Como ya todo el mundo sabe, por primera vez en 10 años, Zapatero no ha ido a Rodiezmo a una romería de los sindicatos a la que acudía puntualmente todos los años a darse un baño de masas previamente adiestradas. Este año no fue, aunque se han cansado de decir que “no voy pero os sigo queriendo”.
Por su parte, los sindicatos contaron con la presencia de Alfonso Guerra, para que nadie dude de que el PSOE y los sindicatos siguen de la manita aunque estos últimos se vean obligados a convocar una huelga general para salvar las apariencias. Quedaría raro que con semejante paro en España no hagan nada, pero están atrapados por sus coches oficiales y sus jugosas subvenciones, que dependen del Gobierno y que los tiene apesebrados desde hace años.
El equilibrio del juego político es difícil cuando uno es Presidente del Gobierno y al mismo tiempo líder de un partido que sigue cantando La Internacional con el puño en alto. También se complica la cosa cuando se afirma que se defiende a los trabajadores y se les mete un decretazo que los deja temblando, mientras que se les ha mentido (como a todos) respecto a una crisis negada hasta la saciedad y de la que llevamos remontándonos desde hace un años según ZP y compañía.
Lo que es muy curioso es que este equilibrio obliga a renunciar a ciertos principios básicos, como es el de levantar el puño en un acto de partido. Que alguien busque una foto de ZP cantando la Internacional, no la encontrará. Tal vez porque no se sabe la letra o porque no tiene el valor de demostrar públicamente que su partido sigue considerando el fracasado marxismo como “instrumento crítico y teórico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.