Lo de que el Gobierno de Lugo anuncie reiteradamente que no se pagarán tasas de terraza en 2021 está muy bien… si no fuera porque se callan que a partir de 2022 se duplicará el precio, lo que no sólo neutraliza esa “generosa” exención, sino que empeora la situación de las familias que viven de la hostelería volviendo a la senda del abuso y la desproporción. En algunos casos el incremento es del 600% de la tasa y recuerden que ese aumento no es sólo para el 2022, es para siempre.
Centrándonos en el casco histórico, que es nuestro campo de
actuación, para que se hagan una idea los más de 40 euros por metro que pagará
un hostelero de Lugo superan con mucho los 27 que pagaría en Santiago de
Compostela, los 25 de Coruña o los 5,34 de Vigo, localidades en que es difícil
rebatir que las terrazas son muchísimo más rentables por sus características
turísticas e incluso climatológicas.
Desde que en 2013 Lugo Monumental denunció que nuestros
hosteleros sufrían las tasas de terraza más caras de las ciudades de nuestra Comunidad,
se inició un largo camino que incluyó una sentencia del Tribunal Superior de
Justicia de Galicia que avalaba nuestros postulados y anulaba el estudio de
costes utilizado por la administración para inflar artificialmente los
precios de las tasas. Todo aquel proceso culminó con un acuerdo que redujo las
tasas a unos precios razonables pero ahora, sin que exista obligación alguna
por parte del Ayuntamiento de cambiar eso, abren de nuevo el melón de la
escalada de costes.
Sé que mucha gente piensa que pague lo que pague un
hostelero es poco, con esa falta de empatía que algunos muestran cuando el
dinero no sale de su bolsillo, pero lo grave es que quien parece compartir ese
criterio es el Gobierno de Lugo a pesar de que ya se les ha demostrado reiteradamente
que están equivocando el camino sangrando a quienes, sobre todo en esta
situación, están pasando por un durísimo momento del que a duras penas se
podrán recuperar. Muchos quedarán por el camino. Es muy fácil decir que tienen
que pagar más quienes están trabajando en nuestras fiestas y los días que los
demás descansamos, prestándonos un servicio que en esta pandemia se ha
demostrado como fundamental, y decretar arbitrariamente disparar los precios
desde un cómodo despacho pagado por los impuestos de los propios perjudicados.
“Es que el café en el
centro es muy caro” dirá alguno. Sí, cuesta más que en otras zonas como en
todas las ciudades del mundo, pero el coste de una terraza en una calle de 1ª
categoría es un 579% más cara que en una de 3ª o 4ª. Eso supondría que si un
café en las primeras cuesta 2 euros, en las segundas tendría que costar 35
céntimos para seguir la proporcionalidad. Tampoco parece razonable que sea más
caro poner una terraza en una calle de 5ª categoría (9,12 €/m2) que
en una de 3ª o 4ª (6,96 €/m2) lo que indica la poca credibilidad del
estudio usado por la administración.
Todo esto se hace en el momento menos oportuno posible y ocultando esa subida con la cortina de una exención temporal. Se podría alegar que estos procesos son largos y que la subida se hace ahora por una cuestión de “procedimiento”. Sí, podría decirse eso, sólo que se mentiría porque este incremento se votó hace menos de dos meses, el 29 de octubre. Ya sabían lo que hacían y cuándo lo hacían. Ya sabían que estaban perjudicando a los que presumen defender.
Artículo publicado como Presidente de la Asociación Lugo Monumental
Hay que recaudar para el contrato de la recogida de basura. En total 134.133.744,35 €/por 10 años.
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