Que en Lugo somos un poco chapuceros en algunas ocasiones puntuales lo sabemos casi todos. Que Orozco es chapucero en todas las ocasiones lo sabemos una gran mayoría. No le preocupa seguir las normas cuando le interesa políticamente, ni acatar lo que los dictados del sentido común le intentan hacer ver. Para qué. Él es, según su propia proclama, el “sumo sacerdote de la democracia” a pesar de que la ejercite poco. Es bien sabido que es más fácil defender unos principios que practicarlos. Su última muestra de “porque lo digo yo” es el ya conocido como el bando de los manteros.
Empecemos por el principio. ¿Qué es un bando? Un bando es una manifestación solemne emitida por el Alcalde en que se anuncian o se recuerdan una serie de obligaciones basadas en normas ya existentes, o hacer aclaraciones sobre éstas. Es decir, un bando en sí mismo no es una norma, sino, como mucho, una instrucción.
El bando emitido el 23 de septiembre, además de errores materiales como basarse en los artículos equivocados de la ley (aquí la parte más claramente chapucera), es una barbaridad jurídica como no veía desde la declaración del estado de alarma ilegal contra los controladores aéreos.
Dice el bando, textualmente que “durante el periodo de tiempo comprendido entre los días 3 y 12, ambos inclusive, de este mes de octubre de 2011, y de acuerdo con el uso al que están afectadas, no se podrán realizar actos o actividades en los espacios y vías públicas que se determinan en el párrafo dispositivo segundo de este bando que supongan restricción u obstaculicen la libre y segura circulación de personas, así como el acceso, circulación y salida de vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de ambulancias, de prevención y extinción de incendios y de protección civil con motivo de actuaciones preventivas y de intervención”. Hasta aquí bien. Viene a decir, en román paladino, que no se puede interrumpir el paso en la zona del ferial y el casco histórico (parece que fuera de estas zonas, por tanto, sí se puede interrumpir).
Ahora viene lo grande: “se exceptúan de esta prohibición las actividades que realicen dentro del recinto ferial y en la plaza Mayor las personas y entidades que cuenten con la debida autorización expedida por el órgano municipal competente y en los estrictos términos de ella, así como las ocupaciones de la vía pública o de espacios públicos que realicen los establecimientos de hostelería que cuenten con la referida autorización municipal”. Es decir, que no se puede obstaculizar salvo que se tenga permiso, con lo que el bando se dirige a quienes no lo tienen… vamos, los manteros. Este bando, que parece restrictivo, en realidad es todo lo contrario. Lo que se está haciendo, por eliminación, es decir a los manteros que no se pueden colocar en determinadas zonas, lo que implica que sí se pueden colocar en las demás.
Me parece inconcebible que un Ayuntamiento regule una actividad ilegal. Es como si permitieran traficar con drogas en determinadas zonas o robar coches aparcados en una avenida en concreto. Ya sé que es impopular decir esto pero los manteros son un problema para quienes legítimamente pagan unos productos, unas licencias y unos royalties, y como no me gusta repetirme sobre este extremo les remito a un artículo de este blog, “Tirar de la manta”, que por desgracia estará en breve de plena actualidad.
Ayer, en una tertulia radiofónica sobre esto, escuché al representante del PSOE decir que los manteros están ahí a causa de la crisis, porque ahora “un obrero no puede comprarse un reloj o un bolso de marca”, y que “son un atractivo más de las fiestas”. ¡¡Tócate los pies!! Es decir, que si hay demanda, aunque la actividad sea ilegal da igual. Por esa regla de tres, podríamos añadir a nuestras fiestas un “drogódromo”, puticlubs al aire libre, concurso de robo de carteras y todo cuando se nos ocurra. Total, si hay demanda, qué más da que sea ilegal.
De todas formas ya les digo dos cosas: la primera es que el bando no servirá de nada y que los manteros se van a poner donde les dé la gana, y la segunda que nuestras “Fuerzas y Cuerpos de Seguridad” no van a mover un dedo, entre otras cosas porque nadie quiere acabar con este delito, salvo los comerciantes a los que hacen un daño tremendo.
cuanta razon tienes, de verguenza lo que esta pasando en estas fiestas no existe la ley. Un negocio de bolsos con competencia de manteros al lado, diferencias uno paga impuestos otros no, uno arriesga posiblemente todo su patrimonio, el otro no arriesga nada. Uno tiene inspecciones de hacienda, LOPD.. el otro nada. Uno intenta quitar a gente del paro otro no le interesa el paro.
ResponderEliminarOrozco y buenas personas del PSOE, yo también quiero que no haya hambre en este mundo. Como a mí que vivo en el centro no se me deja entrar ni salir con el coche por culpa de la invasión de manteros, digo yo que porque no vais a trabajar en mi nombre y luego me dais parte de mi salario, ya que a mí me es imposible. También Orozco, cara bonachón, podías alojar en tu chalé a algún mantero y darle un poco del dinerito que te llevas crudo por no hacer nada más que dejarte ver por la ciudad para que el pueblo llano y tonto diga: "que alcalde más accesible. Se le puede parar por la calle y saludarle". Viva Lugo.
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