La democracia interna en los partidos es inexistente, eso lo sabemos todos. Hay ciertos matices de unos a otros pero son cuestiones menores, porque en los “asamblearios”, que tanto presumen de contar con la participación directa de los afiliados, también cuecen habas y se hacen unas purgas que harían palidecer a Stalin.
En Lugo acabamos de ver cómo el PSOE ha convocado una elección local para elegir a sus candidatos al Congreso que no ha servido para nada, porque desde la cúspide de la pirámide el dedo del todopoderoso líder ha decidido otra cosa y ha rebajado a Sonsoles López al segundo puesto y le ha colado por delante a Ana Prieto, como premio a su apoyo a Gonzalo Caballero en la lucha por el poder de la organización a nivel autonómico.
Lo del "dedazo" es tan evidente y tan salvaje en esta ocasión que ha provocado dimisiones, renuncias y salidas de gente convencida y fiel. Por ejemplo, se ha largado decepcionada la orensana Eva Maldonado, que se hizo conocida por recoger firmas para reponer a Pedro Sánchez en la Secretaría General del partido, mérito que por lo visto no fue suficiente para confirmar su puesto al Senado otorgado por la militancia. Aunque ganó en Orense y fue la que más apoyos tuvo de los militantes, se vio relegada al tercer puesto por "el aparato" del Partido. Se ve que Roma ni paga a traidoes ni a leales.
Lo del "dedazo" es tan evidente y tan salvaje en esta ocasión que ha provocado dimisiones, renuncias y salidas de gente convencida y fiel. Por ejemplo, se ha largado decepcionada la orensana Eva Maldonado, que se hizo conocida por recoger firmas para reponer a Pedro Sánchez en la Secretaría General del partido, mérito que por lo visto no fue suficiente para confirmar su puesto al Senado otorgado por la militancia. Aunque ganó en Orense y fue la que más apoyos tuvo de los militantes, se vio relegada al tercer puesto por "el aparato" del Partido. Se ve que Roma ni paga a traidoes ni a leales.
Dejando a un lado el lógico debate de cómo se ejerce el poder en los partidos políticos (insisto, en todos la cosa va por el mismo lado), me pasma que se convoquen elecciones internas para después alterar los resultados. Para eso casi mejor sería no preguntar, porque tiene que ser ofensivo, como militante, que te llamen a opinar para no hacerte ni puñetero caso.
Aunque no hace mucho que Álvaro Santos, Secretario de los Socialistas lucenses, había dicho que tendrían que dar muchas explicaciones si se alteraban las elecciones hechas en Lugo, se ha producido esa alteración pero no ha habido las explicaciones que previamente exigían. Ni siquiera los varios perfilles-troll que tienen en redes desde hace una temporada, y que se dedican a sembrar cizaña y a cantar las alabanzas del líder están abriendo la boca sobre este asunto porque no tiene defensa. Las indirectas, porque no estamos en época de enfrentamientos directos, no se han hecho esperar, y transmiten un cabreo que intentan disimular más o menos para la campaña.
Santos ha declarado su “más absoluta admiración al compañero de Ourense, a Barkero porque es un ejemplo claro, indiscutible de ideología y de coherencia en el partido socialista”. Como sabrán Barkero dimitió por la injerencia en sus listas. Tal vez Santos debería seguir el ejemplo, pero no lo hará porque pretende ir de número dos en la lista de Lugo con lo que, si a Lara le hacen un Orozco por sus imputaciones el friolés sería Alcalde de Lugo (con nulo interés en la ciudad, dicho sea de paso, y ese cuento ya lo conocemos).
Por su parte, Sonsoles López que fue elegida cabeza de lista en Lugo pero relegada al segundo puesto por Madrid (a propuesta de la estructura autonómica socialista) dijo que las decisiones que “se tomaron las tendrá que explicar quien las tomó”, aunque como están en juego las habas la cosa no pasará a más.
El PSOE de Lugo no pinta nada en Santiago ni en Madrid. La negativa a poner un juzgado de lo social en la ciudad, la falta de contestación a la alcaldesa en ese tema, el sainete del tren (mañana volvemos sobre el tema)... les torean dentro y fuera de la casa, a nivel institucional y partidista. Es lo que hay.
Toca unidad porque las campañas electorales no permiten fisuras. El PSOE tiene que parecer unido aunque es difícil explicar a los compañeros afiliados por qué la dirección autonómica ha hecho muy bien en saltarse su mandato y la nacional en respaldar esa alteración de las listas.
A ver qué sale en las municipales, porque esa será otra batalla digna de ver… y con sorpresas casi seguro.
Si eso es lo que hacen en su propio partido, imagìnate lo que harán en donde gobiernan. Primero son ellos y sus propios intereses y en lo último de la fila estamos los ciudadanos.
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