Quiroga Ballesteros se librará del tráfico. Foto: El Progreso |
De nuevo comienzan obras en el casco histórico, y cambiarán
los usos y costumbres que teníamos hasta ahora, confiemos en que para bien.
Se corta al tráfico, definitivamente, la calle Quiroga
Ballesteros. Esto implica una revolución en la circulación rodada ya que se
acabó lo de “cruzar” por el centro para atravesar la Muralla y para ir desde la
calle Chantada hasta Castelao ahora habrá que rodear nuestro principal
monumento lo que se dificultará más aún cuando se peatonalice la Mosquera y se
haga a los vehículos subir por la calle Salvador de Madariaga para desembocar
en San Roque por Hermanitas.
Aunque pueda parecer contradictorio, esa limitación al
tráfico es probablemente positiva para el casco histórico. Al centro de Lugo no
le beneficia absolutamente nada soportar que cientos de vehículos lo atraviesen
para, como en el chiste del pollo, simplemente ir al otro lado. Ese tráfico es
molesto, contaminante y no aporta nada a la zona. En una interesantísima visita
que hicimos hace unos años a Pontevedra el Alcalde Lores nos explicó ese punto,
unido a muchos otros que hicieron de su ciudad un modelo a seguir.
La Plaza de Abastos y el Mercado de Quiroga Ballesteros sí
pueden verse más afectados en apariencia, ya que la cosa se complica para ir a
comprar allí… pero de nuevo es probable que esto sea más un tema de usos y
costumbres que de otra cosa. Se puede acceder en coche al aparcamiento de Santo
Domingo, que cuenta con una conexión directa a la Plaza de Abastos mediante un
túnel, con lo que más cómodo imposible. Sí, es cierto, el aparcamiento es de
pago, pero les diré que muchas veces gastamos más dando vueltas y más vueltas a
la manzana buscando dónde estacionar que lo que cuesta meter el coche un ratito
en el subterráneo para ir a recoger una compra pesada, si es el caso. También tienen servicios de entrega a domicilio, si lo necesita (consulte en el puesto donde compra y se llevará una agradable sorpresa).
Nos falta ahora la tan prometida y deseada reforma de las
líneas de autobús. Las pocas que pasaban hasta ahora por Quiroga Ballesteros
pararán en Montevideo, y se verán reforzadas cuando se ejecute la modificación
del bus urbano, ya que pasarán por ahí cinco o seis líneas lo que convertirá
Bolaño Rivadeneira en el nexo de las comunicaciones del centro.
Confiemos en que las reformas sean para bien, y que en unos
años nos resulte tan impensable circular en coche por Quiroga Ballesteros como
ahora nos parecería transitar por la calle de la Reina o la Plaza de España.
La peatonalización siempre crea conflictos, pero suele ser para bien. Ojalá acierten porque se están jugando el futuro de mucha, muchísima gente.
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