Todos estamos de acuerdo en que hay temas que deberían ser indiscutibles, que deberían estar por encima de la lucha partidista. El Arde Lucus, por ejemplo, es uno de ellos. Esta fiesta, creada por hosteleros del centro y potenciada por el Ayuntamiento bajo el mando de Orozco es sin duda alguna el mayor acierto en cuanto a turismo se refiere de los 12 años del Alcalde. Sinceramente tampoco tiene mucho más de qué presumir: la escasa repercusión de las visitas al cementerio, la caída en picado de las visitas a los micro-museos de la ciudad (se salva el Provincial, que sigue siendo gratuito), o la negativa a intentar que Lugo cuente con un Parador Nacional hacen que el turismo sea una de las tareas pendientes en que seguimos viviendo del tirón de Santiago y de la promoción turística que la Muralla hace por sí misma.
Tal vez sea precisamente por eso, porque es su único acierto indiscutible, parece que le da rabia que los demás lo apoyen. Debe pensar que aceptar ideas de los demás hace que el Arde Lucus sea un poco menos “suyo”, y claro, no le gusta. Es una forma bastante dictatorial de ver el tema, pero es la que parece que tiene Orozco. Ese intento de patrimonializar la fiesta le ha llevado a cometer un grave error: el pasado año la oposición, es decir el PP, propuso que se pidiera a la Xunta la declaración del Arde Lucus como Fiesta de Interés Turístico. Le sentó fatal a Orozco que los populares le “robaran" protagonismo, que es su reacción habitual cuando ve una buena idea que no se le ocurre a él, así que argumentó su negativa diciendo que hasta que la fiesta tiene 10 años no se permite tal declaración.
Pero fíjate lo que son las cosas, que no es así el tema. El decreto 203/1998 de 25 de junio (por si alguien no se fía y quiere buscar el DOG), por el que se regulan las declaraciones de fiestas de Galicia de interés turístico aclara, en su artículo 2º, que la antigüedad mínima es de 10 años, pero que esto “podrá ser dispensada cuando una valoración conjunta de los requisitos y criterios recogidos en el presente reglamento así lo aconsejen”. Es decir, que es un requisito salvable.
El problema es que este año, que ya se cumplen los 10 de antigüedad, han cambiado la fecha del Arde Lucus. Eso sí es un escollo que, con el reglamento en la mano, impide que se declare fiesta de Interés Turístico. Lo dice el mismo artículo, que exige que las celebraciones se efectúen “periódicamente en fechas fácilmente determinables”. Lo que quiere decir este punto es que no se puede andar bailando el calendario a gusto del Gobierno de turno, que es lo que pasa ahora con el Arde Lucus, sino que se tiene que dar un criterio del estilo de “el último fin de semana de junio” o “el tercer domingo del mes” o algo así.
Orozco, por su torpeza, se sitúa contra el Arde Lucus; ha puesto en peligro, si no impedido, la declaración de Interés Turístico de la fiesta. Supongo que cuando se la denieguen dirá que es Feijoo quien tiene la culpa, la (ahora) malvada Xunta. Eso le pasa por no dejarse ayudar en algo de lo que nadie le va a discutir la patente pero que debería ser de todos. Debería saber que 25 pares de ojos ven más que 12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.