No debería extrañar a nadie esta reacción, ya que como dije en su día, la acusación de un chorizo declarado no es prueba ante nadie, y menos ante la justicia. Incluso me sorprende que llegaran a imputar a un alcalde basándose únicamente en eso.
Ahora Orozco dice que denunciará a Dorribo por difamación, y hace muy bien. El mayor capital de un político es su imagen y su credibilidad, y la acusación de Dorribo algo de daño siempre le hará porque habrá algún idiota que venga con la cantinela de “algo habrá”. No, no hay nada, lo ha dicho la Justicia.
Es de suponer, eso sí, que el señor Orozco a partir de ahora será más prudente cuando hable de inculpaciones, imputaciones y sospechas a otras personas ya que es tremendamente peligroso establecer distinciones entre imputaciones “buenas” e imputaciones “malas”. Ahora que ha visto lo fácil que es recibir un auto del juzgado que puede acabar con tu carrera de la forma más tonta, es de suponer que usará esa vara de medir con el prójimo.
Hace algún tiempo estaba hablando con Cándido Sánchez Castiñeiras, y nos encontramos con el Alcalde. Cándido le sacó el tema y le dijo que contara con su apoyo en este tema, y yo hice lo propio, diciéndole exactamente lo mismo. Creo que le sorprendió un poco, pero eso es porque no me conoce más que por referencias políticas (malas para él, claro). Quizás esperaba que yo también entrara en esa estúpida espiral de odio imbécil por el que cualquier cosa que perjudique a un adversario político es positiva. De ninguna manera.
Eso sí, mañana le volveré a dar leña, por ejemplo con el tema de los bancos, papeleras y cuatro cosas más que nos van a costar más de 120.000 euros para “amueblar” el tramo peatonal de la ronda. Inconcebible. Pero eso será mañana. Hoy toca darle la enhorabuena y respirar un poco más aliviados todos los lucenses porque nuestro Alcalde ha salido bien de esta acusación.
Felicidades, señor Orozco. De verdad que me alegro.
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