Una de las paradojas visuales de Escher para ilustrar la confusión que la política crea sobre necesidades básicas |
El enfrentamiento que vemos entre la Xunta de Galicia y el Ministerio de Fomento por el proyecto de la Intermodal, jaleado por un Ayuntamiento que está lejos de ser el árbitro imparcial y únicamente interesado en que la obra salga adelante, puede traer como resultado una paradoja urbanística intolerable: que se ejecute el traslado de la estación de autobuses pero no se haga nada con la estación de tren, y mucho menos con los trenes.
Vistos los plazos electorales, que es lo único que les importa a los protagonistas de este sainete, el Gobierno de España no hará nada antes del 28 de abril y después de esa fecha la cosa dependerá de quién gobierne desde Madrid, pero sea quien sea tendrá cuatro largos años para enseñarnos maquetas y seguir tomándonos el pelo.
Mientras tanto, los tiempos autonómicos son diferentes porque se empiezan a vislumbrar las elecciones gallegas y hay que hacer algo, y ese “algo” puede ser trasladar la estación de autobuses y alejarla de su comodísima ubicación actual, para llevarla a un solar cuya única virtud es dejar espacio libre junto a la Muralla para edificar torres de pisos, operación que será hábilmente camuflada bajo el paraguas del “desarrollo urbanístico” y que se completará con una plaza más o menos mediana para guardar las apariencias y que parezca que el objetivo no es el ladrillazo.
Mientras tanto, Lugo seguirá sin trenes, y ya no solo hablamos de los convoys a Madrid sino los más útiles y prácticos a Coruña, Orense, Santiago, Sarria o Rábade. Y seguirán los planos dando vueltas por los Ministerios a la espera de quién sabe qué para hacer una estación absurdamente moderna para un ferrocarril absurdamente vetusto.
Nuestro cercanías, a día de hoy, es el autobús y si todo va como parece nos lo alejarán del núcleo urbano empeorando el transporte interurbano de Lugo.
Artículo publicado en La Voz de Galicia del 8 de marzo de 2019
Artículo totalmente respetable que muestra claramente tu opinión personal sobre el posible traslado de la estación de bus, que es diferente al de muchos lucenses como es natural y respetable.
ResponderEliminarSin embargo casi todos los razonamientos se apoyan en hipótesis en su mayoría de difícil cumplimiento, al contrario que en otros artículos tuyos que he leído, que si que tienen un nivel crítico más alto y que van más allá de una simple opinión personal y una exposición de supuestos que rara vez llegarán a ser verdad.
Bueno, parte de dos supuestos que no veo tan difícil de cristalizar: el traslado de la estación de autobuses y que NO se llegue a hacer la nueva estación de tren... Cosas más extrañas han pasado en nuestro Lugo.
EliminarEn cuanto a la opinión del traslado, por supuesto que hay diferentes posturas, pero no tengo yo tan claro que "muchos lucenses" estén a favor del traslado. Habría que preguntarles, sobre todo a los usuarios de la estación, cosa que no se ha hecho.
Trasladar la estación de autobuses seria un error. Nada que no sea el ladrillazo justifica el cambio de ubicación, si lo hubiere.
ResponderEliminar