Siempre que hablamos de la Cultura en Lugo, la que se pone con C mayúscula, asumimos que es algo anecdótico, que en Lugo “nunca hay nada” y que para ver algo decente hay que irse a La Coruña como muy cerca, aunque se percibe que haya mejorado en los últimos años. No sé si es por falta de amor propio o por la sencilla razón de que hay manifestaciones culturales que nos aburren soberanamente aunque creamos que lo “cool” es decir que son “superfashion”, utilizando la terminología del tonto.
Por poner un ejemplo, y no de los aburridos, recuerdo que hace unos años hubo un estupendo montaje de “La Flauta Mágica” de Mozart que se representó en el Auditorio Gustavo Freire. Había más gente en el escenario que en el público, éramos cuatro gatos. Al cabo de unos días, la misma compañía, con la misma ópera, actuó en La Coruña y, como “La Flauta Mágica” me gusta mucho, me cogí el coche y allá fui. Para mi sorpresa, me encontré saludando al “medio Lugo” que se había ido a ver allí la representación y que comentaba “desde luego, así da gusto, qué envidia, estas cosas no van nunca a Lugo”. Permítanme la expresión, pero es que no me sale otra: “hay que joderse”.
Lo mismo lleva ocurriendo durante décadas, pero no siempre ha sido así. Cuenta la gente que peina alguna cana, que aquí venían muchas compañías de todo tipo, como el Teatro Argentino, que siempre llenaban. También se recuerdan conciertos exitosos en los 80 y 90, en que se llenaban sin problema pabellones y campos como el del Seminario Mayor, tan variados como los gustos musicales: Miguel Bosé, Mecano, Mocedades, Luz Casal…
Pero entre tantos altibajos hay una constante desde hace 33 años. Una cita fiel a la que los lucenses parece que apoyamos y no damos la espalda: la "Semana internacional de cine de autor". Este año comienza el día 18 de septiembre, pasado mañana.
Por lo que a mi respecta, a esta semana le tengo un especial cariño. Recuerdo con muchísima intensidad ir a ver las películas de los ciclos infantiles, y particularmente, aunque la memoria juega a veces malas pasadas y te hace recordar cosas que no son ciertas, tengo grabado a fuego el ir a ver Mazinger Z en el Gran Teatro. Creo que el recuerdo es auténtico. También hubo muchos ciclos, sobre películas relacionadas con el tema de las drogas, por ejemplo, o con otros de actualidad y de relevancia social.
Lo mejor de todo, como liberal que soy, es que esta "Semana internacional de cine de autor" es privada. Organizada por el Grupo Fonmiñá que, aunque cuente con ayudas públicas como casi todo en este mundo, se ha currado durante más de tres décadas el mantener, muchas veces con dificultades extremas, esta actividad en nuestra ciudad. Esta gente, sacrificando su tiempo, su energía y, sí, también su dinero, mantiene contra viento y marea esta semana que pone a Lugo en el mapa cultural. Creo que es necesario que no sólo les rindamos un pequeño homenaje desde este modesto blog, sino que reconozcamos la labor que durante 33 ediciones han desempeñado en favor de la cultura, del cine y, sobre todo, de Lugo.
Y la mejor forma de apoyarlos es promocionar que Lugo tiene una “Semana internacional de cine de autor", aprovéchenla. Merece mucho la pena.
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