viernes, 18 de octubre de 2024

As San Lucas: Caballos, tarta, café, buen tiempo y mejor compañía

Los caballos por las calles de Mondoñedo

Ayer volví a Mondoñedo a ver la bajada de los caballos en las fiestas de As San Lucas, un espectáculo digno de ver al menos una vez y, si les gusta, repetir como hicimos nosotros.

Este año además la organización ha mejorado y se han instalado gradas en la plaza de la Catedral, desde la que se puede ver mejor el evento y que permite, si te sitúas bien, ver la entrada de los caballos en la plaza, cómo se arremolinan frente a la Catedral y cómo pasan por las calles para salir hacia el lugar donde se reúnen después.

As San Lucas son las fiestas más antiguas de Galicia, cuyo origen data documentalmente del año 1156 cuando Alfonso VII le concedió a Mondoñedo una fiesta de ocho días de duración. Curiosamente no es el único record de la zona, ya que por ejemplo la que está considerada la catedral más antigua de España es la de San Martiño, que aunque está en el vecino municipio de Foz, en realidad era la sede episcopal de dos obispados: el de Dumio (Portugal) y el de Bretoña (en Lugo) que más tarde (en 1112) se trasladaría y cambiaría su nombre por Mondoñedo.

Volviendo al tema de la bajada de los caballos, este año tuvimos una perspectiva mucho mejor, más global, porque desde las gradas (además de estar mucho más cómodos) se ve todo de forma más panorámica, pero si les digo la verdad me impresionó más estar a pie de calle el año pasado y ver a los caballos pasar justo por delante de nosotros, que además como iban en hilera parecían muchísimos más. Nos habíamos puesto frente a la Fonte Vella, que es un buen sitio porque ves bajar los caballos por la calle del frente y meterse hacia la Catedral.

En todo caso también es cierto que este año lo disfrutamos mejor porque acompañó el tiempo (el pasado año nos llovió lo que no está en los escritos) y aprovechamos la tarde en Mondoñedo dando un paseo y comprando la que, para mí, es la mejor tarta de almendra que he probado jamás, y que no es la típica de la zona (que se me hace algo empalagosa) sino una exquisita que preparan en una pastelería llamada Val de Brea y que les recomiendo muy sinceramente. Les prometo que no tengo comisión, es que de verdad que la tarta de almendra es algo fuera de serie.

Caballos, tarta, café, buen tiempo y mejor compañía. ¿Qué más se puede pedir?

La tarta de almendra de Val de Brea. Está aún más rica de lo que parece, que ya es decir.


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