La Diputación Provincial de Lugo y el Ayuntamiento de la ciudad proyectan un aparcamiento en el Hogar de Santa María, algo que suena muy bien, pero si se leen el proyecto verán que entre las actuaciones incluyen la tala de un árbol de más de diez metros de alto para sustituirlo por otro pequeñito, contra el más elemental sentido común, ya no ecológico, sino económico e incluso estético. Por lo visto, aunque el proyecto pone eso no se trata de un único ejemplar, sino de tres de gran tamaño y cuatro más pequeños. Siete árboles, siete, que se llevarán por delante.
Estamos en pleno debate sobre si talar árboles es razonable para completar el cinturón de tráfico de la ciudad con la famosa Ronda Este, una actuación que la Diputación y el Ayuntamiento han criticado duramente en las últimas semanas aunque justo antes “exigían” su ejecución. Pero claro, no estábamos en campaña.
En ese contexto chirría bastante que las mismas administraciones que tan verdes dicen ser proyecten gastar nuestro dinero en cargarse siete árboles. Alguno de ellos, según la descripción del proyecto, tiene una “altura superior a 10 m. de más de 30 cm de diámetro de tronco y copa muy frondosa”. Es decir, un árbol precioso. Lo sustituirán, que es lo más triste, por otro ejemplar descrito como “árbol de 15 cm de perímetro”, sin mayor explicación. Supongo que los demás correrán la misma suerte.
Si se nos dice que los vecinos del sur de la ciudad no pueden tener un acceso rápido y fiable al HULA para salvar una parte del parque del Rato, una postura defendible e incluso razonable, ¿por qué se sustituyen estos magníficos árboles? O estamos a Rolex o estamos a setas.
Cuando la conciencia ecológica sólo sirve como arma política ni es conciencia ni es ecológica, es puro oportunismo.
Artículo publicado en La Voz de Galicia del 4 de Mayo de 2023
Estimado Luís,
ResponderEliminarHai moitos anos (aínda estaba eu estudando arquitectura, imaxínese) a cidade de Burdeos encargoulle ó estudio de Anne Lacaton e Jean-Philippe Vassal (premio Pritzker do 2021) a reforma dunha pequena praza na parte sur da cidade (na esquina entre as rúas Léon Aucoc e Emile Pereire). O que fixeron estes arquitectos foi non presentar un proxecto, senón un informe no que dicían que a praza estaba bastante ben e simplemente recomendaban melloras no mantemento. Na actualidade (alomenos así era hai catro anos) a praza segue igual, co único cambio de que se quitou unha zona de xogo de petanca e se puxo unha de xogos infantís.
Estes días pensei un pouco sobre o tema da intervención necesaria e a superflua na actuación sobre o espazo público; e este exemplo das árbores do aparcadoiro de Santa María é un exemplo máis de cousas que se cadra se solucionan cun mellor mantemento. Se esas árbores están enfermas (a únca excusa para cortalas) se cadra o que hai é que tentar sanalas, facer un mellor mantemento, e non hai necesidade de cambiar.
Hai tamén moitos anos eliminouse a alameda do fondo da praza Maior ca excusa de que estaban enfermas, tamén daquela se cortou todo (vese que non había nada sano) e "substituiuse" a alameda por novas árbores; pero o resultado é que hoxe, décadas despois, alí non hai unha alameda, nin a sombra nin a xente que había antes.
E na zona de Santa María tamén perdimos as árbores que había antes diante do edificio e que creo que eran dragos, os únicos na cidade (e posiblemente tamén na provincia)
Pero agora somos moito máis "sostibles" e "ecolóxicos" (con comiñas)
Buenas tardes:
ResponderEliminarHe recibido un comentario anónimo que incluye acusaciones directas contra el presidente de una entidad lucense y una persona de su familia.
No suelo moderar los comentarios pero comprenderán que no voy a publicar un anónimo que incluye lo que pueden ser calumnias.
Recomiendo a la persona que lo envió que lo remita a Fiscalía o a la prensa si considera que hay un posible delito.
Un saludo.