La (aplastante) victoria de Lara Méndez con el San Froilán

Un domingo das mozas casi como los de antes. Foto: La Voz de Galicia

No sé si Maite Ferreiro debería dimitir como pide Ciudadanos, pero sí es cierto que ha quedado en ridículo con todo el lío que ha montado con las barracas, y no sé qué será peor, porque estoy seguro de que en año y medio, cuando toquen elecciones, esto se le recordará. Para mayor fantasía salió a hacer una valoración de las fiestas como algo “seguro”, con un par de narices, después de contradecir con actos sus alarmantes palabras.

El otro día me acerqué a la plaza de Santa María y estaba llena como un huevo. No la parte de los asientos, claro está, pero sí la exterior, incluidas las escaleras del obispado y el espacio que rodeaba la actuación. ¿Ahí no había virus? ¿Ahí no había ese peligro que, según la concejala, era muy preocupante en las barracas? ¿Qué tienen que decir su pléyade de “doctores” que en redes sociales se dedicaron a crear confusión y miedo entre la gente haciéndoles pensar que al aire libre y con mascarilla había peligro?

La foto está borrosa a propósito para no meter a nadie en líos, pero verán que aquí ni seguridad ni leches... Pues se ve que no les preocupaba tanto como decían.

Que las cosas no se hicieron bien en el ferial es bastante obvio… aunque sí mucho mejor de lo que se hicieron en el entorno de los conciertos. Había accesos cerrados por todos los puntos desde los que se podía llegar a las barracas y personal de seguridad contando los que entraban y salían… ¿Eso garantiza los ratios que exigían las normas? Probablemente… no, pero la situación ahora es la que es y no podemos seguir comportándonos como si estuviéramos en abril de 2020.

Han sido unas fiestas muy buenas, y todo gracias al mando de Lara Méndez. Saben que soy muy crítico con algunas cosas de las que hace (de hecho, en breve volveremos a hablar de las bañeras colectivas, una obra no sólo disparatada sino que supone una hipoteca para los lucenses hasta que, en un futuro no muy lejano, queden abandonadas), pero en esto ha acertado de pleno.

Ha logrado erigirse en la salvadora del San Froilán, algo que todos le agradecemos: comerciantes, hosteleros, usuarios… y sobre todo los niños, que han podido por fin acercarse al ferial y disfrutar de las atracciones.

De hecho, o muy equivocado estoy o ha dado el pistoletazo de salida a la normalidad en Galicia. La Xunta está a punto de finalizar la crisis sanitaria en nuestra Comunidad, pero Lugo ha iniciado ya ese camino en un escenario en que, con la inmensa mayoría de la población vacunada, nos toca convivir con este bicho y aceptar que las cosas no van a ser como antes… hasta cierto punto.

Con lo que, a pesar de todos los fallos que haya podido haber, toca felicitar, una vez más y con toda sinceridad, a la alcaldesa.