viernes, 5 de febrero de 2016

El PP de Lugo comienza una ¿renovación?

José Manuel Barreiro se ha decidido a dejar la presidencia provincial del PP de Lugo, lo que ha causado un pequeño terremoto en la organización de consecuencias por ahora complicadas de calcular. Eso se sabrá con seguridad cuando nos digan quién le sucede en la presidencia.

Tras 14 años de presidencia el balance es el que es: ni se recuperó la Diputación ni el Ayuntamiento de Lugo, y el mapa es mucho menos azul en la provincia que hace casi tres lustros. Evidentemente no se le puede culpar a él de la situación política nacional, pero si tenemos en cuenta que un eventual éxito en la provincia se lo anotaría como propio podemos, de la misma manera, cargarle parcialmente el “debe” de los malos resultados de los últimos tiempos. Además, sus altas responsabilidades en la cúpula nacional del PP le otorgan una responsabilidad mayor de la que podría tener como mero presidente provincial.

La situación interna del partido, que ahora conozco menos por haberlo dejado hace ya un año y pico pero de la que se sabe lo que sabe porque mantengo muchas amistades (como no podía ser de otra forma), no es buena. Los más que discutibles nombramientos como candidatos a determinados puestos pueden tener mucho que ver con todo lo que ha pasado en la provincia en los últimos años y arrinconar a personas de reconocido prestigio en favor de otras cuya mayor virtud es la de aplaudir con más fuerza cuando habla el jefe no ha dado los buenos resultados electorales que, sorprendentemente, pretendían los de arriba.

Una de las cosas que casi nadie le decía a José Manuel es que la militancia lo criticaba con dureza por tener “desatendida” la provincia y dedicarse “demasiado a Madrid”. Esto tiene un punto de verdad pero también de maldad, ya que es obvio que si a la provincia de Lugo no le puede ir bien si al país no le va bien, así que la lógica indica que volcar sus energías en la política nacional tiene su sentido. Otra cosa es que mientras tanto mantengas tu cargo provincial, que a lo mejor es lo que deja de tener tanta coherencia, pero las experiencias de antecesores que tras soltar las riendas locales perdieron sus opciones nacionales quizás hacen que haya sido más precavido.

Supongo que algún malpensado, que los hay, podrá acusarme de decir estas cosas cuando Barreiro se marcha de la presidencia provincial, lo que sería una torpeza porque si deja el cargo es porque se va a un sitio donde manda mucho más (aunque lo mío es ser imprudente, ya lo sabemos a estas alturas). Pero deberían preguntarle al interesado porque en su momento se lo dije personalmente en una reunión que tuvimos cuando abandoné el partido. Le dije todo esto y mucho más que me callo ahora, y también que no iba a unirme a ningún otro partido ni lista para las municipales de mayo del año pasado, y lo cumplí a rajatabla como hago cuando doy mi palabra.

Toca el momento de la renovación, pero no simplemente de poner a una persona “designada” para cubrir un hueco ni de seguir con las mismas formas de hacer las cosas que han dejado al PP como lo han dejado. La corrupción, que apesta, duele más cuando es de los tuyos o de los que hasta no hace mucho eran los tuyos y aunque no guardo ni el más mínimo rencor hacia un partido en que estuve dos décadas, sí es verdad que me da mucha pena que las siglas que defendí por las ideas que encerraban se hayan prostituido de semejante manera.

El PP es un partido lleno de gente noble, trabajadora, desinteresada, honrada y cabal y es hora de que esas personas den un golpe de timón y empiecen a tomar el control de una maquinaria que siempre se ha dejado en manos de quienes se preocupan más de “estar” que de “hacer”. Si les soy sincero ahora hasta me da un poco de pena haberme marchado porque se avecinan tiempos de esperanza para que haya una regeneración total, previo batacazo.

La única pega para todo ese proceso en la parte de arriba es que probablemente Pedro Sánchez no va a conseguir formar gobierno y que Rajoy seguirá a la cabeza del PP y aunque tengo la impresión de que es una persona honrada y que ha hecho lo que ha podido por este país, también creo que dentro de “la casa” no ha hecho las cosas bien, empezando porque no hemos visto que se cogiera la escoba para iniciar la limpieza que debería, aunque es muy complicado.

Por ejemplo pongamos el caso de Rita Barberá, la que parecía que iba a ser la eterna alcaldesa de Valencia respaldada por votos y más votos. ¿Cómo le dices a alguien con ese respaldo en las urnas que se tiene que marchar, sobre todo si no hay sentencia en su contra sino solo sospechas? No puedes, directamente. Otra cosa es que una vez pierde la alcaldía, si sabes que hay manejos extraños detrás, la “premies” metiéndola en otra institución, pero es que para eso primero hay que saber que hay todas esas cosas (si es que las hay) y no es tan fácil.

“Alguien se lo habrá dicho” no vale, porque un partido político (y ninguna otra esfera de la vida) puede funcionar por susurros y acusaciones veladas. Si alguien tiene pruebas o información de un tema de corrupción ha de ponerlo sobre la mesa y no ir de correveidile intentando hacer caer a la competencia, porque de otro modo se le daría un poder absoluto a la falacia. No es un tema fácil por mucho que se intente hacer ver como tal.

El PP de Lugo inicia un proceso de cambio en su cúpula provincial. Previsiblemente en poco tiempo podría hacerse otro en la local aunque obviamente para la lista alternativa que se barajaba la salida de Barreiro (valedor del presunto cabeza) es un golpe muy duro, y más si la persona que entre se decanta por dejar las cosas como están.

Imagino que es ficción decir lo que voy a decir, pero me gustaría que por una vez en lugar de pensar en el futuro de cada cual pensaran en el futuro de un partido que para enderezar el rumbo de la ciudad, la provincia y del país primero tiene que enderezarse a sí mismo, y no tiene trazas.

Veremos…

2 comentarios:

  1. Barreiro podría haber elegido irse por la puerta grande pero los usos y costumbres tradicionales se impusieron y decidió lo contrario. En vez del jueguecito ese de si me voy o me quedo- decisión que ya había architomado tiempo ha- , podría haber anunciado su marcha con tiempo, dejar que los posibles candidatos se organizasen y expusieran sus programas a la militancia y a la opinión pública y organizar un congreso abierto con la premisa de un militante un voto. Sin embargo decidió jugar a dejar a sus delfines y , por supuesto y como no podías ser de otra manera, obliga a que el voto sea delegado en una lista muy limitada de compromisarios que son mucho más fáciles de controlar.El principal partido de esta provincia ( y de Galicia y del resto de España) sólo puede ofrecer más de lo mismo. Pero no, tenía que hacerlo así. Vaya forma de marcharte, José Manuel.

    ResponderEliminar
  2. Suscribo el mensaje anterior y añado que Barreiro no es un presidente de una provincia cualquiera. Como portavoz del senado, pertenece al comité ejecutivo nacional y se sienta en la mesa de toma de decisiones con Rajoy y sus más estrechos colaboradores.Tiene, por tanto, las prebendas pero también la responsabilidades inherentes a su posición. Si la prensa nacional reparase en que este señor ha maniobrado para dejar la presidenta de su elección y convocado un congreso provincial con el voto delegado en compromisarios,el daño al PP a nivel nacional sería brutal. Aunque me fastidia, cada vez entiendo más por qué se nos han escapado tres millones de votos a C's.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.