Carta publicada en La Voz de Galicia el 29 de julio de 2013:
"Me llamo Eliseo Sastre Serrano y soy hermano de una de las víctimas fallecidas en Angrois. No han transcurrido 80 horas del trágico accidente cuando a través de diferentes medios leo artículos, declaraciones y opiniones de personas y organizaciones que me dejan desconcertado e indignado al mismo tiempo. Se alzan voces por medio de las cuales uno, sin identificarse como técnico en la materia de ferrocarril, establece que, según un amigo que dice llamarse Marcos, esta desgracia tiene dos culpables: Manolo (o cualquier nombre) y la chapuza nacional (sic), y otros que, en defensa de un compañero, denuncian fallos en la seguridad de esos trenes Alvia. En el primer caso, y dejando claro mi respeto al derecho a opinar, después de establecer que si el maquinista es culpable debe ser castigado, afirma que el corresponsable del accidente o sea, la chapuza nacional, es el Ministerio de Fomento por no instalar un sistema de frenado que actuase en caso de que el maquinista no lo hiciese o no pudiese hacerlo. No dice si es conocedor fehaciente de si ese sistema está o no implantado, sino que deduce que no lo está. Los segundos denuncian la existencia de fallos en la seguridad de esos trenes, pero no indican si siendo conocedores de eso lo denunciaron en su día ante los responsables de la compañía, con lo cual, si no lo hicieron, los consideraría corresponsables por silencio cobarde y ofensivo. Decirlo ahora solo acrecienta el dolor de los familiares de las víctimas y deja claro que su intención no es la búsqueda de la verdad, sino la defensa a ultranza de un compañero, sin saber si tiene o no responsabilidad en lo sucedido.
"Me llamo Eliseo Sastre Serrano y soy hermano de una de las víctimas fallecidas en Angrois. No han transcurrido 80 horas del trágico accidente cuando a través de diferentes medios leo artículos, declaraciones y opiniones de personas y organizaciones que me dejan desconcertado e indignado al mismo tiempo. Se alzan voces por medio de las cuales uno, sin identificarse como técnico en la materia de ferrocarril, establece que, según un amigo que dice llamarse Marcos, esta desgracia tiene dos culpables: Manolo (o cualquier nombre) y la chapuza nacional (sic), y otros que, en defensa de un compañero, denuncian fallos en la seguridad de esos trenes Alvia. En el primer caso, y dejando claro mi respeto al derecho a opinar, después de establecer que si el maquinista es culpable debe ser castigado, afirma que el corresponsable del accidente o sea, la chapuza nacional, es el Ministerio de Fomento por no instalar un sistema de frenado que actuase en caso de que el maquinista no lo hiciese o no pudiese hacerlo. No dice si es conocedor fehaciente de si ese sistema está o no implantado, sino que deduce que no lo está. Los segundos denuncian la existencia de fallos en la seguridad de esos trenes, pero no indican si siendo conocedores de eso lo denunciaron en su día ante los responsables de la compañía, con lo cual, si no lo hicieron, los consideraría corresponsables por silencio cobarde y ofensivo. Decirlo ahora solo acrecienta el dolor de los familiares de las víctimas y deja claro que su intención no es la búsqueda de la verdad, sino la defensa a ultranza de un compañero, sin saber si tiene o no responsabilidad en lo sucedido.
En ambos casos, como en otros muchos que se están dando (un detenido por intento de estafa haciéndose pasar por familiar de víctima, intento de lucro poco ético de alguna compañía aérea), existe un claro desprecio hacia el dolor de los allegados y familiares de las víctimas, que solo deseamos el esclarecimiento de lo ocurrido y la búsqueda de la verdad y, para ello, es mi criterio que deberían aplazar sus opiniones hasta que las comisiones investigadoras, judicial y técnica, hayan realizado su trabajo.
Creo que lo correcto en este momento sería facilitar a los familiares toda la ayuda posible, proporcionándoles información de cómo tramitar sus reclamaciones, a través de que medios y de qué organizaciones, y no realizar aseveraciones que tienen poco u nulo valor y que, en mi modesta opinión, solo buscan sacar a relucir en los medios sin proporcionar beneficio alguno a las víctimas ni a sus familiares. En estos momentos callar es bueno y solo es necesaria ayuda y cooperación. La justicia debe ser posterior y segura. Atentamente."
Eliseo Sastre es hermano de Pilar Sastre Serrano (Madrid, 1947), una de las 79 personas fallecidas en el accidente
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