Este domingo hay un acto doble y simultáneo en que se celebrarán dos cosas al mismo tiempo: el 14 aniversario de la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y el 150 aniversario de Cruz Roja. No me digan que se lo van a perder, porque no deberían.
La idea es fantástica por su sencillez: rodear el adarve de la Muralla con paraguas rojos, que se venderán a tres euros la pieza y el 100% de la recaudación irá a parar a una de las entidades más apreciadas en todo el planeta, la Cruz Roja. Espero ver a cada uno de ustedes con uno en la mano, que es por una buena causa y encima contribuirán a dar visibilidad a nuestra ciudad, que esa es otra.
Si la cosa sale como debe, la imagen que se transmitirá será la de una auténtica marea roja que cubra nuestro principal monumento, y es algo que estéticamente llamará mucho la atención. Tanto que si lo hacemos bien es probable que se le dé difusión nacional mediante televisiones y periódicos, que buena falta nos hace salir por ahí por cosas buenas y que vean que la huelga de recogida de basuras, ese atractivo turístico según el señor Orozco, no es más que un mal recuerdo.
Pero para que los telediarios recojan imágenes de la Muralla plagada de paraguas rojos, de una auténtica marea de solidaridad y de participación es necesario que todos colaboremos. Subir media hora a nuestro querido anillo pétreo y comprar un paraguas de tres euros es un precio muy bajo a cambio de la lucha diaria que sostiene día a día gente que por muy poco se enfrenta a la muerte, literalmente, en sitios de los que apenas hemos oído hablar.
Y no sólo eso. Cruz Roja colabora también con nosotros y nuestros vecinos. Durante muchos años algunos pensábamos que era algo oficial, como el Sergas o la Seguridad Social y no, sólo que es una entidad que ha trabajado durante un siglo y medio para convertirse en un referente internacional, al que se respeta incluso en los conflictos armados, y en vez de “llama a la ambulancia” a todos nos salía “llama a la Cruz Roja”.
Hoy día están nuevamente de rabiosa actualidad, y no por gusto sino por el ébola. Que países “avanzados” hayan tenido que sufrir el trauma de los contagios y la psicosis colectiva (por cierto parece que ya no hay ébola en el mundo desde hace unas semanas porque ya no abren los telediarios con el asunto) por no aplicar o aplicar mal la experiencia de los trabajadores de Cruz Roja es triste. Si hubieran preguntado a quien realmente sabe, o mejor aún, si le hubieran encargado la gestión del tema otro gallo nos habría cantado.
Cuando uno habla de zapatos se va a Doval, cuando habla de pasteles entra en Ramón, cuando quiere comer bien va al Verruga (toma emplazamiento publicitario) y cuando piensa en enfermedades africanas tendría que acudir a Cruz Roja, que es quien sabe del tema. Es así de sencillo y el domingo lo recaudado se destinará concretamente a la lucha contra el ébola. Si no les parece suficiente motivo, al menos háganlo por egoísmo, por dar un paso adelante en favor de la imagen de nuestro Lugo de cara al exterior y porque no sólo salgamos en los telediarios porque los juzgados entran a saco en la Diputación y el Ayuntamiento, que ya es triste.
El domingo todos a la Muralla. No podemos faltar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.