No se si vieron ustedes
la entrevista a Mariano Rajoy que hubo ayer en Televisión Española.
Duró una hora y no ha dicho nada que no supiéramos ya, lo cual,
aunque parezca mentira, me parece tranquilizador. Esa manía de dar
titulares a lo loco o de sacarse ases de la manga está muy bien
cuando vas a ver a Juan Tamariz, pero un Presidente del Gobierno debe
ser otra cosa.
Se sometió a las
preguntas de cinco periodistas, incluidas las incómodas hechas
principalmente por la representante de El País (si repite la próxima
vez con Rubalcaba me gustará ver si es igual de incisiva), y
contestó exactamente lo mismo que lleva diciendo desde antes de ser
Presidente del Gobierno.
Ha repetido lo mismo
que le escuchamos en la campaña electoral, en las entrevistas cuando
era jefe de la oposición (la palabra líder a mi se me atraganta, me
suena a americana no sé porqué), y al ganar las elecciones. No ha
cambiado una coma: “austeridad”, “no podemos gastar lo que no
tenemos”, hablaba antes de ganar de que se pasarían por los
“momentos difíciles” que ahora estamos atravesando...
Evidentemente hay cosas
que antes no decía, como por qué ha tenido que hacer lo que no le
gustaba, como subir el IVA o el IRPF, cosas que dijo que no haría,
pero creo que deja bastante claro que cuando uno tiene una deuda que
en lugar de los 60.000 millones de euros que le dijeron es de 90.000
millones (1,5 billones de pesetas) tiene que tomar medidas
complementarias con las que no contaba. Pero lo que me gustó es que
no se ha ido por las ramas, ha reconocido que no le gustó hacerlo y
que en cuanto pueda volverá a la situación anterior. ¿Recuerdan
ustedes a Zapatero diciendo algo así? Yo no.
A mi me ha dado una
sensación de que tiene claras las cosas y que no se deja nada a la
improvisación. “Yo no hago las cosas porque me haya levantado un
día y se me haya ocurrido”, me parece un resumen bastante claro.
Otra que me gustó
mucho es lo de que “no hacemos las cosas para fastidiar a nadie”.
Parece una obviedad pero creo que es un mensaje que el Gobierno
debería dar más a menudo, porque gran parte de la estrategia de la
oposición pasa por transmitir la idea de que quieren “fastidiar”
a los pobres para “ayudar” a los
ricos, y es evidente que esto no tiene ningún sentido. Los ricos han
sido ricos desde siempre, y no han necesitado grandes dosis de ayudas
para fastidiar a nadie. Sostener que alguien gobierna a mala leche es
como mínimo discutible, cuando quien lo plantea llevó este país a
un paro de más del 20%, y nadie les acusó de ir contra la clase
trabajadora aunque sería un argumento sencillo de sostener.
¿Se aclaran las nubes? Bueno, al menos nos ha dado esperanza al decir que "el año que viene será bastante mejor que este". Ya es algo. Ha dejado claro que es un momento “complicado, duro y desagradable” pero que no hay otra. Supongo que para el PSOE es difícil ahora sostener la tesis de que los recortes sólo lo hacen los malos desde que Hollande ha metido la tijera en Francia.
Por cierto, hay
una frase esclarecedora: “yo
no puedo hacer en cuatro meses lo que mi predecesor no hizo en cinco
años”. No es de Rajoy, es de Hollande.
Bueno, visto que lo que los políticos dicen después se desdicen o hacen lo contrario (cualquier político y de cualquier partido) para mi han perdido toda credibilidad. Así que ahora, en lo único que creo es en lo que se hace día a día, no en lo que prometen hacer o no hacer.
ResponderEliminarDe acuerdo con eso CVD, pero al menos es interesante ver a alguien que mantiene el mismo discurso, que dice las mismas cosas y que explica porqué no ha hecho algunas de las que dijo o hizo algunas de las que prometió no hacer. Es poco habitual ver a alguien que no echa la culpa a "la escena internacional", sino a los errores que los españoles (todos, no personaliza en el PSOE) hemos cometido.
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