Pocas personas habrá más maniáticas con el tema del ruido que un servidor de ustedes. Les puedo asegurar que mi paraíso ideal no incluye más sonidos que el del mar o la lluvia. Curiosamente para mí eso no es ruido, es casi casi música. Por ejemplo, una tele a un volumen inadecuado por parte de un vecino me desvela automáticamente, pero una tormenta de esas que hacen temblar las paredes, con lluvia torrencial en los cristales, me relaja y me adormece. Con las playas me pasa lo mismo: prefiero un mar furioso rompiendo contra las rocas que el típico “arradio”, la parejita jugando a “las palas” o el niño gritón.
Una vez dicho lo anterior, para no ser sospechoso de formar parte de esa tribu urbana que a los 40 andarán con Sonotone, le diré que me parece que se han pasado siete pueblos con lo del control de ruidos en el San Froilán. Resumen rápido para quien no sepa de qué va el tema (siempre tiendo a hacerlo, por si alguno estuvo de viaje y se reincorpora hoy a la ciudad): los vecinos del Parque de Rosalía están hasta el moño de soportar durante 10 días ruidos incesantes de las barracas, así que recurrieron al Ayuntamiento para que haga cumplir la norma sobre contaminación acústica. Ante el silencio de Orozco y sus muchachos (alguno estaría muy ocupado contando billetes – es una coña, no me denuncien por esto por favor) los vecinos recurrieron al juzgado y éste les dio la razón. Por lo tanto, se dicta un auto en que se prohíben los ruidos desde las 22:00 a las 8:00.
Vamos ahora con las consecuencias del tema. Los feriantes han puesto el grito en el cielo (antes de las 22:00 horas espero, que si no los multan) diciendo, con razón, que sus contratos con el Ayuntamiento no ponen eso y que su actividad se verá alterada respecto a lo que habían acordado con el municipio. El Ayuntamiento, por su parte, ante la incapacidad de poder controlar los ruidos (o eso dicen) ha determinado el cierre del ferial a partir de las 22:00 horas. Es una aplicación práctica del principio “muerto el perro se acabó la rabia”, sólo que este perro no tenía rabia, sino un poco de mala leche nada más.
Como es habitual en estos casos, y dada la ignorancia de nuestros próceres, se procederá a atacar al juzgado que dictó el auto, aunque no es en absoluto responsable ya que se limita aplicar la normativa municipal, que es la competente en este caso.
Dice nuestra vigente “ordenanza xeral municipal reguladora da contaminación acústica” que no se puede hacer ruido en horario nocturno, que se establece de 22:00 a 8:00. Incluye en esto a todo tipo de empresas y espectáculos tal y como recoge el artículo 2º de la misma, que les reproduzco a continuación:
Artigo 2º - Quedan sometidas ás súas prescricións, de obrigado cumprimento dentro do termo municipal, tódalas instalacións industriais, comerciais, recreativas, musicais, espectáculos e de servicios e, en xeral, tódalas actividades que produzan ruídos ou vibracións que ocasionen molestias e/ou perigosidade á veciñanza ou que modifiquen o estado natural do medio ambiente circundante, calquera que sexa o seu titular, promotor ou responsable e o lugar, público ou privado, aberto ou pechado, no que estean situados.
Respecto a los horarios nos los aclara el artículo 7:
Artigo 7º.- Para os efectos desta Ordenanza, considerarase dividido o día en dous períodos, denominados diurno e nocturno. O primeiro deles ocupa o espacio de tempo comprendido entre as 8 e as 22 horas, correspondendo ó segundo o comprendido entre as 22 e as 8 horas.
Como los lumbreras del Ayuntamiento no metieron una excepción para fiestas, teóricamente en esta ciudad no se puede ni hablar alto desde las 10 de la noche. Esto quiere decir que todas las actividades del programa de fiestas que pasen de esa hora e impliquen ruidos más altos de los que recoge la ordenanza son ilegales, y lo más grande es que las programa el propio Ayuntamiento, que es quien redactó la norma. Inconcebible.
Esta ciudad es así. Igual que el PEPRI es arma arrojadiza con la que se sanciona a los propietarios de locales del centro, mientras que las administraciones no lo cumplen (véanse los edificios públicos de Lugo, que ninguno está adaptado al PEPRI, incluyendo los municipales, remisor de la norma y las multas), con esto pasa igual. Prohíbo ruidos alegremente para contentar a los vecinos y luego hago un programa de fiestas que se salta mi propia prohibición.
Las consecuencias, según el Ayuntamiento, de cerrar el ferial son una barbaridad. Hay dos caminos: o hacer una excepción a la norma, que no tiene por qué ser la “barra libre” (pueden hacer un horario especial de fiestas, más amplio de las 22:00 y diferenciando días laborables de fines de semana, por ejemplo), o permitir que abran los chiringuitos pero sin la música a todo trapo. Nunca he comprendido por qué para que el ferial tenga gente hay que montar una cacofonía de ruidos mezclados entre atracciones. No pasa nada por tener abierta la caseta de tiro sin Shakira, o como se escriba, a toda pastilla mientras el tío del puesto de enfrente está gritando “jamón, jamón, jamón, la tómbola del jamón” o el “en el coche, y en la moto, lo que mola es el perro piloto”...
Mi preocupación es que en plena crisis nos jodan las fiestas en Lugo... y que utilicen esto de excusa, que lo harán, para trasladar el ferial en el 2013 a vaya usted a saber dónde. Evidentemente, si los del parque protestan, lo moverán porque es más fácil que hacer cualquier otra cosa, y mucho más que reconocer que la ordenanza es una chapuza.
Pero bueno, no se preocupen porque si todo va bien en breve habrá una voz que peleará porque el San Froilán se quede donde tiene que estar, lo más céntrico posible. A fin de cuentas es lo que une a la ciudad, su centro. Otro día lo hablamos con calma si quieren.
Por ahora mi sugerencia es la siguiente: modifiquen la ordenanza de contaminación acústica e incluyan un horario especial de fiestas. Les da tiempo, incluso, de hacer un pleno extraordinario pasado mañana (para el de hoy ya no llegamos a tiempo) con ese único punto del orden del día. Creo que salvar el San Froilán bien merece un esfuerzo.
Hasta en mi pueblo (Barcelona) con ordenanzas sobre ruidos y música hasta cierta hora (creo que también las 22:00) hay las excepciones para las Fiestas de la ciudad o de los barrios. ¿Que sería Barcelona sin las Fiestas de los Barrios de Sants, Gracia o Poble Sec y otros? ¿O sin los conciertos por La Mercé? Lo que hicieron hace muchos años es controlar que realmente se cumplía el horario excepcional y ahora, todas las fiestas, conciertos y espectáculos acaban a las 3 de la noche, puntualmente. Y solo durante los días contados de Fiestas. ¿Que podrían pedir los vecinos que les molesta? ¿Que las Fiestas de Barrio se hagan en el recinto ferial de Montjüic? Pues no sé como harían los barrios de Sants o Gracia que dentro de sus fiestas está el concurso de Engalanar las calles. ¿Se llevarán la calle al Recinto Ferial para engalanarla? Porque muchas de las calles engalanadas pueden molestar a los vecinos ya que durante unos días son cerradas al tráfico rodado. Y no sé en Lugo desde cuando se celebran San Froilán ahí ni desde cuando los vecinos viven ahí. Pero eso me recuerda a un pueblo, donde construyeron un edificio cerca de la Iglesia y se juntaron los vecinos del edificio a denunciar a la Iglesia (bueno, al párroco supongo) ya que el campanario daba las horas y medias durante toda la noche y les molestaba. ¿No sabían eso antes de comprar? Y casos así, un montón. En Barcelona, una de las vías importantes de entrada y salida de la ciudad es la Meridiana. Mucho tráfico y mucho ruido. Se edificó en años 50, 60 y 70 pisos muy baratos, justamente por el ruido y el tráfico. Las gente aún así los compró. En los 90 las asociaciones de vecinos se unieron para EXIGIR el cubrir la autovía para evitar ruidos y contaminación. Al final lo consiguieron. Resultado, compraron barato y ahora los pisos se les han revalorizado un montón (bueno, ahora, ahora, no, en su momento, que ahora el ladrillo no se revaloriza). En otra calle de Barcelona, exigieron que se cubrieran las vías del tren (que siempre habían estado descubiertas y la gente compraba barato por ese motivo). Consiguieron no solo que las cubriesen si no que hicieron una zona verde e infantil encima y otro sector de aparcamiento gratuito. Muchos de los que habían exigido el cubrimiento, después de que lo hicieran, aprovecharon y vendieron sus pisos a un precio muy superior al de compra. Negocio redondo. Un último ejemplo, que no sé como acabó, Santa Cruz de Tenerife, a las afueras de la ciudad había/hay una refinería. La ciudad se fue extendiendo y se construyeron edificios junto a la refinería (respetando la distancia que se debía dejar de ellas). Con los años, se asociaron todos los vecinos exigiendo al Ayuntamiento que obligase a la Refinería a irse de esa zona ya que les quedaba muy cerca de sus casas. Naturalmente la refinería arguyó que no fue ella la que se acercó a los edificios si no al revés. ¿Quien fue primero, Las Fiestas de San Froilán o los vecinos que las padecen? No me imagino en los pueblos de Galicia acabando sus fiestas a las 22:00 (que en verano es de día) para "no molestar" y mucho menos a Lugo. Se acabó para Lugo los conciertos nocturnos, las noches blancas de tiendas, los espectáculos culturales, la mitad del Arde Lucus, las barracas, y un montón de cosas más. Seguirán los manteros, que estos no hacen ruido, aunque obstaculizan las calles y solo molestan a la tienda de al lado que vende los mismos artículos (pero mucho mejores y más caros, entre otras cosas porque ellos si pagan sus licencias al ayuntamiento). Al menos, dentro de las 600 y pico normas sancionables del Ayuntamiento, y en beneficio de un tráfico peatonal fluido habrán previsto que los manteros senegaleses se pongan en unas calles y los de Ghana en otras.
ResponderEliminarNo soy de Lugo, pero las veces que he ido, el reloj del Ayuntamiento siempre está parado, ahora lo entiendo, es para no molestar cuando da las horas. Supongo que todos los semáforos parlantes cierran sus bocas y pitidos de 22:00 a 08:00.