Ayer hubo una reunión de una de las plataformas, creo que Gañemos, convocada por una parte de sus miembros al margen de otra parte. Para que nos entendamos es como si yo, que soy socio del Círculo de las Artes, me junto con unos cuantos más y convoco una “asamblea” en la que decido que nos vamos a fusionar con el Club Fluvial. Obviamente la cosa tiene la misma validez que si firmamos la orden de derribo de la Muralla, pero como curiosidad no deja de ser llamativa.
Estabilidad, ese objetivo inalcanzable para muchos |
Algo parecido entiendo yo que pasó ayer. Unos cincuenta miembros de una plataforma que se suponía que nacía para “sumar” decidieron “restar” y unirse a otra plataforma, lo que son muy libres de hacer pero quizás sin tanta carga de bombo. Con darse de baja en una y de alta en otra, miren que no era sencillo.
Por su parte Izquierda Unida, haciendo gala más del “izquierda” que del “unida” decidió que nones, que no se iba a Lugo en Común porque estaban los de Compromiso y que esos son de derechas, por lo visto. Yo, desde mi derecha, casi les diría que se confunden, pero bueno allá ellos, como todo será cuestión de puntos de vista.
Mi pregunta ante todo este barullo es la siguiente: ¿se imaginan que todos estos rollos en lugar de pasar ahora pasaran al día siguiente de las elecciones? ¿Y que hubieran ganado? ¿Qué pasaría en el ayuntamiento durante los próximos cuatro años?
Porque al final aunque insisto en que como divertimento no está nada mal, estamos hablando de cosas muy serias: del gobierno de nuestra ciudad durante los próximos cuatro años, y parece que aquí lo único que importa es el baile de nombres y de qué grupúsculo tiene más peso en el conjunto y de entender la unidad como adhesión a los planteamientos propios.
Lugo, la gran olvidada en esta campaña por las "plataformas ciudadanas" |
Lo más triste de todo esto es que en lo que va de campaña, que ya va, no hay ni una puñetera propuesta sobre la mesa por parte de las “plataformas”. No sabemos si toda esta gente, además de querer ser Califa en lugar del Califa, quiere aumentar la peatonalización o reducirla, mandar un autobús con publicidad de Lugo o mantener las visitas al cementerio, hacer una estación intermodal o un parque acuático… porque nadie dice ni una palabra de Lugo. Y si creen que “eso no es lo importante ahora” están muy equivocados. Mucho.
Si así pretenden enfrentarse a los partidos tradicionales van de cráneo, porque precisamente si algo queremos todos es un gobierno estable, normal, que haga su trabajo y se deje de liortas y de caralladas. Precisamente el punto débil de Orozco es ese, que estos años ha estado más pendiente de los asuntos de la Plaza de Avilés que de los de la Plaza de España y esas cosas pasan factura.
Resumiendo, ahora tenemos dos opciones realistas: o que gobierne Orozco nuevamente en minoría (creo que ni él en sus sueños más descabellados piensa que vaya a subir en votos o concejales, más bien al revés), apoyado en las múltiples micro-listas y plataformas que se demuestran como grupos de cabreados, o que Jaime saque mayoría absoluta y tengamos cuatro años de tranquilidad. Lo de la absoluta es necesario porque si no la saca sabemos que quienes hoy denuncian las prácticas de Orozco le apoyarán en la investidura, como es habitual, y justificarán su voto diciendo que no pueden permitir que gobierne “la derecha”.
Supongo que a muchos les podrá extrañar ese párrafo, porque suena como si apoyara a Jaime. Pues qué quieren que les diga, es que creo que no queda otra.
No se trata de dar bandazos, y quienes me leen asiduamente puede que recuerden que en un artículo bastante duro dije que yo no le iba a votar. Errare humanum est, así que aunque ahora no voy a decir lo contrario porque queda mucho camino hasta las municipales (y me da cosa meter la pata otra vez diciendo lo que voy a hacer o no dentro de unos meses), sí que les digo que ya no soy tan tajante en semejante afirmación. De hecho casi me inclino por lo contrario visto el panorama, si bien queda mucho partido por jugar y aún tienen que entrar en escena nuevas opciones como UPyD o Ciudadanos si al final se presentan.
Miren, hay mucha gente como yo enfadada con el PP en general y con Jaime en concreto por el tema del HULA, pero francamente les diré que tampoco podemos condenar a la ciudad a cuatro años más de Orozco, encima de un Orozco inestable (políticamente, no se me asusten), por culpa de un error por grande que éste sea.
Así que veremos cómo se va cociendo la cosa. A ver qué se habla en estos meses que quedan y qué pasa con los temas que hay sobre la mesa, y luego cada uno que vote lo que le parezca oportuno, pero recuerden que es importante usar la cabeza.
La única manera válida de concebir, estructurar y organizar una asociación o grupo político es precisamente a través de debates, de desacuerdos, de análisis diferentes, de enfrentar diferentes formas de ver las cosas. Me llama poderosamente la atención que estos procesos, que debieran ser habituales y normales en un marco democrático y plural, sean inconcebibles para alguien en pleno 2015, especialmente teniendo en cuenta el clima político, social y económico que nos ha tocado vivir en la actualidad.
ResponderEliminarNo tenga miedo, señor Latorre, de que la gente debate profunda y ferozmente sus ideas, son debates que aunque a usted le parezca extraño, debieran suceder regularmente en el interior de las formaciones políticas tradicionales. No tenga miedo, señor Latorre, de que la gente discuta encarnizadamente en el interior de una formación la visión que ellos tienen de su ciudad. Tal vez, si así ocurriera en otros partidos, no nos encontraríamos tan a menudo con líneas políticas que llegan desde fuera de nuestra ciudad, dispuestas a empeorar nuestro modo de vida, tal y como pudimos ver todos los lucenses en el caso del PP con el HULA. No tenga usted miedo señor Latorre, el único problema que puede tener cualquier territorio es que su ciudadanía permanezca pasiva y aletargada frente al mal gobierno, y lamentable, de eso en Galicia y en Lugo, sabemos bastante.
P.D. Praza Maior, es su nombre.
Buenos días, estimado anónimo:
EliminarNada temo, de veras. Me ha llamado la atención porque aquí no hablamos de debates sobre la naturaleza de una plataforma, sino sobre la convocatoria de una "asamblea" por una parte de sus miembros y su incorporación a otra plataforma. Es decir, no se trata de debatir propuestas, de las que no hemos escuchado ni la primera, sino de repartos de poder, y eso sí me preocupa (aunque no me asusta).
Por último, Plaza de España la llama todo el mundo y Plaza de España la llamo yo. Si se fija usted mismo sabe perfectamente a cuál me refiero, y espero que tarde o temprano recupere su nombre, por el que la reconocemos todos desde hace muchos, muchos años.