No es la publicidad más elegante, pero ha sido efectiva. Felicidades a los imbéciles del bote de pintura. |
Si les digo la verdad creo que los energúmenos que hicieron la pintada de “Maricas” en la fachada del edificio donde está el Hole, un bar gay, han metido la pata hasta el corvejón. No sólo por el acto vandálico en sí mismo, que en una ciudad como Lugo con tanta pintada casi pasa desapercibida (aunque últimamente parece que la cosa va a menos, supongo que el toque de queda ayuda), sino porque han logrado una publicidad para el local que éste no habría soñado.
Yo mismo no tenía ni idea de que existía tal local en nuestra ciudad. Hubo varios establecimientos orientados al público gay, lo que venimos en llamar “de ambiente”, pero normalmente no eran tan explícitos como para anunciarse como tal en el exterior. El Hole sí y paradójicamente es del que no tenía noticia alguna.
Pues nada, habrá que incluirlo en la ronda de nuestro apoyo a la hostelería, y más siendo un local atacado por querer ser punto de reunión de un colectivo en concreto, lo que lejos de ser un gueto como muchas veces se dice es una característica como otra cualquiera, sea la de un bar country, uno de moteros o uno con billares.
Quiero agradecer a los imbéciles del bote de pintura que nos hayan dado a conocer este local. Seguramente no era su intención pero oigan, si el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones aquí pasará lo mismo pero al revés.
No sé si pretendían amedrentar a alguien, pero estamos en 2021 y las cosas ya no funcionan así, amigos míos. Los que ustedes llaman "maricas" somos personas como el resto y vivimos nuestra vida como nos da la gana. Precisamente creo que es hoy cuando se cumplen años de la entrada en el Gobierno de Zapatero, el Presidente que hizo cosas mal pero también cosas bien, como sacar adelante una ley que nos permite algo tan normal y ordinario como unirnos legalmente, casarnos, con la persona que queremos como pareja.
Así que van ustedes contra corriente, afortunadamente.
Pues completamente de acuerdo, salvo en una cosa. Eso de considerar a las personas gay como un colectivo. Los hetero, desde luego, no lo somos.
ResponderEliminarCada uno es de su padre y de su madre, del Barça o del Madrid, de derechas, de izquierdas o de lo que le dé la gana.
La auténtica igualdad no vendrá hasta que la condición sexual de cada uno resulte irrelevante. Mientras se consideren un colectivo seguirán ejerciendo una suerte de autodiscriminación.
Saludos cordiales y a tomar las copas donde más le apetezca. Faltaría más.
No comparto ese punto de vista. Verá, el colectivo gay existe, como existe el colectivo de carteros, el de personas altas, el de funambulistas o el de calvos.
EliminarCualquier característica de nuestra personalidad puede ser considerada como base para ser parte de un colectivo. La cuestión es si eso tiene que tener consecuencias sobre cómo nos perciben los demás. Ahí está la clave.
Es normal que haya locales gays para que gente con los mismos gustos tenga un punto de reunión si quiere, igual que, como se dice en el artículo, hay bares de moteros o salas de billares. El problema no está ahí sino en convertir eso en una forma de discriminación.
Es una línea tan groseramente ancha que dudo que sea fácil equivocar los términos. En cualquier caso comprendo a qué se refiere, pero creo que no es exactamente el matiz que debemos tener en mente.
Un saludo :)
No lo conocías porque eres un viejuno que no sale. Yo tampoco lo conocía XD
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