Siempre se dice que un reloj estropeado da la hora con exactitud dos veces al día, y eso se basa en dos supuestos: el primero es que el reloj esté parado, ya que si atrasa o adelanta esto ya no se cumple, y el segundo que todos los días las horas son las mismas, lo que parece de sentido común.
Sin embargo, hay veces que la realidad supera al refranero y nos encontramos finalizando agosto y se mantiene en varios puntos de la ciudad la cartelería que anuncia el “I Congreso Iberoamericano Cultura e Memoria: As perspectivas da morte”, que trata temas interesantes como los rituales y espacios funerarios en el Lugo romano, la muerte digna, los diferentes enfoques culturales… Se anuncia todo ello en dos jornadas para el 30 de noviembre y el 1 de diciembre… de 2018.
Esos cartelones, utilísimos si se emplean correctamente para difundir las acciones culturales, turísticas y patrimoniales de Lugo, están ahí, muertos del asco con anuncios que pueden confunir al más pintado entre otras cosas porque no pone en qué año se hicieron las jornadas, algo que no debería ser necesario en un sitio donde los carteles se actualicen con una frecuencia razonable.
En lugar de haber hecho casi un año de publicidad inútil para unas jornadas que se clausuraron hace nueve meses, ¿no sería mejor poner ahí los principales museos y atractivos turísticos de Lugo, con sus horarios y demás? ¿Acaso no creen que en los sitios estratégicos en que están ubicados sería algo vistoso para los que vienen de fuera e incluso para los propios lucenses?
Nos gastamos ingentes cantidades de recursos en publicitar cosas a lo loco, pero lo que tenemos ahí, gratis, no es que no se use, sino que se usa mal y crea confusión. Ya ni hablamos de los paneles que tienen los quioscos de la Plaza de España y la de Santo Domigo, cerrados a cal y canto (por lo menos hasta su traslado para pudrirse en Frigsa como el que había en la Milagrosa).
Una pena. Cosas baratas, útiles y sencillas que no se ponen en uso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.