Turistas en una visita. Foto de La Voz de Galicia |
Comienza el mes de Septiembre y lentamente volvemos a la rutina. Los niños a los colegios, los demás a sus trabajos, los horarios especiales al cajón… Ha sido un verano extravagante en lo climatológico y muy poblado en lo turístico en Lugo, ya que creo que nadie recuerda una cantidad tan grande de gente de fuera en la ciudad visitando plazas, calles y monumentos.
¿A qué se debe ese éxito turístico? ¿A la más que discutible y discutida labor de las administraciones? (por no haber no hay ni una web turística de la ciudad) ¿A una campaña secreta que ha puesto en marcha una agencia de espías locales? ¿A la coincidencia? No tengo ni idea, pero me inclino más por esto último.
Internet es un pozo negro pero también ayuda a difundir un montón de lugares y de cuesiones habitualmente ocultas por el manto de la indiferencia institucional. Las campañas turísticas de Lugo siempre han sido pobres, malas, y enfocadas incorrectamente a la propia ciudad, ya que no pretendían captar visitantes sino votos, que es muy diferente, así que poco han podido tener que ver en la abundancia de gente en la ciudad.
Quizá nos haya ayudado el mal tiempo de la costa. Si estás en Foz, en Miño o incluso en Portonovo de vacaciones y te llueve un día te quedas por la zona a visitar Mondoñedo, Betanzos o Pontevedra… pero si son cinco, seis o diez ya te planteas ir a otros sitios más lejanos por aquello de conocer cosas nuevas. ¿Es el mal tiempo la explicación del éxito de Lugo en estas fechas? Pues no tengo ni el menor dato para afirmar tal cosa, pero mi instinto me dice que algo de eso hay, si bien es una argumentación que reconozco pobre.
Lugo gusta. Es una ciudad que al visitante le sorprende gratamente porque no se la espera, que es lo mismo que decir que no sabe lo que se va a encontrar, y aunque pueda parecer lo contrario eso juega a nuestro favor. Las expectativas son muy peligrosas, y si confías en algo extraordinario es muy difícil que se cumplan.
Ha habido innegables aciertos. La caseta de la Plaza de España es uno de ellos, sin lugar a dudas, pero también hay planificados tremendos errores como el traslado de la estación de autobuses, algo que a los turistas que llegan en bus les hará la puñeta (como a casi todos los usuarios, dicho sea de paso).
Tampoco ayuda que se pretenda empezar a sangrar a la gente que viene hasta por respirar, y al cobro de la Domus del Mitreo se ha unido el de la visita a la Catedral, cosa harto discutible y discutida como ya hemos hablado en infinidad de ocasiones.
Lugo tiene tirón. Ahora solo falta que nos empecemos a organizar un poco en condiciones.
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