Hoy se celebra un Pleno en la Diputación Provincial de esos a los que sólo les falta un tío con faldones rojos y un sombrero de copa para parecer un circo. El tema estrella del día es la declaración de “non grata” de la Conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, por sus declaraciones sobre el tema de hemodinámica en el HULA.
Creo que es sobradamente probado que he sido siempre un firme defensor de los servicios que están pendientes de instalarse en nuestro flamante hospital, entre los que está la atención continuada de 24 horas de hemodinámica, por aquella manía tonta que tenemos los de Lugo de querer sobrevivir en caso de infarto. Un capricho, ya saben, es que lo queremos todo.
También he compartido en algunos foros (juraría que aquí no ha coincidido) que las declaraciones de la Conselleira en cuestión son una metedura de pata monumental, ya que daba por sentado que en la ciudad no habría este servicio de 24 horas a pesar de que la ILP aprobada en el Parlamento decía que la cosa se decidiría en base a criterios técnicos. Y eso que ni siquiera es la ILP original, sino la “maquillada”.
Sin embargo estoy convencido de que lo de declarar a Rocío Mosquera persona “non grata” por parte de la Diputación es, y me arriesgo a ponerlo sin el “quizás” delante, una obvia maniobra política, para estirar todo lo posible el tema de cara a las cada vez más cercanas elecciones municipales.
Vale que sus palabras son una metedura de pata monumental, paro ya tendrán una larga y pesada campaña electoral para recordarnos a todos lo mala que es esa señora y lo crueles que son los del PP que quieren matarnos a todos. No hace falta que metan en el ajo a la Diputación en plan oficial, porque las instituciones están para cosas más serias.
Para empezar, el sistema elegido es una chapuza. Se supone que es para hacer una “reprobación”, que viene a ser una moción de censura firmada por quienes no pueden hacerlo ya sea porque no tienen la capacidad legal (como en este caso, en que la Diputación puede decir lo que quiera que legalmente no tiene consecuencia alguna) o porque les faltan los votos necesarios (curiosamente también coincide en este caso, ya que no hay la unanimidad que normalmente se pide para una cosa tan seria). Vamos que no deja de ser una pataleta.
Por otra parte, el tema es bastante más peliagudo de lo que se imaginan, ya que la utilización política de una institución para denostar a una persona puede volverse en su contra si a la señora Mosquera le da por demandar a la Diputación por daños a su honor, cosa totalmente plausible aunque poco probable porque sería darle más vueltas al asunto. Ahora bien, si le diera por hacerlo no sería la primera vez que un juzgado anula una declaración de este tipo, pero ya llegaría tarde porque desde luego sería después del 24 de mayo.
No les voy a poner en duda la rabia que me dio escuchar las declaraciones de la buena señora, pero me gustaría saber cuántas declaraciones de “non grato” ha aprobado la Diputación. ¿Ha reprobado al señor Liñares? ¿O a los firmantes, incluido el presidente de la Diputación, de un convenio gravoso para la ciudad como el que originó las torres del Garañón? ¿O a Zapatero por habernos metido donde nos metió?
Se me podrá contestar que esto es un tema más grave, porque pone en peligro la vida de los lucenses. De acuerdo. ¿Y por qué no se declara “non gratos” a todos los responsables políticos que han pasado por las consellerías competentes sobre el HULA? Porque les recuerdo que en el proyecto que el bipartito llevó adelante, el mismo que dejó Fraga aprobado, no incluía estos servicios. Así que de reprobar, reprobar a lo grande.
No se dejen engañar, esto es un acto de campaña. ¿Qué beneficios reporta a la ciudadanía esta declaración? Ninguno, sólo una especie de patada política que se queda en eso, en un patético encabronamiento de dos grupos que no dirían otra cosa en cualquier caso.
Pues nada, a ganar un par de titulares más. Vergonzosos, pero seguro que grandes.
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