unas hermosas telas cubriendo su piel.

Es posible que de 50 asistentes a la tontería alguno haya reflexionado. Aunque sólo sea uno. O quizás no, pero es importante que alguien lo intente.

La otra opción es entrar al trapo y montar un puesto de helados, globos y confeti para llenar de alegría y jolgorio nuestro cementerio. Miren, quizás el año que viene repitan este rollo pero animando a la gente a acudir disfrazada de vampiros, fantasmas o cualquier otra cosa de la que nos venden por “Halloween” y que aquí se compra por lotes industriales.

miércoles, 29 de octubre de 2014

A Aurora le cierran la pulpería

Cuando viajas buscas lugares que te digan algo. Insólitos, llamativos, curiosos… y esto se entiende tanto para las localizaciones de paisajes como para los locales. Seguro que cada uno de ustedes tiene en mente una pequeña tienda de un rincón de sabe Dios dónde, un café diferente o un restaurante que les dejó un grato recuerdo por su peculiaridad.

Ahora mismo, por ejemplo, estoy pensando en un pequeño local en Praga, situado a escasos metros del famoso Reloj Astronómico, y que como peculiaridad tenía unas impresionantes bóvedas de piedra que te hacían sentir como en una catacumba. O una cafetería de Amarante (Portugal) donde estabas subido a una especie de pico de piedra al borde del río. Son esos sitios los que ayudan a componer nuestros recuerdos.

Menos en Lugo.

En Lugo abre un local con una peculiaridad ciertamente llamativa, la pulpería de Aurora, donde había bofetadas por conseguir uno de los “toneles” con mesas dentro. Una originalidad que ha pagado cara porque le han clausurado el local por no cumplir normas varias relativas a materiales y a evacuación en caso de incendio.

La madera “usada” está prohibida, por ejemplo aunque no acabo de entender muy bien qué se entiende por madera “nueva”. ¿Acaso los árboles no la han utilizado toda previamente como sustento? En la era de las lejías y los productos de limpieza extrafuertes, ¿no hay forma de limpiar bien un trozo de madera?

Lo de que te metan en un tonel gigante por lo visto está prohibido porque, a pesar de que hasta donde yo sé no le ponen maderas clavadas que te impidan el paso, por lo que nos cuentan en caso de incendio no hay escape legal.

No me entiendan mal. Por supuesto que hay que tener unas medidas de evacuación, una serie de precauciones y muchas cosas maravillosas… pero ¿no están siendo más papistas que el Papa?

Hay un punto en todo esto que no acabo de entender. La orden de cierre se dio antes de las fiestas de San Froilán, pero sólo se ejecutó en días recientes. ¿Les parece lógico? Si realmente estamos hablando de un problema de seguridad, ¿no es más grave cuando hay más público? ¿Qué intereses hay aquí?

La telaraña normativa, que incluso dejaría pálida a la más hacendosa de las amigas de Doña Tecla (los de mi generación recordarán este personaje de la Abeja Maya), hace casi imposible cumplirlo todo. Si te quieren pillar, te van a pillar, entre otras cosas porque hay incluso normas contradictorias a cuyo acatamiento estás obligado simultáneamente. Me lo expliquen. Las normas han de hacerse para protegernos, sí, pero no para ser corsés ridículos en los que se impida la imaginación, la iniciativa, la originalidad y la personalidad.

Aurora ha visto cómo se cierra su local porque ha tenido la osadía de ser diferente. En otros países se premia. Aquí se le cierra la puerta.

martes, 28 de octubre de 2014

Si el Estado falla, ¿para qué piden más?

Ya no es la crisis, ya no es el paro, ni la amenaza del rescate. Es la corrupción la que nos tiene a todos hasta las narices, por ser fino aunque el momento exige un poco más de contundencia.


 Ahora resulta que, ¡oh sorpresa!, hay una presunta trama organizada para cobrar una serie de porcentajes de los contratos que la administraciones públicas adjudican, siguiendo los principios de concurrencia competitiva, transparencia, publicidad, legalidad y no sé cuántas cosas más. Lo que no encaja es que, si se cumplía todo esto, para qué se pagaban las comisiones.

Esto ya no se arregla con atajar los cuatro o cinco casos de corrupción, ni los cuarenta o cincuenta, ni los cuatrocientos o quinientos. El fondo del asunto es que esto es más descorazonador que cuando Dios se llevó por delante las ciudades de Sodoma y Gomorra, porque aquí no sólo no encontramos ni los diez justos que eviten la masacre, sino que no hay ni un Lot al que avisar para que ponga pies en polvorosa.

Saben que yo sigo insistiendo en la presunción de inocencia como deber sagrado de todo fiel al Estado de Derecho, pero la verdad es que cada día nos lo ponen más difícil. Se está convirtiendo en una cuestión de fe de difícil defensa, como la transubstanciación o la presunta elección de hombres y no de mujeres por Cristo para llevar a cabo su labor evangelizadora.

Nos ponen difícil defender la honorabilidad de una dedicación, la de la política, cuyo objetivo y fin último es el más noble de los posibles: colaborar con tu sociedad a que las cosas vayan mejor. Pero no es el caso. La cueva de ladrones en que por lo que se ve han convertido este país no tiene límite en cuanto a profundidad ni gravedad de los desfalcos.

No hay administración ni nivel que se libre. Desde el más pequeño ayuntamiento a la Corona, aquí todo el mundo ha metido mano a la caja común, ante el aplauso cómplice, y suponemos que previo pago, de quienes debían velar por su integridad.

Todo ha fallado. Mecanismos de control, funcionarios que han de salvaguardar la legalidad, diferentes órganos de supervisión… Ninguno ha cumplido su cometido porque el pecado original de nuestra democracia es que está basada en el poder absoluto e indiscutible de unas Cortes Generales que a su vez dependen exclusivamente de la partitocracia atroz en la que vivimos.

Pero no se engañen, el dictamen es unívoco y claro, pero la receta para la curación no es la misma para todos. La panacea no es echarnos en brazos del primer iluminado que nos pase por delante, tenga o no coleta, y poner ese poder absoluto en manos del que nos come la oreja con palabras bonitas y diagnósticos acertados. La solución es limitar ese poder absoluto.

Que los partidos políticos hayan pervertido esta democracia, convirtiéndola en una caricatura de sí misma, usando el voto como un arma arrojadiza en lugar de como la hermosa herramienta que es, dice muy poco de los partidos pero menos aún de la ciudadanía que lo consiente día tras día. Esto es por nuestro segundo defecto nacional, la pereza, que hace que en España la reacción de indignación convierta nuestras quejas en votos para una presunta alternativa, pero no en implicación personal, no sea que se me estropeen las uñas.

Lo más absurdo de todo esto es que quien viene a salvar la patria no es el que pide menos Estado, que parecería lo lógico, son el que exige más. Todo lo que está pasando no nos convence de que lo suyo es que el ciudadano normal desconfíe de lo público, base del pensamiento liberal, sino que al contrario, vemos que la masa pide más control, más medidas, más Estado, más caldo de cultivo para la corrupción.

Inconcebible, pero es lo que hay, fruto de la completa incultura política de esta España nuestra y de la profundidad de análisis, que se puede comparar, sin equivocarse demasiado, con la de un plato sopero, y no muy lleno.

Reflexionen. Si el Estado ha fallado, ¿no es hora de probar a reducirlo a ver qué pasa?

lunes, 27 de octubre de 2014

¿Qué le habrá pasado al "probe" José Miguel?

El pobre José Miguel tiene un problema, que es su inmenso patrimonio. Propietario de 16 inmuebles en Madrid y cuatro empresas, alguna de las cuales le reporta un sueldo de 105.000 euros al año, ha tenido la mala fortuna de toparse, por culpa de unos asesores fiscales incompetentes, con una multa de Hacienda por importe de más de 900.000 euros.

Sin embargo, ha explicado con todo lujo de detalles que él no tiene culpa de nada, que es un honrado trabajador que cumple escrupulosamente con sus obligaciones impositivas, y que las peripecias contables no tienen nada que ver con él, ni siquiera cuentan con su aval, y han sido causadas por una asesoría mala, malísima, a la que es de suponer que habrá retirado la gestión de todos sus asuntos por meterlo en tamaño lío.

¿Que ha evitado, mediante trucos de prestidigitación contable, tributar a Hacienda lo que le corresponde? Sí, es cierto, pero no por malicia sino por error. Es normal. Te olvidas de llevar una, cometes un pequeño fallo al restar metros cuadrados desgravables y se te despistan 900.000 euritos de nada. Y la gente se pone loca. Es que no hay sentido de la medida.

José Miguel no especula con el ladrillo, sino que hace “inversiones en España”. Es un orgulloso valor de nuestra patria, que compra pisos por doquier pero no para enriquecerse mediante la burbuja inmobiliaria que algunos esperan que se empiece a gestar nuevamente, sino para evitar llevar su dinero a lugares de difícil pronunciación como Liechtenstein o Andorra (esta última más fácil de decir en voz alta). Lo que se llama una persona de principios, que sólo quiere dar trabajo a los honrados albañiles. Tendría que cundir el ejemplo.

Por supuesto tiene la conciencia tan limpia que no le causa rubor alguno elevar su voz contra aquellos que hacen cosas ilegales, ilegítimas o inmorales. Y tiene razón. Ya está bien de tanto chorizo defraudador, que lo hace a mala idea en vez de por una serie de desdichadas cadenas de fallos humanos, como le pasa a él.

Su pecado es totalmente venial, el de confiar en los demás. Lejos de los escándalos bancarios y corruptelas políticas que él condena a diario, con toda la razón del mundo, su cándida inocencia se debe a su bonhomía y en la creencia de la pureza de sus congéneres. Si es que da ganas de proponer su beatificación a la de ya.

Precisamente es esta lucha, la que José Miguel lidera día tras día, la que lleva a mucha gente a convertirlo en diana de sus dardos. Empresas de gran tamaño, gentes de mal vivir y profesionales del guante blanco lo atacan usando como excusa ese pequeño error contable y sus inversiones en suelo patrio para desacreditarlo. ¡Mala gente, mala gente!

La próxima vez que lo vean tengan en cuenta todo esto, porque es una víctima, que se rebela día a día contra un sistema podrido desde su pequeña ventana al mundo. No le tengan en cuenta el tema del fraude, ni lo de sus 16 pisos. No imaginen qué pasaría si en vez de pasarle eso a él le pasa a toooooda la gente a la que critica. Él es puro, él es grande, como el estado de Wyoming al que debe su nombre artístico.

viernes, 24 de octubre de 2014

Cáceres, Capital Gastronómica 2015... Lugo sigue a la espera

Tras este pequeño paréntesis temático, volvamos a lo nuestro que es más interesante: Lugo. Me he dado cuenta de que con tanta rabiosa actualidad se me ha pasado hablarles del tema de la “Capital Gastronómica Española 2015”, título que recayó en Cáceres, preciosa ciudad en la que además se come de maravilla como pude comprobar hace no demasiado.

Lo preocupante de que hayamos sido derrotados nuevamente no es que el ganador no se lo merezca, que por supuesto que sí. Que nos haya vencido Cáceres no es un motivo de vergüenza, pero el problema es que nos podría haber ganado Rabanillo del pinar, vista la "cosa" que enviamos. Lo que me mosquea es que todas las evaluaciones realizadas al “proyecto”, por llamarlo de alguna manera, que envió Lugo destacan su penosa calidad, y eso ya es más para preocuparse.

Verán, lo de “Capital Gastronómica Española” es un certamen que se inventaron hace poco tiempo. Su primera edición fue en 2012. En aquella ocasión estuvimos a un tris de conseguirlo pero nos lo arrebató Logroño.

Este año el Ayuntamiento anunció que no se iba a presentar, porque suponía un desembolso económico de 125.000 euros, lo que es falso… a menos que ganes, claro, en cuyo caso los beneficios que repercuten a la ciudad obviamente son muy superiores al gasto. Baste recordar que en la capital gastronómica de 2014, Vitoria, recibió una promoción que va mucho más a allá de los anuncios que puede pagar con esa cifra, porque además se incluyen cosas que el dinero no puede comprar.

Cuando se ofreció públicamente ayuda al Ayuntamiento para preparar un dossier y una candidatura en condiciones, por parte de Lugo Monumental, la respuesta fue… bueno, aún estamos esperando la respuesta. Sin embargo debió dolerles la vergüenza torera y decidieron concurrir al desafío apoyados en otra asociación, la de Hostelería, lo cual tiene toda la lógica del mundo, ya que es el sector más interesado.

El problema es que el dossier que enviaron era una chapuza de marca mayor (no lo digo yo, lo dijo el jurado, aunque con palabras más políticamente correctas) y sólo les faltó mandar los folios con una goma y manchas de café. Obviamente la presentación no lo es todo, pero vamos, influir influye a quién queremos engañar.

Pero la cuestión va más allá. Como aquí no estamos acostumbrados a hacer las cosas con cierto criterio, minoraron mucho el desafío y se encontraron con que nos enfrentábamos a ciudades que se habían puesto las pilas y habían hecho los deberes. Cáceres, la honrosa vencedora, presentó un programa con una dotación de más de 700.000 euros, de los que la comunidad autónoma aportaba casi todo y, encima, su apoyo expreso.

En Lugo hablamos de las tapas. Una cosa muy nuestra, aunque ya no tanto, y muy sabrosa, pero la capital española de la gastronomía ha de consistir en algo más que irse de vinos con los colegas, una actividad social maravillosa que tiene poco que ver con lo que estamos hablando.

Una promoción turística adecuada es parte de esta gastronomía. Imagino la cara de susto que pondría cualquier miembro del jurado cuando entró, que supongo que lo habrán hecho, en la web turística de la ciudad y se encontraron el desolador panorama de una web “en obras” y con los enlaces rotos. “Pues yo aquí no pongo mi voto”, se dirían. Y con razón.

Lugo, una vez más, se ha quedado fuera, y creo que nadie duda de nuestras virtudes gastronómicas. El problema es otro, la desidia y la inutilidad de nuestro bienamado Gobierno Local, que se ha encargado de hacernos quedar, de nuevo, como una ciudad chapucera y en que todo se hace en el último minuto y de cualquier manera. El sello personal de Carmen Basadre con la inestimable colaboración de quienes colaboraron en esto.

Para comer, Lugo. Pero que no se entere nadie, no sea.

jueves, 23 de octubre de 2014

No soy yo, eres tú

Cuando una relación se rompe la decisión la suele tomar una de las partes. En ocasiones es “por mutuo acuerdo” pero es lo menos habitual, aunque se venda así de cara al exterior para no humillar a nadie.

Pero la persona abandonada suele buscar explicaciones ajenas a sí misma: “¿hay alguien más?” es la gran pregunta cuya respuesta no quieres saber, porque sea cual sea es demoledora. Si te contestan que sí, significa que tu pareja te ha dejado por otra persona “mejor”, lo que es devastador. Pero ¿y si te contestan que no? En mi opinión es todavía peor, porque te están diciendo que prefieren estar en soledad que contigo, que prefieren el vacío, la nada, a tu compañía.

Que te abandonen sin motivo entiendo que no es fácilmente asumible. Pero si las explicaciones que te dan se alejan del “no es por ti, es por mí”, y se centran en explicarte tus defectos, los que han hecho la convivencia imposible, tampoco es plato de gusto.

La solución más sencilla para la autodefensa es echar la culpa de todo al que se va. Decir que los motivos que alega son falsos, que en realidad se marcha porque hay otra persona y que te ha traicionado. Aunque tú ahora bebas y te emborraches, cosa que antes no hacías, o estés todo el día de mal humor y tratas mal a la familia porque has cambiado de trabajo y en el que estás eres infeliz, o porque has empezado a cometer delitos y tu pareja no quiere relacionarse con alguien así.

Es comprensible, sí, pero también peligroso. Peligroso porque si el que abandona la relación tiene razón y sus motivos son ciertos, quizás deberías reflexionar sobre cómo eras cuando os conocisteis y enamorasteis y cómo eres ahora. “¿He cambiado tanto?, ¿en qué me estoy convirtiendo?”. Esa es la pregunta que debes hacerte.

Se suele decir que cada uno se ve a sí mismo mejor o peor de lo que es pero nunca como es realmente. Eso es lógico porque tampoco los demás nos ven como somos, sino que cada cual utiliza las lentes coloreadas de sus propios prejuicios para analizar lo que le rodea. Con el espejo somos igual de subjetivos, pero hay cosas que ayudan o deben ayudar. Si todos te dicen que has engordado, por mucho que te quieras engañar llega un momento que la ropa te aprieta, y es el momento de comer menos pan y patatas e intentar volver a donde estabas, a tu talla.

Por supuesto que esto no es un canto a las bondades del abandono, sino una reflexión sobre lo que te puede hacer pensar sobre las causas del mismo.

Mi matrimonio goza de excelente salud, por cierto. No se alarme nadie.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Una despedida

Tras un largo período de reflexión he llegado a una decisión que no me llena de alegría pero que creo que por coherencia conmigo mismo no tenía más remedio que tomar: la de causar baja como militante del Partido Popular.

Desde mi afiliación, hace unos 20 años, ha habido cosas con las que he estado de acuerdo y cosas con las que no, como es lógico en cualquier organización. Mis discrepancias, en ocasiones bastante importantes, no me hicieron pensar en causar baja, porque siempre comprendí que el rumbo ideológico que representaba el PP, en líneas generales, era coincidente en su esencia con el que mi conciencia me dictaba.

Eso sí, esas divergencias han hecho que internamente siempre haya sido considerado un crítico, entre otras cosas porque que jamás las he ocultado al creer que es la obligación de todo ciudadano, milite o no en una formación política, ayudar a construir un futuro mejor, y eso se consigue participando y hablando.

¿Qué ha cambiado? Pues que me han decepcionado muchas cosas a todos los niveles, y ciertas actitudes que no puedo seguir avalando con mi militancia, como expliqué en la carta en que comunicaba mi baja.

Dudo mucho que a Mariano Rajoy le preocupe demasiado un afiliado menos en una capital de provincia, pero si en lugar de uno son muchos quizás empiecen a reflexionar sobre si se están haciendo las cosas como se debe. Y cuidado, que no estoy diciendo que todo sean errores y que no haya aciertos, que los hay, sino que hay temas injustificables que impiden que yo, personalmente, descanse tranquilo con un presunto aval por mi parte. Es cierto que el PP nos está sacando del abismo al que nos empujaba Zapatero, pero el mandato que los españoles le dieron para la reforma de este país iba mucho más allá de lo que se ha hecho.

¿Hay más motivos? Sí, claro que los hay, y más cercanos que las cosas que ocurren o no ocurren en Madrid. Muchas pequeñas cosas y algunas grandes que te hacen replantearte si las personas que se supone que defienden tus ideas saben qué ideas defienden. Ver el páramo intelectual e ideológico de los supuestos próceres de un partido es triste. Si es el tuyo es devastador, que es lo que me ha pasado a mí. Cuando no puedes respetar a una gran parte de las personas a las que tienes que apoyar, mal vamos.

Hay grandes excepciones, que no nombraré por si los meto en un lío, pero por ejemplo ver el currículum de los conselleiros de Feijoo no invita a decir "pues podría estar yo", porque todos nos dan sopas con hondas al común de los mortales. También hay otra gente que no tiene una gran preparación ideológica pero que compensa esa carencia con un instinto y unas convicciones e iniciativas que harían palidecer a cualquier catedrático. Pero estas excepciones no dejan de ser eso, "raras avis" que están muchas veces ninguneados o apartados porque los que matarían a su madre por un cargo de "poder" no aceptan que se les arrimen, no sea que se haga evidente su propia ineptitud.

Supongo que esta decisión podrá sorprender a algunos. 24 horas antes de hacerla efectiva estaba en la SER defendiendo algunas posturas del PP (y atacando otras, que yo soy poco de absolutos) y habrá quien se pregunte cómo se come esto. Pues es sencillo, lo mismo que dije el lunes lo repetiría el martes o el miércoles, y probablemente lo podría repetir el lunes que viene, porque lo que pensaba que se hizo mal lo sigo pensando, pero lo que pensaba que se hizo bien, también lo sigo pensando.

No esperen que ahora me desdiga de tantas cosas, porque no va a pasar. La aplicación de móvil de Jaime me sigue pareciendo igual de buena en lo bueno e igual de mala en lo malo. Yo no he cambiado, aunque quizás sí cambiará la forma que tengan algunos de leer lo que escribo, si es que les apetece leerlo.

Quedan en el Partido Popular buenos amigos, que pretendo que sigan siéndolo, y espero que una decisión que se restringe meramente al ámbito personal no se convierta en otra cosa. He de decir que escribo esto a las diez y media de la noche y estoy bastante sorprendido de lo rápido que se ha propagado la cuestión y las llamadas y mensajes recibidos, que agradezco sinceramente. Pero no le den más importancia de la que tiene.

Ah, y un mensaje al PP como colectivo: os deseo lo mejor, ya que también lo es para mi ciudad, mi país y mi sociedad.

martes, 21 de octubre de 2014

Paralelismos preocupantes

Llevo escribiendo este blog desde 2010, y ya en los primeros artículos advertía de que, en mi opinión, España está cultivando claramente un ambiente propicio a la ascensión de agrupaciones populistas y con tintes totalitarios. En estos cinco años la cosa, lejos de ir a menos, ha aumentado escandalosamente, pero vamos a eso más tarde.

Hay comparaciones que resultan odiosas, lo sé, pero quizás más por los prejuicios del lector que del escritor. Verán, ayer en la tertulia de la Cadena Ser a la que acudo los lunes por la tarde (permítanme la promoción) de 19:05 a 20:10 más o menos, se me alteró bastante un contertulio por una comparación que hice entre el desafío lanzado por Pablo Iglesias a sus seguidores de Podemos (o me dais poder absoluto o me marcho) y el que hizo Hitler en 1921 a los suyos del Partido Obrero Alemán, planteado exactamente en los mismos términos.

Es sorprendente que el señor Pablo Iglesias no acepte compartir la cúpula de una organización que supuestamente se dice la panacea de la democracia, y que plantee esa dicotomía de “yo o el caos” en lugar de aceptar un esquema colegiado al que no entiendo tal alergia y que establece dudosas bases para su pretendido ascenso a responsabilidades de gobierno.

Hay más paralelismos, claro está. Hitler llegó al Partido Obrero Alemán en 1919 y en 1920 no sólo se había hecho con el control del mismo, sino que lo refundó al tan conocido como denostado Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, abreviado a “partido nazi”, de cuyos “méritos” somos todos harto conscientes. Del mismo modo, Pablo Iglesias llegó a agrupaciones de corte comunista pero prefirió fundar su propia marca en un plazo muy breve de tiempo. Al igual que el precedente alemán, Iglesias presenta una calculada imagen de sencillez, que contrasta con las corbatas y el envaramiento encorsetado de sus odiados "políticos"... Hay mucho más, pero estos son algunos ejemplos.

¿Quiere esto decir que considero que Pablo Iglesias va a montar campos de concentración y cámaras de gas a la primera oportunidad que tenga? Por supuesto que no. La comparación no la establezco entre las políticas de la Alemania Nazi y las que propone Podemos, de eso ya hablaremos cuando nos aclaren exactamente qué es lo que proponen. La establezco entre una figura política actual y otra que, a pesar de ser considerado uno de los grandes monstruos de la historia de la humanidad, tuvo innegables virtudes como orador y trepador a las más altas escalas del poder. Intentaría establecer paralelismos con Napoleón o Fidel Castro, si eso les parece menos insultante, pero no conozco tan a fondo sus biografías como la de Hitler, cuyo fenómeno siempre me ha fascinado igual que Darth Vader es el indiscutible protagonista de Star Wars. Será el atractivo del reverso tenebroso.

España se enfrenta a un reto importante, el de distinguir, y no es fácil. Verán, nos ponen delante espejismos y estamos deseando creer en ellos, principalmente porque estamos hartos y decepcionados, y no es para menos. Que los telediarios vengan plagados de tarjetas negras, chanchullos, colocación de primos y cuñados, funcionarios con empresas a las que contratan desde su puesto público, escándalos, corrupciones y demás no ayuda a la democracia ni a templar los ánimos en una crisis que encima tiene a más de cuatro millones de personas en la calle.

La democracia es mucho más que sacar los colores a “la casta”, lo cual hacemos todos los días en los bares los españoles, pero el problema real es que la gente hoy no quiere democracia sino venganza. Está deseando ver caer a “los políticos” porque todos los días nos están demostrando que no merecen la confianza que el sistema ha puesto en ellos, usando una inaceptable pero común generalización.

La Rusia de los Zares era un nido de corrupción y degradación, que fue la principal causa de la revolución soviética de 1917. Sin embargo sustituyeron aquel sistema por otro quizás más terrible todavía, el imperio comunista que causó más muertos que las cámaras de gas nazis, que ya es decir.

Comparto el diagnóstico de que el sistema está totalmente desacreditado, pero me preocupa enormemente el camino que algunos pretenden tomar para “arreglarlo”. Echarse en brazos del primero que pasa con un discurso más o menos atractivo es tentador, lo comprendo, pero es exactamente lo que hicieron los alemanes en los años 30, y así les fue. De hecho así nos fue a todos. Quizás Podemos sea la solución, no lo sé, pero me preocupa enormemente algunas de las señales que emiten para el que las quiera o las pueda ver.

lunes, 20 de octubre de 2014

Lugo contra el cáncer de mama

Ayer la Asociación Española Contra el Cáncer celebró el día internacional contra el cáncer de mama, una afección contra la que tarde o temprano le toca lidiar a una de cada ocho mujeres, que ya son.

En Lugo se celebró con la creación de un gran lazo de plantas rosas frente a la Mosquera y, lo que es más práctico, la venta de plantas en toda la Muralla a beneficio de la AECC. Una iniciativa excelente, bien planificada y perfectamente orquestada en la que tuvo muchísimo que ver El Progreso, ya que es quien tuvo la iniciativa (ovación y especial mención a Ada, la mente pensante que, encima, es un encanto de mujer).

Organizadores
Este tipo de actos son posibles también gracias a las empresas que han colaborado con la organización, y aunque en este tipo de artículos se suelen soslayar, me van a permitir hacerles la publicidad que se merecen incluyendo sus logos, que he sacado de la invitación que nos mandaron para asistir al acto.

Empresas e instituciones colaboradoras

Ya en materia, la presidenta del grupo, Blanca García Montenegro, habló de la gran importancia de la detección de problemas como primera medida para la lucha contra estos tumores. Aunque la concienciación ha aumentado espectacularmente, aún falta mucho por andar.

Cómo hacer una exploración de mama...
Sobre este tema el otro día un amigo puso un vídeo de cómo realizar una exploración “casera” de pechos que, además de gracioso porque está presentado por tíos cachas descamisados, es válido a todos los efectos. Recomiendo su visionado, porque encima para las destinatarias es interesante en todos los sentidos del término.

Este tipo de campañas son importantes. Por mucho que algunas como la que les hablo se tomen a chirigota por el formato, lo importante es que cale el mensaje y ahí es donde entra el granito de arena que todos podemos aportar. Valga para ello este sencillo homenaje desde un discreto blog.

El tema del cáncer a todos nos ha tocado más o menos cerca. En mi caso he perdido a familiares por su culpa y ha puesto en peligro la vida de otros. Es algo en lo que todos nos hemos de implicar porque no genera tantos titulares como el ébola, pero es mucho más peligroso porque nos hemos acostumbrado a convivir con él, como si no hubiera esperanza y la hay.

Insisto: lo primero la precaución. Lo segundo perderle el respeto y el miedo y no hablar de “una larga y penosa enfermedad”. Se llama cáncer, y evitar su nombre no lo hace menos mortal. Cojamos al cangrejo por las pinzas.

viernes, 17 de octubre de 2014

CastiñeirApp, un avance pionero

Ayer Jaime Castiñeira presentó su aplicación móvil, una herramienta pensada para lograr un contacto directo con los lucenses, sobre todo los más avezados en nuevas tecnologías. Un buen paso adelante en una dirección en la que es obligatorio ir a día de hoy.


Las nuevas tecnologías no son una moda, sino una forma de hacer las cosas. El problema no es crearlas y presentarlas a la prensa, que es lo que se suele hacer, sino mantenerlas. Díganmelo a mí, que llevo más de 800 artículos y sé lo que es estar pendiente de este tema, aunque en mi caso sean unas elucubraciones de un interés relativo y en el otro las del representante de un buen número de lucenses.

La aplicación de Jaime está razonablemente bien pensada. Fotos personales, espacio para sugerencias, para pedir cita, enlace al blog… Una forma de contacto directo que es lo que se supone que la gente pide a voz en grito, aunque sea para luego no usarla. Particularmente puede funcionar con la gente más o menos joven, que es la que suele estar colgada del móvil todo el día. Han tenido el acierto de publicar la aplicación simultáneamente en Android e IOS, con lo que se evitan las incompatibilidades.

El icono no me convence
Por ponerle algún “pero”, no me acaba de convencer el icono, que es un retrato del propio Jaime y que recuerda un poco a las caras de Bélmez, pero es por ser un poco picajoso y que no me digan ustedes que no critico nada. Tampoco me convence el monolingüismo en gallego, ya que no es tan complicado tener una versión duplicada en castellano.

Habrá quien vea el tema como un poco egocéntrico, ya que está muy centrado en la figura de Jaime, pero tiene su lógica porque es el candidato y cuando uno se dedica a eso ha de renunciar a la modestia hasta cierto punto, y si no miren cómo lleva el tema el actual Alcalde, que hasta tuvo la osadía de utilizar su propia imagen para protagonizar un videojuego. Si eso no es egocentrismo baje Dios y lo vea.

El caso de Orozco es diferente del de Jaime. Las nuevas tecnologías para él parecen ser más una cuestión propagandística que real. Tuvo sus momentos de gloria pero las ha descuidado mucho en los últimos años, principalmente porque ya no salen titulares y el trabajo que da mantener estas cosas no le compensa si no gana portadas en medios locales. Baste decir que su página web está hecha unos zorros, porque falla al abrirla y los contenidos tienen una antigüedad mínima de dos años.

La web de Orozco, con un mantenimiento pésimo
No me extraña demasiado, ya que su página web adolece de lo mismo que las que publica oficialmente el Ayuntamiento de Lugo: están desfasadas, mal mantenidas, contienen datos incorrectos, y para más inri la del propio Alcalde está enlazada desde la principal (www.lugo.es) con lo que se supone que no es su página personal, sino la oficial como Alcalde, así que es vergonzoso que siga estando en ese deplorable estado.

Es lo que les decía antes, lo importante no es poner sobre la mesa una web, un blog o una aplicación, es mantenerlas y utilizarlas. Si lo ves como una forma de ganarte el titular al día siguiente lo vas a descuidad, pero si crees en su importancia real el mantenimiento es una cuestión de primer orden.

En Lugo el blog político más antiguo que sigue refrescándose puntualmente cada dos semanas es el de Joaquín García Díez, que es fiel a su cita con los internautas exponiendo sus ideas en un medio en que la interlocución con el protagonista es inmediata. Y es bilingüe, por cierto, para que nadie se mosquee.

Volviendo al tema de CastiñeirApp, lo que más me ha gustado es que haya ese buzón de sugerencias para poder hacer llegar Jaime las cuestiones que uno quiera en el momento y a través de su móvil. Además, lo de poder pedir cita con él también a través de la aplicación da una sensación de cercanía y de accesibilidad muy importante. Me parece una muy buena iniciativa la verdad.

Les animo a probar la aplicación y dar su opinión. No a mí, que es irrelevante, sino al propio Jaime. Ahora pueden hacerlo directamente. Es un avance más que interesante. Además he estado buscando en Google y no he encontrado que nadie haya hecho antes nada similar. Vamos, que Castiñeira es pionero en este tema, lo que es digno de mención.

jueves, 16 de octubre de 2014

Muertos nocturnos

Lugo es una ciudad muy tradicional en algunas cosas y moderna “que lo flipas”, frase muy de los 90, pero uno no siempre va con los tiempos. ¿En qué somos tradicionales? En recuperar fiestas antiguas, en el amor a las costumbres… cosas hermosas y dignas de recordar. Lo moderno es cuando nos tomamos a chirigota algunas cosas otrora sagrada, como es la paz de nuestros difuntos en el cementerio.

Ya les había hablado de las visitas turísticas al cementerio, que lo que se dice turísticas no son, puesto que consisten más en guías para lucenses curiosos. Mal enfocado, creo yo, lo de ponerlo como algo para vender al exterior, ya que no encaja demasiado con lo que un visitante que viene a una ciudad como Lugo se espera y desea.

Pero es que ahora le dan una vuelta de tuerca, supongo que para entretenernos a los blogueros, y diseñan visitas… ¡nocturnas! al cementerio. De verdad que es en serio.

Miren, tanto me disgusta el tema, que me parece una nueva tomadura de pelo, que hasta no voy a comentarlo más. Creo que habla por sí sólo.

¡Vaya con la política turística, señor Orozco! ¡Visitas al cementerio, ahora en horario nocturno! ¡Promoción del turismo con la huelga de basuras! ¡Horarios ridículos en los centros a visitar! ¡Cobro de entradas disparatadas!... Y luego nos quejamos.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Las enfermedades también tienen modas

Somos una panda de histéricos, con la colaboración interesada de los medios de comunicación, que lo único que hacen desde hace años es practicar un amarillismo que está lejano del mundo real. No deja de ser curioso que quienes se dedican a atacar al mundo de la política por estar alejado de la realidad nos pinte un cuadro bastante distante del día a día real del que vive el ciudadano medio, sólo porque se deciden a poner el foco de atención en un tema y no en otro, quizás porque tiene más “impacto periodístico” que es una forma de decir que mola más.

Hace un par de años parecía que todos los días había un niño al que había mordido un perro. Una de dos: o los perros han dejado de morder o es que han dejado de sacarlo en las noticias. Me inclino por lo segundo. Ya no "centra la actualidad informativa". Ya no nos enteramos. Ya no cruzamos de acera cuando vemos un perro de paseo con su dueño porque ahora nos escapamos del africano, que es la forma fina de decir del negro. Pero no somos racistas, oiga, somos gente precavida (modo ironía: ON).

El ébola está de moda, y su incidencia mediática tapa descaradamente otras alertas sanitarias bastante más graves. A día de hoy llevamos un 10 a 0 en favor de la legionella, que se ha llevado por delante a 10 personas en Cataluña sin que apenas se trate el tema en los medios, quizás porque Dustin Hoffman no hizo una película sobre torres de refrigeración sino sobre virus africanos.


El cuadro de la OMS sobre enfemedades en el mundo
Nos ponen el foco en una cerilla y nos hacen ignorar un bosque ardiendo a nuestra espalda, del que sólo nos daremos cuenta cuando el calor sea abrasador y nos quememos. El ébola está “de moda”, insisto, y tapa hechos como que en los países “desarrollados” mueren cada año 46.000 personas por tuberculosis, que suena muy a siglo XVIII, que a diferencia de la “crisis del momento” sí se contagia por vía aérea. Y no hay semejante despliegue informativo. Del llamado “tercer mundo” ya ni les cuento, porque curiosamente es la enfermedad infecciona más letal del planeta después del SIDA, e insisto en que sí se contagia por el aire. La tuberculosis ha matado el 2012 a más de 930.000 personas según la OMS.

“Para el ébola no hay tratamiento”, se nos dice. Tampoco para el SIDA, que según el mismo informe acabó con más de un millón y medio de personas el año 2012. Hay tratamiento, pero no te garantiza nada porque no es como la mayor parte de enfermedades por una simple cuestión de porcentajes de supervivencia. Sin embargo fíjense que de los 13 occidentales repatriados han muerto solo 3, y 7 al menos están curados. Los otros siguen a tratamiento.

El cuadro de la OMS sólo de "occidente"
El cuadro de enfermedades contagiosas mortales es terrorífico, porque encima la mayor parte de ellas se pueden curar con el adecuado tratamiento. No todas y no en todos los casos, claro está.

Pero sólo importa el ébola. Que la hepatitis mate 780.000 personas, siendo una enfermedad altamente contagiosa no es importante. Sólo hay ébola.

Se podrá decir (que de malpensados está el mundo lleno) que pretendo sacar importancia al ébola. Nada más lejos. Lo que quiero es poner las cosas en el que creo que es su lugar y, una vez más, invitarles a ser críticos con lo que leen y escuchan.

¿Hay que minimizar el tema del ébola? Por supuesto que no, pero sí relativizarlo, ver por qué nos ponemos tan nerviosos con eso y no con otras enfermedades con una incidencia mucho peor. ¿Porque lo dice la tele? Casi seguro que sí.

Y luego vamos de críticos, que es lo más grande.

martes, 14 de octubre de 2014

Los 550.000

Lo sé, resulto cansino con este tema pero es que también lo es el ayuntamiento tomándonos por idiotas con las cifras del San Froilán.

Asegura la señora Basadre que en las fiestas hubo unas 550.000 personas. Los periodistas, tras parar de reírse, preguntaron de dónde salía esa cifra, si el propio ayuntamiento dijo en el juzgado que en el ferial nunca había más de 10.000 y la concejala respondió que le preguntaran a protección civil y a la policía que son los que dan los números. Imagino la segunda oleada de carcajadas.

San Froilán visto por Carmen Basadre
Pero vamos a ver, ¿alguien se cree esa tontería? ¿Ustedes saben lo que son 550.000 personas? Baste decirles que la población de la ciudad de La Coruña es de 246000 habitantes, así que según la señora Basadre estuvo en Lugo el equivalente a un Lugo y dos Coruñas aproximadamente. Ahí es nada.

Una vez más me veo obligado a hacer el cálculo de siempre: ¿Dónde comió toda esa gente? ¿Dónde durmió? Ah, que ha pasado el día y se ha ido… ya, ya… ¿en qué? Porque si restas los 100.000 habitantes de Lugo a esa cifra te quedan 450.000. Y si ponemos, que ya es poner, que 10.000 vinieran en autobuses y trenes (ya les gustaría a las empresas de transporte), nos quedan 440.000 personas.

A cuatro por vehículo, suponiendo también que todo el mundo es ecológico y maravilloso, me salen 110.000 coches. 229 plazas hay en el subterráneo de Santo Domingo, 195 en la Constitución y 237 en la del Ferrol. Me sale un total de 661 plazas. Me faltan 109.339 coches por aparcar.

El truco es el siguiente. Si por un sitio concreto, pongamos la puerta de Obispo Aguirre, pasan durante 60 minutos 2000 personas se hace una regla de tres: 1000*24horas = 48.000 personas diarias. Si son diez días de fiesta 480.000 personas. Y algo de propina para redondear que siempre queda bien.

Así uno puede justificar cualquier tontería. Pero cuidado, porque no es tan sencillo. Después resulta que tienes que argumentar en el juzgado lo contrario, lo que te obliga a hacer un encaje de bolillos de difícil penitencia, ya que tienes que demostrar con un informe “técnico” que en el ferial nunca hay más de 10.000 personas, ya que el tema de ruidos es muy puñetero con esas cifras y a partir de 20.000 necesitas una serie de planes de seguridad que no quieren o no pueden hacer.

San Froilán real - 10/10/2014 - 19:30 horas
Vamos que si calculan que tooooodo el recinto ferial (por pequeño que lo hayan dejado sigue siendo un tramo bastante importante) hay 10.000 personas, ¿me explican dónde están las otras 540.000?

Y eso de “es que son 550.000 en los 10 días” no cuela, porque obviamente si uno va al centro 20 veces, 20 veces lo cuentan, con lo que decir que han ido 20 personas al San Froilán es directamente falso. Yo mismo fui a Gastroarte 4 veces, ¿he contado como 4 visitantes?

Sólo hay dos formas de saber la afluencia de las fiestas. La primera es poniendo un turnomatik como los de las pescaderías a la entrada de la ciudad, cosa muy poco práctica y muy nazi, y la segunda es viendo la afluencia de atracciones, casetas y locales.

Los feriantes ya se han quejado, y creo que con razón. El sábado por la noche, víspera del Pilar (en teoría la noche más fuerte de las fiestas o de las más importantes al menos) en el ferial había gente pero sin pasarse, y no había cola para subir a las atracciones, cosa inédita en nuestras fiestas.

Los 550.000 estarían viendo los fuegos artificiales en el puente romano.

lunes, 13 de octubre de 2014

El 'Gran concierto' que faltó en las fiestas

Me han gustado los conciertos de San Froilán. Ha habido variedad, y pudimos ver desde agrupaciones locales de muy distinto pelaje, hasta salsa, rock, y al considerado el mejor violinista del mundo en nuestros escenarios. Aun así hay quien dice (yo también, lo reconozco) que ha faltado un “gran concierto”.

¿Qué quiere decir eso? ¿No fueron grandes conciertos los que vimos en las fiestas? Sí pero no. Son grandes por su calidad, pero creo que es obvio a qué nos referimos: a una actuación popular, de las que salen en los periódicos de las provincias de alrededor y atrae a gente que viene a ver a fulano de tal, como cuando nosotros salimos en excursión a ver la actuación de rigor en Santiago.

Antes se hacía. Recuerdo grandes conciertos hace años, cuando el San Froilán se autofinanciaba y no se ponía un duro público. Aquí vinieron grupos míticos en lo más alto de su carrera. Mecano, cuando eran dioses, recaló en Lugo, igual que Miguel Bosé, Luz Casal, Serrat, Mocedades, Loquillo… Nombres que hoy suenan a casposos quizás (o quizás no tanto) pero que nos hacían apretujarnos en los recintos de conciertos como no se ve desde hace tiempo. Quizás el concierto de Carlinhos Brown es una referencia de lo que les digo.

El problema es el de siempre: que si estamos fuera de fechas, que si no hay dinero, que si no hay un recinto adecuado… Lo primero no lo comparto porque hay conciertos todo el año en toda España. Quizás cuando había “giras” en los 80, en que tenías que adaptarte a los calendarios de los artistas podría ser cierto, pero hoy lo dudo mucho.

En cuanto a lo del dinero, la insana costumbre de poner “todo gratis”, como si no lo fuéramos a pagar con nuestros impuestos, es parte de la cuestión. Qué quieren que les diga, me parece más razonable cobrar una entrada proporcional por ver una gran figura que no traer el concierto.

Por último está el tema del local. ¿Qué problema tiene el Pabellón Municipal de Deportes donde toda la vida se hicieron grandes conciertos? La situación es perfecta, al lado del ferial y cerca del centro, el tamaño adecuado (cabrán unas 4000 personas por lo menos) y encima está cubierto. Quizás no sería mala idea hacerle una reforma parcial y adaptar un lateral (en mi opinión el que está al lado opuesto del aparcamiento) para facilitar el montaje de escenarios y hacerlo compatible con la actividad deportiva.

El Pabellón es el gran olvidado de las estructuras públicas lucenses. Ya sé que las hay abandonadas, pero de esas hablamos a diario, como es el antiguo Xeral. Del otro Pabellón, el de la OJE que está junto a la Diputación ya hemos hablado, pero anda que no sería también un sitio perfecto para actividades en el centro.

Lugo tiene muchas posibilidades de mejorar muchas cosas. Nos faltó un “gran concierto”, pero a pesar de la lluvia no han sido unas malas fiestas.

viernes, 10 de octubre de 2014

Manteros vs Artesanos

Si ustedes le preguntan a cualquiera por la calle si considera necesario cumplir las leyes le dirá casi con total seguridad un “sí” rotundo. Otra cosa es que luego lo haga y no se salte el semáforo cuando nadie mira, baje la basura a destiempo o se aproveche del error de la cajera del supermercado y no le diga que le dio mal el cambio. Este es el país de Rinconete y Cortadillo, en el que sé que tomabas las uvas de tres en tres porque yo las tomaba de dos en dos y tú callabas, el del Lazarillo y la picaresca, que no es más que una forma agradable de decir que nos pasamos las normas por el forro.

En las fiestas patronales de este año el Ayuntamiento ha actuado contundentemente y ha cumplido, por una vez, con su palabra de no permitir la instalación de manteros tras años y más años de permisividad flagrante. Quizás tuvo algo que ver la denuncia presentada el año pasado, esa misma a la que quitaron importancia y razón (aunque ahora de facto se la dan) con una falsa acusación de racismo y sabe Dios qué más.

Puestos de manteros en 2013 - foto de El Progreso
Pero lo que me deja ojiplático es la reacción de una parte de la población al decir que el San Froilán está deslucido porque falta “color” por este tema. Tengo que reconocer mi asombro. Entiendo que hay mucha gente que quiere comprar el bolso falso a 15 euros, pero hombre, lo de cumplir las normas o es o no es. Me sorprende que sea “a medias” o sólo cuando interesa.

Me parece inconcebible esa defensa de una actividad ilegal, que incluye tanto falsificación de productos como explotación de personas que trabajan para mafias. Sería como si se hiciera una campaña contra la prostitución en la Tinería y la gente anduviera diciendo que la zona "ha perdido ambiente". Difícil de entender.

Hay varios argumentos que se suelen usar para defender la actividad ilegal de los manteros que me parecen inasumibles, desde cualquier punto de vista un poco serio:

Gastroarte, la feria de 2014
en Ramón Ferreiro
  • Pobre gente, sólo se busca la vida”. También se la busca el comerciante que paga sus impuestos todo el año y colabora a mantener los puestos de trabajo de los que vive este país. Esos comerciantes están pasando malos momentos y que se desvíen montañas de dinero a un mercado ilegal no les ayuda lo más mínimo. Por cierto, si tanta pena le dan a la gente que los defiende, ¿por qué les regatean cinco euros por el puñetero bolso? La realidad es que el 90% de los defensores sólo quieren comprar la falsificación barata y les importa un cuerno el vendedor.
  • No hacen daño a nadie, sólo a grandes marcas”. Es falso. El que compra un bolso falso de Channel no iba a comprar el auténtico casi seguro, pero tampoco comprará otro sin marca en el pequeño comercio que vende bolsos de 15 o 20 euros. El daño se lo hace al pequeño, no al grande. Lo mismo con los relojes. El que iba a comprar un Montblanc no va a dejar de hacerlo porque lo vea en el mercadillo, pero el que vende relojes baratos dejará de venderlos.
  • Los políticos son unos corruptos y es injusto que vayan a por el más débil”. Lo primero es una generalización inaceptable (aunque más frecuente de lo que a todos nos gustaría, por desgracia) y además no justificaría que mirasen para otro lado mientras hay una clamorosa actividad ilegal. Lo segundo es falso porque no hablamos de cuatro desgraciados como se nos quiere hacer ver, sino de mafias perfectamente organizadas.
Insisto en que me resulta incomprensible esa línea argumental, que no beneficia a nadie salvo a las redes criminales de falsificación y a quienes quieren comprar falsificaciones. Si no hubiera habido permisividad durante tantísimos años no habría pasado todo esto. El Ayuntamiento ha reaccionado correctamente este año solucionando un problema que ellos mismos crearon durante una década, y lo han hecho forzados, pero lo han hecho. A ver si la cosa se mantiene.

¿Eso quiere decir que se impida la actividad de cualquier vendedor ambulante? Por supuesto que no. Lugo Monumental propuso que se creara una zona de libre comercio, una especie de "mercadillo de San Froilán" en que los que estén dados de alta en autónomos, o que estén empleados de otros (vamos, los que tengan en regla las cosas) y no vendan falsificaciones puedan vender libremente (pañuelos, bolsos sin marca, artesanías...). Yo también echo de menos una zona de mercado más grande, pero eso no justifica ilegalidades manifiestas.

Artesanfroilán, la feria de artesanía que ya es tradicional
El San Froilán, como casi todas las fiestas patronales, comenzó como una feria medieval. Ese espíritu de mercado se intentó recuperar con distintas ventas de artesanía patria, aunque otro día les hablaré de esto porque ha sido bastante chapucera la forma de organizarlo. Todos queremos puestecitos, somos una sociedad consumista por naturaleza, pero no se puede aceptar un mercado ilegal.

Les recomiendo una visita a Artesanfroilán, tras el ayuntamiento, y a la feria Gastroarte, que está muy bien salvo por la ubicación (la han puesto un poco lejos, la verdad) en Ramón Ferreiro. Son artesanos que trabajan y pagan sus impuestos aquí, que pagan nuestros servicios públicos igual que ustedes y yo. Particularmente me llamaron la atención el puesto de artículos de madera de olivo y otro de una especie de pastas de nuez que están buenísimas. No se lo pierdan, les queda este fin de semana para ir.

jueves, 9 de octubre de 2014

Sobre responsabilidades y culpas ¿Debe dimitir Ana Mato?

Hablábamos ayer del ébola y nos toca hoy otra vez. Me temo que seguiremos con el tema una temporada, aunque me niego a dedicarle todos los días los artículos, entre otras cosas porque no sé ustedes pero yo estoy empezando a saturarme de “información”. Lo entrecomillo porque lo que nos llegan son opiniones, gritos, histerias, y mensajes tranquilizadores que tranquilizan bastante poco.

De lo del perro ni hablo. Me niego a centrar esto en el pobre animal cuando hay gente enferma. Lo único que les diría a todos los que defienden que fue un “asesinato” es que piensen en la cara que se les pondría si durante el “aislamiento” que pedían se contagia una sola persona. Una me llega.

La política ha metido su sucia mano en el tema, y en este país donde nos encanta usar cualquier cosa para echárselo a la cara a los que nos gustan poco, se utiliza el tema descaradamente para intentar sacar réditos políticos. Supongamos por un momento que la confesión de la enfermera de que metió la pata y se tocó la cara con el traje es auténtica… ¿seguirán pidiendo aun así la dimisión de Ana Mato los que ahora lo gritan? Supongo que sí, porque dirán que no prepararon bien al personal o que “el protocolo” tendría que prever eso. Vamos por partes.

¿Debe dimitir Ana Mato? En mi opinión sí. No por su responsabilidad en lo del ébola, que la veo bastante escasa, sino porque ella misma pidió que Carme Chacón se marchara por un caso de gripe porcina en un cuartel militar. Decía entonces Ana Mato que “La política es la obligación de intentar impedir que la enfermedad se propague y ellos no lo han hecho. A mí me parece gravísimo y si la ministra no da explicaciones suficientes, debería dimitir”, a lo que añadió que “con la salud de los españoles no se juega, es un tema fundamental para nosotros, y queremos que se tomen las medidas necesarias para que se garantizar la salud de todos los españoles”. Es lo que tiene echar la lengua a pacer, que se te vuelve en contra. Lo mismo le había pasado a Pepe Blanco con los imputados, contra los que cargaba cual Santiago a caballo, hasta que pasó él por el banquillo y vio que las cosas no son tan sencillas. Ana Mato puede salvarse por lo de “las explicaciones”, pero el espíritu de sus declaraciones no dejan lugar a duda. Pues aplícate al cuento, guapa, o haber sido más prudente en su día.

Vamos ahora con las responsabilidades. Se culpa a la enfermera de haber sido la responsable de su propio contagio porque se tocó la cara con el traje. También por no haber dicho en el hospital al que acudió que había tratado a un enfermo de ébola y, tras su inmediata salida del centro de salud, ir a depilarse tan ricamente.

Puede ser culpable, no digo que no, pero eso no sirve para que se le echen encima a los perros. Bastante tiene con lo suyo. No veo que nadie preguntara a los misioneros cómo se contagiaron, si eran responsables o si habían tenido descuidos. Se les trajo, como no podía ser de otra manera, se les trató lo mejor que se pudo y murieron como santos. Esta chica ha hecho lo mismo: cuidar enfermos de ébola y contagiarse por un descuido. Distingamos entre culpa y mala intención.

En nuestra obsesión por buscar responsables subyace un intento de tranquilizarnos. Un pensar que si todo se hace bien el riesgo es cero y que las cosas se pueden controlar. No es cierto, los accidentes ocurren.

Si a una persona por un descuido se le va el coche en la carretera y se mata no se intenta culpar al ministerio de Fomento, pero tampoco al conductor, al que se responsabiliza pero sin hacerlo pecador. Si ese mismo conductor se lleva por delante a otro el descuido es el mismo pero la lectura será diferente, por lo menos para la familia del otro fallecido, que podía ir a 80 y aun así se lo llevan por delante.

La buena de la enfermera, insisto, bastante tiene con lo suyo como para ponernos ahora a culpabilizarla, pero tampoco podemos buscar una responsabilidad más allá de su confeso descuido. No pasa nada, un error lo tiene cualquiera, pero no me vengan con protocolos y chorradas porque no creo que haya que escribir “no te toques la cara con algo infectado”, aunque seguramente lo pondrá en algún sitio. No hay protocolo que evite un error.

Probablemente hace falta tiempo para ver qué ha pasado realmente, pero en esta sociedad nuestra de consumo inmediato no sabemos esperar. La histeria sustituye a la paciencia, e imagino que los que se forraron con los geles de la gripe aviar para lavarse las manos sin agua se estarán frotando las manos.

Iremos viendo.

miércoles, 8 de octubre de 2014

El ébola en España

Si algo creo que me caracteriza es que soy franco en mis artículos y no acostumbro a esconder mis opiniones. Incluso hay quien piensa (y me lo dice, lo que agradezco) que rozo la imprudencia y que a veces “conviene” estar más callado. No va conmigo, lo cual explica en gran medida que la política no sea mi profesión a pesar de que me gusta más (la local) que a un tonto un lápiz.

Sin embargo hay contadas ocasiones en las que no tengo opinión sobre temas graves. Un ejemplo es el del aborto, en que hace algún tiempo publiqué un artículo en el que decía que “ni sí ni no ni todo lo contrario” (es una forma de hablar) porque no tengo nada claro el tema, ya que creo firmemente que hay argumentos a favor de las dos posturas principales.

Sobre la supuesta polémica del ébola pienso lo mismo, que no pienso nada, o que pienso demasiadas cosas.

Se pide la dimisión de la ministra Ana Mato porque es la responsable de los “fallos” que hubo en el “dispositivo”, que no dejaría de tener su guasa si no fuera porque hablamos del ébola, el satanás de los virus. Aún no se sabe lo que pasó, si la enfermera infectada metió la pata en el proceso de descontaminación, si el traje estaba roto, si tal o si cual. Eso sí, si el tema va por una rotura del traje entonces parece que no es tan difícil contagiarse como nos quieren hacer ver porque cualquiera que les escuche pensará que sólo lamiendo un ojo a un infectado puedes contraer el virus.

También se habla de que fue un error traer a los misioneros enfermos para tratarlos en España. ¿Qué habría pasado si no los trajeran? Que los mismos que gritan por su repatriación gritarían por su alejamiento. Que estaríamos hablando de que “un país civilizado y moderno” tiene medios suficientes para evitar contagios y que sería inhumano no intentar salvar a dos compatriotas que estaban dando su vida (por desgracia, literalmente) para ayudar a unos desgraciados que el común de los mortales decimos querer salvar dando una limosna cada cierto tiempo a organizaciones a las que no pertenecemos.

¿Fue un error traerlos? Supongo que dependerá de a quién le preguntes. Si es a la enfermera dirá que sí, pero no quiero imaginarme el circo que se montaría si hubieran muerto en África ante la “impasibilidad” del Gobierno de España. ¿No se abandona a los nuestros? ¿O sólo se les puede abandonar cuando son peligrosos para el resto?

Hay quien habla de que si fueron a África que apechuguen pero ven normal que se desplieguen medios de millones de euros para rescatar a un inconsciente que quiere subir a las 30 montañas más altas del mundo por deporte. Esta gente estaba intentando ayudar al prójimo, que es mucho más de lo que podemos decir de la mayoría. Al menos parece que tenemos la obligación moral de echarles una mano si se les complica el tema.

Ahí voy cuando les digo que no tengo opinión. No tengo ni idea de qué habría hecho yo. ¿Quizás enviar un equipo español para tratarlos en África? Es una opción, aunque si se infecta uno de los enviados dirían que es porque no tenían el equipo completo como el que hay en un hospital “serio”. Eso sí, se mantendría a salvo al grueso de la población… hasta que alguien que estuviera de vacaciones en el continente sureño o alguien que venga de allá nos traiga el virus.

Estamos en un mundo hipercomunicado en que diez horas de avión separan los puntos más lejanos. Hace años las enfermedades tan mortales no se propagaban tanto porque la víctima no tenía tiempo material de desplazarse demasiado lejos. Hoy pueden estar paseando por las calles de Madrid sin siquiera haber empezado a tener síntomas. Como la peste negra en el siglo XIV, que encontró en los barcos un medio de propagarse, el ébola, que es más agresivo, necesita un transporte más rápido, y hoy lo tiene.

El mundo no es seguro. Las decisiones no son infalibles. Los protocolos son declaraciones de intenciones que pueden errar. El ébola iba a llegar a Europa sí o sí, también ha llegado a Estados Unidos. Lo que nos debe convertir en un país civilizado no es si llega o no llega, sino qué hacemos cuando llegue, cómo reaccionamos, cómo nos comportamos.

Recuerden lo bien que reaccionamos en el 11M, o cómo admiramos a los japoneses cuando fue el terremoto que se cargó la central de Fukushima. A ver si aprendemos a reaccionar con más temple, y no a ver una oportunidad política en todas y cada una de las desgracias que en el mundo son, que las hay por millones.