Decir que una mujer en paro está en casa tocándose la panocha (pueden pensar mal, sí, porque me refiero exactamente a lo que ustedes han imaginado) es una forma más o menos disimulada de expresar una vulgaridad y un cliché de difícil justificación, pero se ve que para el Ayuntamiento de Cádiz, y concretamente para la concejala Ana Camelo, es una realidad tan evidente que no solo hay que decirla en voz alta sino incluirla como materia de cursillos preparatorios. Literalmente, ya que han metido en uno la “estimulación del clítoris”. No hará falta que les diga en qué partido milita Ana.
Publica La Voz de Cádiz que la Fundación Municipal de la Mujer, dependiente de la entidad local, incluyó ese asunto en un curso de “habilidades sociales” para lograr la inserción laboral. No sé en qué tipo de trabajo estaban pensando, pero me llamaría poderosamente la atención ver especificada esa “habilidad” en un curriculum. A lo mejor es la intención, destacar del montón de peticiones para un puesto. Otra cosa es la interpretación que se le venga a la cabeza a quien lo lea.
Por supuesto eso es solamente una parte del curso, que tiene otras materias de probada eficacia en la búsqueda de empleo como la criminalización de los hombres por el mero hecho de tener la osadía de poseer pene y la exaltación del feminismo, para completar la trilogía.
Aquí ya no hablamos de si esas cuestiones son propias para un curso impartido por una administración pública, sino de que formen parte de uno de búsqueda de empleo. Supongo que si la ocurrencia viniera de un hombre lo acusarían de una lista de delitos más larga que mi brazo, pero como la inspiración es femenina se enmarca en ese “todo vale” porque “na miña perrecha mando eu” y demás lindezas.
No soy una persona que se escandalice con facilidad, y de hecho esto no me ha alterado en absoluto desde el punto de vista moral. Si el tema viniera como parte de un curso de educación sexual en plan “háztelo tú misma”, me parecería una payasada como tantas a las que ya nos vamos acostumbrando, pero no es el caso. Es de búsqueda de empleo, insisto.
Lo que más me sorprende de todo es que no lo haya copiado todavía nuestra flamante concejala de cultura, ya que es una de esas ocurrencias que le pegan a Carmen Basadre como un cuerno de marfil a un elefante. Es más, supongo que tendría alguna mejora que aportar como trasladar el cursillo al cementerio, para combinar en el mismo sitio las cosas buenas de la vida con el tránsito al más allá. Tendría que buscar hueco en la agenda, claro, porque entre las representaciones del Tenorio y las visitas nocturnas no darán abasto para usar las tumbas de nuestros seres queridos como escenario de sus tonterías. Luego les van cuatro gatos, y ves en las fotos más personas en escena que en el público, pero bueno, queda super moderno.
Ya estoy viendo los carteles, en color morado, y la rueda de prensa en que Luz Darriba explica su proyecto, financiado generosamente por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Lugo. Lo lógico sería que fuera la concejalía de igualdad, pero “igual da”, y si en Cádiz lo hacen los de empleo, aquí bien se puede meter en cualquier otro lado.
Eso sí, las pensiones hay que ajustarlas que no hay pasta.
La masturbación no estaba en el programa del curso, salió el tema naturalmente durante una clase.
ResponderEliminar¿"Naturalmente"? Anda que no he ido a cursos y jamás ha salido el tema. 😂😂😂
Eliminarcuanto mas poder otorguemos a los gobiernos, mas despilfarro de nuestro dinero veremos(y lo peor será el que ni veamos donde se gasta)
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