Resultados resultones

Escribo esto mientras participo en un programa de análisis de resultados electorales en Radio Lugo, por invitación de esta cadena y de Paco Nieto. Antes de nada gracias por el honor de estar allí compartiendo con vosotros este tiempo, con Pepe Seijo, Benigno Lázare y Alberte Xullo Rodríguez Feixóo, y con todo el equipo técnico que nos ha mantenido con oxígeno (y bebidas frías) estas cinco horas de comentarios.

Entrando en materia, les diré antes de nada que me voy a reducir a hablar de Lugo ciudad, ya que habrá foros hasta aburrir que hagan un análisis nacional de la obvia debacle del PP a nivel estatal. También tendrán donde ver información sobre la catástrofe popular en Galicia (pérdida de dos diputaciones más con lo que sólo mantienen la de Orense y de las siete ciudades con toda probabilidad). 

En Lugo el resultado se aleja de lo que yo pensaba el viernes, aunque siendo justos me equivoqué por dos concejales de Lugonovo, un concejal de PP y otro de PSOE. He acertado más o menos lo mismo que la encuesta de La Voz y sin gastar un duro jejeje.

Ahora más en serio, creía que el PP sacaría algo más, y el PSOE algo menos, de forma que no llegarían los pactos para evitar que Jaime Castiñeira fuera alcalde. A la vista está que no fue así, y sin la participación de Ciudadanos (que ya dijo que no apoyaría a nadie salvo a la lista más votada si era menester) ni de ACE (que prometió no pactar con PP ni PSOE) la suma de PSOE, Lugonovo y BNG llega para lograr la mayoría absoluta que necesitan para arrebatar el bastón de mando a Jaime Castiñeira, que podría haber hecho un papel digno pero se ha quedado en papelón.

Es posible todavía que suene la flauta caribeña y que Orozco se aferre a su poltrona para lanzar uno de esos órdagos que tanto le gustan: “o yo o el caos”. Se arriesga a que le contesten “¡el caos, el caos!”, pero me parece que no va a ser el caso y que el todavía alcalde se marchará a cambio de que su partido le ofrezca algún retiro dorado, como por ejemplo el Senado o un puestecito en Europa, que es donde van los elefantes cuando les llega su hora.

Los números son los que son, incontestables, y hay algo que deben tener en cuenta todos los que quieran analizar los resultados: el imputadísimo señor Alcalde perdió 5.881 votos respecto a 2011, que son muchos votos. De hecho son 500 más que los que han dado 3 concejales a Lugonovo para que se hagan a la idea de en qué escalas nos movemos. Tras la gran cantidad de escándalos y problemas que hubo en estos cuatro años es una pérdida más que razonable.

Por su parte el BNG ha aguantado sorprendentemente bien el tipo, perdiendo apenas 500 votos y pasando de los 4.000, con los que no contaban ni ellos. La fidelidad a las siglas superó la prueba de Lugonovo, cosa que parecía que no pasaría, y mantienen sus dos concejales. No está nada mal.

Ciudadanos consigue dos representantes, lo que es una gran victoria para un partido de nuevo cuño y sin caras conocidas en Lugo. Creo que es justo reconocer que además de que la marca vale su peso en oro en este momento, el trabajo que han hecho de calle, pateándose media ciudad con pocos medios y mucha energía ha sido decisivo, igual que fue importante la elección de su cabeza de cartel, Olga Louzao, que creo que les ha dado muchos votos.

La entrada de Carlos Portomeñe en el Ayuntamiento promete. Imagino que desempeñará un papel similar a su antecesor, el también “Carlos” Dafonte, a quien toda la ciudad aprecia pero que no sacaba votos por ser comunista. Portomeñe dará altura a los debates, y a poco que lo haga decentemente tenemos concejal para rato.

Tengo que reconocer que Lugonovo me ha sorprendido. Los veía desinflarse y parece que no es así, o no tanto al menos. El viernes hasta dudaba que tuvieran representación, pero se han mantenido bastante bien. Son los únicos que presentaron sus cuentas al céntimo, y si bien creo que habría sido importante (por no decir fundamental) que aclararan quién les prestó el dinero para la campaña, es un paso adelante contar con una claridad inicial a la que los demás partidos son ajenos. Esa es la senda. A ver si la aplican en el Ayuntamiento, y no solo a las que presumiblemente serán “sus” concejalías, sino a las cuentas municipales.

Dejo para el final al “vencedor” en minoría. Es inconcebible que el PP, que estaba en la oposición, haya perdido 7.721 votos y retrocedido a niveles de apoyo de hace más de 25 años. Desde 1.987 no tenía tan pocos votos, y es increíble tamaño desgaste sin gobernar. No me vale la excusa de la política nacional, aunque es cierto que no ayuda que Rajoy salga a dos días de las elecciones (es un decir) soltando perlas como “ya nadie habla de paro en España”. Sin embargo aquí hay mucho más que rascar y creo que todos pensamos en lo mismo: la cabezonería en la postura relativa a los servicios del HULA les pasó factura, y un tema que pudo ser la llave del Ayuntamiento se convirtió en el candado, entre otras cosas.

A nadie se le oculta que este resultado ha de depurar responsabilidades, y que Lugo ha hablado alto y claro para decir "no te queremos de alcalde, Orozco", pero añadió lo que añadió: "Jaime tampoco nos convence". En el escenario en que nos movíamos, con las grandes losas que pesaban sobre el gobierno, que el único partido de la oposición durante mucho tiempo se haya quedado a medio gas y haya perdido más votos que el propio Orozco es para hacérselo mirar. Y supongo que hasta es posible que no se lo hagan mirar, refugiándose tras las cifras y el "somos la lista más votada".

Veremos qué pasa antes del próximo 13 de junio, cuando se tendrán que conformar las Corporaciones Municipales, y los pactos y acuerdos a los que habrán de llegar los que dicen estar contra las mayorías absolutas pero se afanarán a fabricarlas desde mañana mismo.

La resaca electoral comienza. Bienvenidos al baile.