La foto que anda circulando por redes es para echarse a temblar. Un par de mascarillas en la multitud. |
Anda circulando una foto por redes sociales que aseguran que
es de la noche del sábado en Lugo. Confío en que sea falsa, como cuando nos
pasaron a todos aquel Whatsapp de una supuesta persona del HULA que denunciaba
con todo lujo de detalles unas supuestas prácticas terribles del hospital respecto
al COVID-19 y la llegada de un autobús lleno de jubilados infectados que venían
de Benidorm, todo falso.
Pero como sea auténtica es para echarse a temblar. La
inconsciencia que refleja es totalmente incongruente con la supuesta
responsabilidad de la que hacemos gala, y después echaremos la culpa a las autoridades
de lo que pase, porque si en medio de ese mogollón hubiera una persona
infectada, un asintomático que no sabe que es portador, la que se puede liar es
épica.
Esto va por rachas, no sé si es una percepción particular
mía o una realidad. Cuando se salió a la calle por primera vez yo volví
temblando de miedo porque me parecía que la gente estaba loca, en masas sin
ningún tipo de cuidado. A los quince días me pareció que ya se lo tomaban más
en serio y veías a todos con mascarillas y guardando ciertas distancias, pero
la semana pasada ya me volvió a dar la sensación de que se relajaba la cosa.
No tengo ni idea de si es algo subjetivo que veo yo y que no
es cierto, sino simplemente un punto de vista que depende de mi estado de ánimo
(flojo en lo relativo a este tema, he de decir) o si realmente hay esas curvas
de responsabilidad/irresponsabilidad en la ciudadanía. Todo puede ser.
En cualquier caso cada día estoy más convencido de que ya no
tenemos que pensar en si habrá el puñetero “rebrote”, sino en cuándo lo habrá.
Nos dicen que será más suave, que no supondrá un nuevo confinamiento y que no
será para tanto… pero si les digo la verdad visto lo visto parece que quizá sea
justo al revés, porque la gente se confía en la suerte (relativa, porque aquí
también hemos perdido gente, pero indiscutible viendo las cifras de otros
lugares) que hemos tenido en ciertas zonas.
Las contradicciones de la administración no ayudan. Nos
cuenta el Ayuntamiento que la malvada Xunta de “los otros”, que vive únicamente
para hacer la puñeta a la gente de bien (salvo cuando gobiernan “los suyos”,
claro, que entonces todo lo hace correctamente), es la responsable de que se
prohíban las hogueras de San Juan. Llama poderosamente la atención que en otros
sitios de Galicia (Sarria, sin ir más lejos) habrá hogueras: particulares y más
reducidas, sí, pero habrá. Se ve que ahí la Xunta no manda. También es curioso
que se estén organizando desfiles de Arde Lucus para viernes, sábado y domingo,
lo que enfrenta al Ayuntamiento a una contradicción argumental importante: o no
se considera que el Arde Lucus atraiga aglomeraciones, o es falsa la
prohibición de la que hablan.
El tema de la fiesta romana de este año es complejo. Creo
que lo suyo es hacerle un guiño: por ejemplo, desde Lugo Monumental hemos
propuesto que los locales se adornen y que la gente se vista de época… pero
haciendo su vida normal y con sus precauciones. Es una forma de equilibrar el
homenaje a una magnífica fiesta de los lucenses y la elemental prudencia que
hoy día necesitamos mantener.
En todo caso tengan cuidado. Ustedes mismos son su primera barrera de protección en este tema así que no duden en ser precavidos.
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