Ayer por la tarde estuve tomando un muy agradable café en la Plaza de España, en el Café del Centro que tan rico lo prepara. Es curioso que una cosa tan tonta como un café cambie tanto de sabor de un sitio a otro, pero la “mano” influye lo suyo. Es como la tortilla de patatas, que es la receta más sencilla del planeta y no hay dos iguales.
Estuve allí sentado un buen rato, y lo típico que hacemos todos cuando estamos allí, miraba la hora en el campanario del Ayuntamiento. Según ese reloj estuve sentado a las tres durante casi dos horas: vuelve a estar parado. No pude evitar la analogía entre el reloj de la torre y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Lugo: lo mejor les viene de antes, por más que se meten a gastar dinero no consiguen que funcione, y aunque parece que quieren andar, están parados. Y en ambos casos la culpa no es del Alcalde, es del chachachá.
Llevamos 12 años de orozquismo, en que, como en el reloj de la torre, todo es fachada. Piensen en los grandes cambios que ha vivido Lugo en los últimos 20 años y analicen de dónde han salido. Casi que hoy no, que no tengo aquí todos los datos, pero la semana que viene me lo voy a tomar con calma y voy a ir hablando una a una de las principales mejoras que ha vivido Lugo en dos décadas y viendo de dónde ha venido cada una. Me lo pongo en tareas pendientes.
Volviendo a mi café, a mi exquisito café con hielo, tenía sentada a mi lado a una agradable pareja de argentinos que viaja mucho por Europa. De hecho me estuvieron contando el viaje que están haciendo ahora y me dejó de piedra (y algo verde de envidia, la verdad): Galicia, de donde son algunos de sus antepasados, Madrid, Berlín, la Selva Negra, Múnich, Budapest, Praga, Viena… Vamos un viajecito de nada. Ella es licenciada en Historia del Arte y suelen visitar museos y centros culturales a punta pala… y estaban cabreados por lo de los “museos” municipales de Lugo. Ya hablé en varias ocasiones de que me parece ridículo cobrar más por ver tres salitas que el Museo del Prado o el Louvre enteros, pero es así. Y los turistas se nos cabrean, claro, y en este caso dudo que fuera por el dinero, es por la tomadura de pelo.
Un café da para mucho, por lo que se ve, porque también vino por allí la ex-sordomuda. Supongo que muchos la conocerán, una chica gordita, rubia, de algún país del Este según tengo entendido, que andaba por Lugo, sobre todo por la zona de Calle de la Reina con San Pedro, pidiendo firmas para una supuesta organización de discapacitados. Luego con la firma te pedía, claro está, una ayuda y según varias denuncias te echaba mano a la cartera si podía. Pues estos meses que no la vimos por la calle debió de ir de peregrinación a Lurdes porque ahora ya oye y habla como una cotorra. Tras ella vinieron a pedir, y no exagero, otras cinco personas en una hora y media.
Las cosas no están bien, y el día 22 tenemos oportunidad de cambiar algunas, que no todas. Podemos pedir que sigamos como estamos o que algunas cosas varíen. Podemos hacer que el reloj del Ayuntamiento marque otra hora y que no siga parado eternamente.
Estimado amigo , sobre la preciosa torre del reloj quiero hablarte
ResponderEliminarla Maquinaria de la torre de Lugo es una de las poquisimas Inglesas de nuestro territorio Español exite docuemetacion historica sacada del archivo, recientemente esta en manos de una empresa que como todas se dedican a electrificar y mutilar bienes de incalculabre valor, la ultima noticia es que le pedieron hacer una pieza a la casa Gillet,cuestion que deja muchas dudas , pues un profesional de la Relojeria sacaria el molde y tornearia la pieza, ahora vuelve a pararse., pues la maquinaria necesita una restauración estetica y tecnica. Velad por este patrimonio insigne y no permitais electrificaciones o cambios que no sean acordes con la ley de patrimonio historico español. Estaremos comtribuyendo a un desarroyo sostenible e historico y no a la cultura del pelotazo