viernes, 8 de septiembre de 2017

Visiten la exposición de ASPNAIS

Pueden visitar la exposición entre el 7 y el 25 de este mes en la Diputación Provincial.

Ayer por la tarde se inauguró en el salón de exposiciones de la Diputación Provincial de Lugo una muestra conmemorativa que supondrá uno de los últimos actos del 50 aniversario de la creación de ASPNAIS. Tuvieron la gentileza de invitarme e incluso de incluir un párrafo de un artículo que escribí sobre la entidad. Si les soy brutalmente sincero acudí con cierta desconfianza, porque este tipo de actos suelen tener mejores intenciones que calidad. Afortunadamente me equivoqué.

Mucho público en la presentación de la exposición
La exposición recoge los trabajos de 16 fotógrafos, 31 escritores, 5 escultores y 21 pintores y dibujantes que se inspiraron en las visitas que durante este año la Asociación organizó a sus instalaciones. Muchos de los que pensábamos que conocíamos ASPNAIS descubrimos que no teníamos ni idea de lo que hacen, que solo habíamos arañado la superficie, pero que el mérito es mucho mayor porque donde te imaginabas desolación y tristeza encuentras amor y alegría.

Teniendo en cuenta esto, era una tontería por mi parte pensar que la exposición iba a ser otra cosa, pero uno es humano y malas experiencias pasadas con otros actos similares me habían preparado para lo peor. Insisto, afortunadamente equivoqué. La muestra es puro ASPNAIS: belleza, luz, satisfacción, trabajo, orgullo… las geniales fotos no tienen un ápice de tristeza ni de miseria, que son las etiquetas que la ignorancia nos hace suponer. Es todo lo contrario.

El espíritu de ASPNAIS sigue siendo el que le inculcó su indiscutible alma mater, la siempre genial Conchita Teijeiro, que demostró que el trabajo duro no está reñido con tener clase y elegancia. Su alegría por poder echar una mano está presente en cada rincón de los talleres, los comedores, los apartamentos y las salas de tareas, y en todas las personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a mejorar la vida de quienes de otra forma tendrían muy complicado salir adelante. Ya sé que siempre que escribo sobre esta asociación incluyo una referencia a su personal, pero si algún día tienen la suerte de visitar las instalaciones entenderán por qué lo hago.

Es injusto que entre tantas fotos y tantas obras haga una mención específica de una, pero no puedo dejar de recomendarles que se detengan en el trabajo colectivo llamado la “Expresión Áurea”, dirigido por el amigo Paco Díaz (Francisco César Díaz Sánchez) y cuyo encanto reside en que está formado por trabajos realizados por los 140 residentes de ASPNAIS. Como bien dijo Reigosa, Presidente de la Asociación, será una pieza que estará en un lugar de honor en las nuevas instalaciones del San José, pero pueden verla hasta el día 25 de este mes en la Diputación.

Como anécdota, solo mencionar que la alcaldesa tuvo un pequeño lapsus al decir que se echaría de menos a Reigosa, que se jubila de su puesto de funcionario y pasa a ser Presidente de ASPNAIS a tiempo completo. Todo muy bonito pero la alcaldesa de Lugo dijo que lo que ganaba ASPNAIS lo perdía el “Concello de Cervo”… Nada relevante, le pasa a cualquiera, pero es una curiosidad.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Los coletazos del ''pulpogate'' un año después


Pulpo en la feria - Foto de www.gastronomia.com

Era visto. Cuando sale un listo no falta quien lo imite, y si sabemos esto y lo consentimos somos cómplices. Es lo que ha pasado con las casetas del pulpo, donde las desastrosas bases permitían no solo presentarse para gestionar uno de los principales atractivos de las fiestas a cualquier persona, tuviera o no la más mínima experiencia (y no solo con la tijera y el caldero sino en hostelería en general), sino que además consentían que personas titulares de empresas hicieran varias ofertas diferentes.

¿Cuál es el sistema? Sencillísimo. Tú tienes una empresa y presentas dos ofertas, una a nombre de la entidad jurídica y otra más alta a tu nombre como particular. Tienes así dos oportunidades, porque si un tercero puja por encima de la baja te queda la otra para intentar superarlo, y si nadie supera la baja, cuando ganes con la cara renuncias y quedas como máximo pujador ahorrándote la diferencia.

La alcaldesa reunida con el "hostelero provisional"
Foto: La Voz de Galicia
Esto fue lo que facilitó que cuando en 2016 se montó el Cristo del pulpo hubiera cambalaches y tácticas torticeras que retrasaban los plazos y ponían nerviosos al ayuntamiento y a toda la ciudad, que estuvo un tiempo sin saber si realmente habría o no pulpo en Lugo como todos los años. Lo hubo finalmente, aunque con un servicio más que discutible entre otras cosas porque dejaron que el tal Irimia montase casetas que violaban claramente las bases de la convocatoria, cosa que nadie se molestó en recurrir no sé muy bien por qué motivo.

Una vez el bancario metido a hostelero temporal renunció a seguir con el supuestamente lucrativo negocio (aún recuerdo un artículo a dos páginas que decía que era una mina, no sé qué pensará el que lo escribió a día de hoy) se volvió a sacar a concurso utilizando exactamente las mismas bases. Es decir, que una vez más la concejala Carmen Basadre insiste en la táctica del “sostenella y no enmendalla” bajo la mirada cómplice de su jefa, la siempre sonriente Lara Méndez. Inconcebible que no se hicieran las oportunas modificaciones de las bases para evitar que esto volviera a ocurrir, siendo consecuencia de esto que la ciudad perderá unos 2.600 euros por el absurdo capricho de no querer reconocer que se equivocaron, cosa que todo el mundo sabe perfectamente.

La solución era muy sencilla, bastaba con fijar una fianza provisional que sería incautada en caso de que el ganador de la puja renunciase a formalizar el contrato. Hacienda lo hace en sus subastas por poner un ejemplo, pero claro esto supondría reconocer un error.

La política cutre de hoy día consiste en defender a gritos que todo lo que se hace es perfecto, correcto y transparente, y que todo lo que hacen los demás es dañino, malintencionado y perjudicial para la ciudadanía. Antes de que abra la boca un representante del gobierno local de Lugo sabemos lo que va a decir: “la culpa es de la Xunta”, “la culpa es del Estado”… Por supuesto ni la Diputación (gobierno amigo) ni el Ayuntamiento se equivocan jamás.

Lamentablemente esto no es patrimonio exclusivo de nuestro gobierno local, aunque son expertos en el asunto, sino que es más genérico. Nadie reconoce un error, un despiste o una metedura de pata, aunque por la vía de los hechos en ocasiones se vean obligados a dar el brazo a torcer, sobre todo cuando hay una denuncia de por medio. Pero incluso en casos como la reciente modificación del sistema de adjudicación de la revista oficial de las fiestas, que se modificó tras llegar el tema a Fiscalía, o el cambio de baremos en las tasas de ocupación de vía pública, reducidos notablemente a pesar de que en el Pleno la concejala de economía aseguró que las alegaciones no tenían fundamento, no hay reconocimiento alguno de error u omisión. Todo estaba bien, todo fue claro y diáfano… pero se cambió… ¿No deberían decirnos la verdad?

¿Tan difícil es decir “oigan, pues sí, se nos despistó esto, nos hemos equivocado”? ¿De verdad no creen que la ciudadanía pueda aceptar que los gestores de lo público son falibles? ¿No creen que es peor que los consideremos unos mentirosos y unos manipuladores? ¿O que nos están tomando por imbéciles?

Lo que sí sabemos sobre seguro es que por la cabezonería y la cerrazón de nuestros munícipes hemos perdido una bonita suma que podría ayudar a mejorar las fiestas. Luego, eso sí, vendrán con que las pequeñas empresas no colaboran, que hay que echar balones fuera. 

martes, 5 de septiembre de 2017

Los titulares de terrazas podrán solicitar la devolución parcial de las tasas

Lucenses disfrutando de las terrazas en un soleado y frío día. Foto: La Voz de Galicia
La Asociación Lugo Monumental y la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción encabezaron durante los últimos años iniciativas para reducir las tasas que se cobraban en la ciudad por ocupación de vía pública. Finalmente, y tras una sentencia del TSJG, el bloqueo de parte de la oposición del primer proyecto de la nueva ordenanza y una negociación con ambas entidaes, el Gobierno Local ha accedido y se han rebajado estas tasas a precios que reducen entre un 50% y un 66% los que se venían cobrando, tal y como se publicó en el Boletín Oficial de la Provincial del pasado sábado 2 de septiembre.

¿Por qué se hizo esta campaña?
El casco histórico de Lugo sufría las tasas más altas de las siete grandes ciudades de Galicia, pagándose el metro cuadrado en la Plaza de España a más del doble que en María Pita de A Coruña o diez veces más que en la calle Príncipe de Vigo, lo que para estas asociaciones resultaba inaceptable ya que perjudicaba notablemente a sus asociados.

Ambas entidades presentaron alegaciones a las tasas de 2016, y tras un recurso judicial interpuesto por la APEC, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia anuló parte de las tasas que se venían cobrando y decretó que el estudio de costes contravenía normas legales, lo que lo convierte en nulo de pleno derecho. Se cobraba una tasa equivalente al valor de la propiedad, lo que es claramente ilegal.

Un nuevo estudio de costes que mantenía precios muy similares a los anulados provocó nuevas alegaciones de ambas asociaciones y el voto en contra de tres grupos municipales de la oposición. PP, Ciudadanos y ACE impidieron su aprobación y abrieron la puerta a una negociación entre las asociaciones y el gobierno, que llegaron a un acuerdo evitando así un nuevo proceso judicial.

¿Y ahora, qué precios se pagarán?
Lugo pasará a tener precios algo inferiores a los de Coruña o Santiago, aunque seguirán siendo el triple de los de Vigo, que están muy bonificados ya que el gobierno del socialista Abel Caballero entiende que las terrazas son un elemento urbano importante para dinamizar la ciudad. El metro cuadrado en las zonas de primera categoría se pagará a 19,32 euros y en las de quinta categoría, las más baratas, a 2,28 euros, lo que facilitará que todas las zonas de la ciudad puedan tener terrazas.

¿Se devolverá el dinero pagado para 2017?
La legislación impide que estas tasas sean retroactivas, por lo que solo tienen vigencia desde el mismo día de su publicación. Sin embargo quienes hayan abonado las tasas están en su derecho de solicitar la devolución de lo pagado por los cuatro meses que restan de 2017. La devolución puede oscilar entre los 5 y los 12 euros por metro cuadrado dependiendo de la categoría de la calle donde esté ubicada la terraza.

¿Afecta esto al problema de las terrazas que estorban el paso?
La nueva normativa solo trata de los precios de ocupación de la calle, así que no afecta a ese asunto. Sin embargo viene regulado en otro acuerdo del gobierno sobre terrazas, que no permite la instalación de veladores en lugares donde estorban el paso. Se entiende que en aceras el paso peatonal libre ha de ser de 1,4 metros como mínimo y en zonas peatonales se debe dejar un margen de 2,5 metros para el paso de vehículos de emergencias. Cualquier ciudadano puede denunciar el incumplimiento de estas cuestiones.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 4 de septiembre de 2017

lunes, 4 de septiembre de 2017

Vaya, vaya, ¡seguimos sin playa!

Playa fluvial en Cacabelos. No parece tan complicado hacer algo así en Lugo... ¿o sí lo es?
 Con la finalización del periodo vacacional para el común de los mortales podemos dar por acabada la esperanza de tener, aunque fuera en los coletazos finales del verano, una playa fluvial pública en Lugo.

Este tema, que según nuestra alcaldesa era una cuestión que estaba en su “hoja de ruta” ya en el 2015, es una de las cuestiones que denotan la parálisis administrativa y política de nuestro Lugo, que parece que espera con ansia las elecciones de 2019 para ver si así se van cristalizando algunas de las viejas, viejísimas, demandas ciudadanas.

Supongo que no será una cuestión de dinero, porque gastar se gasta a manos llenas y se podía haber incluido algo entre las propuestas llevadas al pleno extraordinario de agosto. Si se metían como “urgentes” cosas que llevan 20 años muertas de risa (sobre eso tendremos que hablar un día) extraña que no estuviera la dotación necesaria para que los vecinos de Lugo tengamos una zona pública de baño que no nos exija el pago de una mensualidad, como ocurre ahora con el Fluvial. Se ve que no hay prisa.

Hace más de un año, en junio de 2016, la alcaldesa decía que la zona de baño se haría “más pronto que tarde”. Habría que ver qué se considera “pronto” y “tarde” a su buen entender, porque desde aquel momento no tuvimos más noticias que las generadas por el BNG, que logró metiendo un escrito en la Confederación lo que el Ayuntamiento no se molestó en hacer: un permiso para poner un acceso al río. Parece que tan complicado no era, si se tiene voluntad que es lo que parece faltar aquí.

La fábrica de la luz cerrada a cal y canto
Foto: La Voz de Galicia
Se otorgó por cuatro perras (445 euros mensuales, tras una inversión pública de más de 1,7 millones de euros) la concesión de la antigua Fábrica de la Luz a una empresa que la mantiene vallada, cerrada, arruinada y vedada al público. En una ciudad mínimamente normal se habría aprovechado ese edificio y su entorno para hacer una alternativa pública al Fluvial, aprovechando los amplios aparcamientos del entorno y haciendo de la Fábrica una referencia ciudadana, con cafetería, museo e instalaciones de ocio, pero eso es mucho pedir, sería usar el sentido común que tan ajeno es a nuestra Corporación.

La última jugada es dejar la playa en manos del DUSI, uno de esos proyectos faraónicos con los que se consiguen millones de la Unión Europea o de sabe Dios dónde, sin que se traduzca en grandes avances para la ciudad. También el URBAN iba a ser la repera y Lugo sigue siendo más o menos lo que era antes de esa anunciada lluvia de millones, que quedó en arreglar un par de edificios y poco más.

La ciudad no se hace a golpe de talonario externo, sino día a día. Hay que tener claro a dónde se va y qué se quiere hacer, pero aquí las únicas intentonas para crear una visión de conjunto son también campañas políticas, como el malogrado “Plan estratégico”, que se hizo para una campaña electoral y que duerme el sueño de los justos cogiendo polvo en algún cajón, previo pago, eso sí, de una generosa cifra a la empresa que lo realizó.

Una de las alternativas que se daban y de la que no se supo más
Foto: La Voz de Galicia
Lugo necesita ambición de mejorar, y no necesariamente creciendo o expandiendo su zona urbana, porque “mejorar” y “crecer” no tienen que ser sinónimos necesariamente.

Podría escribir que “confiemos en que en este año escaso que falta para el inicio del próximo verano se den los pasos para crear la zona pública de baño”, pero francamente lo dudo. Quizá para el 2019 que tocan elecciones se haga “algo”, pero en formato papelote y presentación ante la prensa, para que parezca que nos movemos quedándonos exactamente en el mismo sitio.

viernes, 1 de septiembre de 2017

La (necesaria) pasarela del Ángel Carro

La afición de un equipo visitante de camino al Ángel Carro - Foto de La Voz de Galicia

Que el fútbol mueve masas no es discutible. De hecho incluso en una ciudad como Lugo en que deportes como el baloncesto tienen una grandísima tradición, o equipos como el EMEVE están en lo más alto de las clasificaciones nacionales, es difícilmente rebatible afirmar que no consiguen destronar al balompié como rey absoluto.

Yo mismo viví la fiebre futbolera cuando presidía Lugo Monumental, ya que sin duda alguna el acto con más público que organizamos en esa etapa fue la instalación de una pantalla gigante en la plaza de Santa María para ver el Lugo-Dépor. Según la policía unas 3.000 personas se congregaron en ese punto y convirtieron la zona en una marea humana comparable con un día de San Froilán o de Arde Lucus.

Dando por sentado esto, y sin dejar de lado a los otros deportes, sí es cierto que hay que atender ciertas demandas que los aficionados al fútbol tienen en nuestra ciudad, y no por un respeto especial a esa afición, sino por una mera cuestión numérica: son muchos.

Se habla ahora de los deficientes accesos al Ángel Carro, y de la necesidad de una pasarela que permita a los peatones superar la Nacional VI sin peligro. Totalmente de acuerdo. La imagen de los aficionados en manada (no me entiendan mal, es una expresión) por la carretera jugándose el pellejo para ir a ver un partido no es de recibo a estas alturas de siglo, y aunque hay alternativas seguras como la calle Pousadela (más corredoira que calle, la verdad) es más incómodo el trayecto.

Una pasarela de la Nacional VI 
La Nacional VI cuenta con varias pasarelas, y me llaman la atención dos de ellas, construidas a pocos metros una de la otra y con todo lujo, ascensores incluidos, situadas en las inmediaciones del Ceao. Es llamativo que allí se hiciera ese dispendio, cuando los usuarios son los que son (poquitos) en lugar de poner una allí y otra en donde más falta hace, pero claro, de aquella Fomento era de un gobierno amigo y no procedía criticar sino aplaudir con las orejas. Ahora toca ponerse farrucos porque hay que aprovechar todas las balas.

Otra pasarela a escasos metros de al anterior
Conociendo el percal supongo que nos propondrán una pasarela “Haiga”, como el desproporcionado puente que destrozó una parte preciosa del Miño, habiendo opciones más razonables, económicas y estéticas. Personalmente, aunque esto es cuestión de gustos, veo más un sencillo paso como el que se hizo en la Tolda que un horror como los del Ceao, pero eso queda en manos de nuestros regidores, lo cual es para echarse a temblar.

La corredoira Pousadela
De lo que no hay duda es de que la pasarela es más que conveniente, al menos mientras no se solucione la cutre calle Pousadela, una posible alternativa de la Volta da Viña, o algún otro sistema que permita acceder con comodidad al estadio Ángel Carro. Sin embargo me temo que la percepción de conjunto no es uno de los puntos fuertes de nuestros próceres y que pondrán un parche que no tenga en cuenta la visión global, ya que no solo se trata de solucionar ese tema sino también la conexión con toda la zona del Palacio de Exposiciones y el parque del Miño.

La posible ubicación de la pasarela
Siempre me pregunto por qué para estas cosas no convocan un concurso de ideas de la ciudadanía. Entre todos a lo mejor tenemos un plan mejor que dejándolo en manos de unos pocos iluminados, pero claro, entonces las medallas no serían exclusivas… aunque tampoco las cagadas.

jueves, 31 de agosto de 2017

El corcho de la discordia



El Restaurante-Vinoteca Fumarel de Ribadeo está sufriendo las iras de los ignorantes que, con la osadía que caracteriza al tonto, atacan sin saber. Aunque mi relación profesional o familiar con la hostelería ya no existe, toda la vida vinculado a este mundo hace que me sienten mal este tipo de ataques basados en el desconocimiento y la estulticia.

El ticket de la discordia
El gran crimen del Fumarel fue cobrar un suplemento por el descorche de una botella, que supuso un revuelo en redes sociales en todo punto injustificado, debido a que hay que saber de qué se habla antes de empezar a soltar veneno.

Empecemos por dejar claro que los restaurantes no pueden cobrar ciertos suplementos como “cubierto”, “lavandería” u otras cuestiones que se entienden incluidas en el normal funcionamiento de un local de hostelería. Sin embargo sí pueden cobrar distintos precios en diferentes ubicaciones (por eso las consumiciones en terraza suelen tener un pequeño incremento) y por diferentes servicios que ofrezcan, siendo uno de ellos es el descorche. 

“¡Qué morro!, ¿así que me pueden cobrar la botella de vino y, además, el descorcharla?”, dirá el cuñado. Pues no, señor mío, “el descorche” es una tarifa que se cobra cuando uno se trae el vino al restaurante. “¿Y eso es posible?” preguntará nuevamente. Pues en algunos locales sí, una política peculiar pero no por ello tan extravagante ni mucho menos ilegal. Muy americana, y yo personalmente no la veo, pero cada uno...

El decorche no se refiere al mero hecho de abrir la botella, sino que incluye el servicio, las copas en que bebes el vino, la mesa en que las dejas, las sillas en que te sientas, el mantenimento del local, el personal y demás. Es decir, que si a ti te regalan una caja de buen vino en Navidad y quieres llevarla a una comida en un restaurante que acepta esta política, te cobran solamente la comida y “el descorche”. Si no te gusta la idea pides vino de la carta del local (lo que lógicamente es más caro) o te quedas en casa, las opciones son evidentes.

La comparación con cobrar por cocinar un solomillo, que he visto en algunos comentarios no es ninguna tontería, aunque sí el enfoque. A nosotros nos pasó algo similar en el Verruga con gente a la que “le regalaban” unos capones o marisco y te lo traían para que lo cocinásemos. ¿Acaso les parecería mal que le cobren a alguien por preparar la comida por el mero hecho de que traiga algunos de los productos? ¿Se supone que hay que prepararla gratis? Recordemos que los restaurantes no son ONG sino empresas que tienen que pagar a sus empleados, impuestos, facturas y, a ser posible, ganar dinero.

El Fumarel es vinoteca además de restaurante.
Es importante saber de qué se habla.
El problema del lío del Fumarel es que además de restaurante es vinoteca, y que metieron en el mismo ticket tanto la venta de la botella como el descorche, creo que es un error. En la factura que originó todo el cristo se recoge que los señores tomaron una botella de Pazo de Seoane por la que les cobraron 9 euros y además el famoso “descorche”. Busquen este vino en otros restaurantes y vean los precios en carta. Se sorprenderán, porque probablemente los clientes del Fumarel han ahorrado dinero, pero quizá habría sido más lógico que hicieran dos recibos, uno de la vinoteca y otro del restaurante para evitar esta confusión. Este pequeño y discutible error no justifica sin embargo la campaña orquestada contra el local.

No he puesto un pie en mi vida en el Fumarel y que yo sepa no conozco de nada a los propietarios, pero es irrelevante porque mi defensa no se basa en la amistad o la cercanía, sino en el sentido común y en saber un poquito de qué se habla.

La hostelería suele ser el blanco de toda crítica. A los que consideran que es tal mina de oro siempre les recomiendo lo mismo… ¡monten un bar! Luego hablamos.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Desmontar la Muralla... ¡otra vez!


San Pedro fue desmontado completamente y hoy es una de la zonas más visitadas
Foto del Archivo Histórico Provincial de Lugo


La Xunta ha anunciado que va a desmontar cuatro cubos de la Muralla completamente para su restauración y consolidación. Esto ha preocupado notablemente a la población, y aunque es lógico por la desconfianza que muchos sentimos hacia este tipo de intervenciones, hay que tener en cuenta que no es la primera vez que se hace algo por el estilo así que seguramente no haya nada que temer.

La operación Muralla Limpia, que fue la que liberó a nuestro principal monumento de las construcciones que tenía adosadas en su parte exterior, supuso también la reconstrucción y mejora de zonas que estaban deterioradas... aunque se hizo de aquella manera. De hecho los cuatro cubos que se van a recuperar son de los reconstruidos en los años 70.

Obras en la Muralla
Foto del Archivo Histórico Provincial de Lugo
La Muralla en su larguísima historia ha tenido labores de reconstrucción y mantenimiento, y nos contaba el arqueólogo Celso Rodríguez en una de sus apasionantes charlas que la mayoría de las incidencias que se producen en los lienzos (muchos recordamos el derrumbe parcial en la ronda a la altura de la catedral) es en las partes reconstruidas. Roma sabía lo que hacía y los paramentos originales prácticamente no tienen problema alguno, todo lo contrario. Es el caso de la zona que se va a tratar ahora, que no hace ni 50 años se rellenó con tierra en lugar de seguir las técnicas adecuadas.

El núcleo de la Muralla está hecho de hormigón romano, opus caementicium, que sigue un proceso de petrificación que hace que la estructura completa, con el paso de los siglos, se solidifique y resista cada vez más. ¿Realmente estamos en condiciones de mejorar esto? ¿O incluso de imitarlo?

No sé si es posible reproducir la técnica del hormigón original. Por lo que se decía recientemente se ha conseguido desentrañar la fórmula original que hizo de la ingeniería romana uno de los grandes símbolos de su imperio, así que tal vez no sería descabellado intentar reconstruir los cubos usando exactamente la misma técnica.

En cualquier caso, confiemos en que estas obras sirvan para que la Muralla siga ahí muchos siglos más.

Zona en la que se va a intervenir