lunes, 2 de marzo de 2015

El vestido de la discordia

El mundo ya no se divide entre ricos y pobres, creyentes y no creyentes, altos y bajos, del Madrid o del Barcelona… sino entre los que ven el puñetero vestido blanco y dorado o azul y negro.

Cuando me lo contaron pensé lo que la mayoría, que dependería del móvil en que ves la imagen, la luz de la habitación, el ángulo con el que miras la foto… hasta que sentado en la misma habitación y viendo la imagen al mismo tiempo, en el mismo móvil y con la misma luz, unos lo veían de dos colores y otros de otros dos. Inconcebible.

Por si esto fuera poco, hace un rato me dio por mirar la foto otra vez y yo mismo vi el vestido de blanco y dorado, lo que me parecía imposible porque antes no tenía la más mínima duda entre un azul oscuro y un negro obvio. Pues resulta que no tan obvio y que en unos segundos pasé de verlo de una manera a verlo de otra.

Hasta aquí los hechos que imagino que a ustedes los tienen igual de desconcertados que a medio planeta. El otro medio está muy ocupado haciendo cosas más productivas.

Lo que ha convertido esto en viral no es la curiosidad científica, sino lo que acojona que teniendo la misma imagen la precepción nos haga variar tanto a la hora de interpretarla. Si nuestro cerebro nos engaña con esto, ¿cómo nos vamos a fiar de él para otras cosas?

Hay efectos ópticos clásicos como lo de las barritas que parecen de distinto tamaño pero son iguales o las espirales que parecen moverse cuando te acercas o te alejas. Sin embargo eso lo podemos entender todos. Simplemente se trata de engaños ópticos que cuando nos fijamos se aprecian con cierta claridad. Esto es diferente.

Esto hace plantearte si la persona que tienes a tu lado está tomándote el pelo, porque te parece inconcebible que algo azul se pueda ver blanco, y más cuando es un azul oscuro y tan evidente… hasta que tú lo ves también blanco, y ahí se acabó la paranoia conspirativa.

Si no podemos creer en lo que vemos, ¿en qué podemos creer? ¿Cuántas de las cosas que vemos son falsas? ¿Cómo podemos saber si la foto de la familia desahuciada que nos ponen para criticar al malvado gobierno es cierta? ¿O si esa familia estaba de ocupa en la casa de una viejecita? Todo puede ser.

Pues habrá que fiarse de la lógica… aunque este tema también la hace tambalearse. Tiene explicación por supuesto, pero de esas extrañas construcciones que nos cuentan y de las que entendemos sólo una parte limitada así que se reduce a una cuestión de fe.

¡Qué cosas!

1 comentario:

  1. Ya tarda el fabricante del vestido en ponerle un slogan tipo "Compre un vestido y llévese dos" ;-)

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