jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Un único accionista mayoritario para el Lugo es lo mejor?

Hace poco más de año y medio saltó la noticia de que el C.D. Lugo necesitaba tres millones de euros para afrontar su conversión a sociedad anónima, requisito obligado para poder mantener la categoría a la que ascendió y en la que se mantiene.

Se pusieron a la venta con una serie de serios límites, con los que se supone que se pretendía evitar la monopolización del Lugo, y yo mismo animé desde esta modesta tribuna a que todos los lucenses adquiriésemos unas pocas acciones para, conjuntamente, reunir el dinero necesario.


Hasta ahí todo correcto. La sociedad lucense debía intervenir para mantener su equipo y éste devolvería el “favor” llevando el buen nombre de la ciudad por España y, si todo iba bien, hacer que esas acciones o subiesen como la espuma (difícil de creer) o, al menos, no perdieran su valor.

El esquema era redondo, pero hete aquí que metió su mano el todopoderoso Estado, en la forma humana del Alcalde Orozco y el Presidente Besteiro, y anuncian que “invertirán” 1,5 millones de euros en comprar acciones del C.D. Lugo. Es decir, que la sociedad de anónima tendrá poco, porque las administraciones locales serán las titulares del 50% de las acciones, y a pocas más que aporte alguien ya tenemos la cifra mágica para hacer con el club lo que les parezca, lo que es para echarse a temblar vistos los resultados de las decisiones de los consejos de administración de las cajas de ahorros, en las que, por ejemplo, Orozco tiene experiencia como consejero.

Aquí se produce un efecto singular. Los socios del C.D. Lugo tenían posibilidad de comprar acciones, pero en número tasado para evitar la monopolización del poder del club. Sin embargo, ante la insuficiente venta de títulos, se hace una excepción y se permite a las administraciones regidas por nuestros representantes, ¡oh, qué buenos!, disponer de todas aquellas que sus abultadas cuentas bancarias, henchidas de nuestros impuestos, les permitan comprar.

Incluso se dejó pasar ese hecho por aquello de que si la mayoría quedaba en manos del Ayuntamiento y la Diputación de Lugo es algo un poco de todos. Poco nos duró la alegría.

Las últimas noticias apuntan a la venta de los 1.5 millones de euros en acciones a un único postor, un lucense afincado en no sé dónde que pretende, mediante esa operación, ser accionista mayoritario del club de su ciudad, y lograr así lo que los socios no pudieron hacer hace año y medio.

Francamente, no tengo ni idea de fútbol y mucho menos de las complejas marañas societarias que suelen venir aparejadas con la contabilidad de los “holding” y otros palabros en inglés, pero no me gusta que una única persona pase a ser, en la práctica, propietaria del club de fútbol de la ciudad.

Supongo que no seré el único, y tampoco creo que esté sólo si les digo que hay cosas que suenan raras. ¿Esta operación estaba diseñada así desde el principio? ¿Por qué se venden las acciones si tanto el Ayuntamiento como la Diputación presumen de tener sus cuentas saneadas? ¿Ya no hay límite para que una única persona tenga las acciones que quiera? ¿Entonces por qué no se hizo así desde el principio? ¿Se irá el C.D. Lugo de Lugo si lo manda su propietario?... Cuántas preguntas…

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