Quique Rozas en su lugar natural: a pie de calle. Foto: La Voz de Galicia |
Al final de este mandato se va Enrique Rozas, y se va a su casa. No
cae en la, últimamente tan habitual, tendencia de cambiar el color
de su acta de concejal sino que simplemente da un paso atrás, cosa
muy poco frecuente y menos en alguien con su pasión por la política
municipal.
“Si Rozas fuera el candidato a la alcaldía, al PP le iría
mejor”. Es una frase que he escuchado en tantas ocasiones que
algo querrá decir, si bien ya sabemos que esas cosas son como son.
Lo que es innegable es que Quique es el mejor concejal que ha tenido
el PP en Lugo durante muchos años desde el punto de vista de la
ciudadanía. Es un hombre sin horario ni calendario, amable con todo
el que se acerca a la oficina municipal o le para por la calle (algo
tan habitual que le obliga a salir de casa con mucha antelación para
poder llegar a tiempo a sus citas), alguien que se apunta a un
bombardeo y que ha sacrificado durante lustros sus fines de semana y
sus días libres para estar presente en todo acto del que ha tenido
noticia... Es un alfil en el tablero popular municipal que se
sacrifica voluntariamente quizá porque no se quiere dejar rebajar a
peón. Y, si es el caso, hace bien. Si uno no se valora a sí mismo,
menos lo harán los de fuera.
Su renuncia a postularse como candidato a la lista del PP para Mayo
supondrá para Ramón Carballo un quebradero de cabeza menos en clave
interna, un frente menos en el habitual ambiente de cuchilladas para
situarse en los, cada vez más escasos, “puestos de salida”…
pero a cambio el candidato popular pagará el precio de una innegable
pérdida de votos, de los que ningún grupo anda muy sobrado y menos
el que aspira a ser mayoritario.
Si es una buena noticia para su candidatura lo sabremos el 27 de
Mayo, donde las teorías dejan paso a los hechos, pero yo apostaría
a que no lo es.
Artículo publicado en La Voz de Galicia del 14 de marzo de 2019
La pena es que se va con un nudo en el estómago , el corazón roto ...
ResponderEliminarY un puñal clavado en la espalda
Quique es mejor. Nuestra ciudad se resentirá con su falta.
ResponderEliminarPues por mí ya podía ponerse y crear su propio partido, eso sí, mirando muy, muy bien a quien incorpora
ResponderEliminar