La igualdad en los tributos es una quimera en esta ciudad, donde una
terraza en el casco histórico paga casi 58 euros por metro mientras
que en zonas tan competitivas como la plaza de Augas Férreas se
reduce a poco más de 11 euros. Ocurre en varias zonas de Lugo en que
el disparatado concepto de progresividad de nuestros gobernantes hace
que mesas separadas por unos centímetros paguen casi cuatro veces
más que sus vecinas.
Por si eso fuera poco, las abusivas tasas de terraza del recinto
amurallado de Lugo - recuerden que frente a los casi sesenta euros
que se pagan en Lugo en Vigo no se llega a seis - lo son todavía más
según el caprichoso proceder del Ayuntamiento de Lugo. Mesas y
sillas que están situadas en la misma zona pagan una u otra cifra
dependiendo de cuándo te pasen el recibo.
La explicación es sencilla: como las ordenanzas fiscales se aprueban
cuando es políticamente procedente o cuando el juzgado ordena
cambiarlas como sucedió en este ejercicio, a mitad de año se
cambian las tarifas, así que si te tramitan el expediente antes del
pleno de turno pagas una cantidad y si es después pagas otra.
Un ejemplo llamativo para 2017 son las terrazas que están en calles
de segunda categoría. Por los mismos metros cuadrados te pueden
cobrar apenas doscientos euros o más de quinientos dependiendo de la
fecha del recibo. Una desigualdad totalmente arbitraria e inaceptable
que ya se dio en el 2016, si bien con importes menos relevantes.
Por una vez interesa que los funcionarios vayan ''despacito''.
Artículo publicado en La Voz de Galicia del 13 de junio de 2017
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