Mucho se ha escrito sobre los tuits de Guillermo Zapata, concejal en Madrid. Supongo que los habrán leído y si no es el caso busquen en Google y se encontrarán con maravillas de la expresión oral como ciertos chistes sobre el holocausto o Irene Villa.
Si los chistes son contra el Gobierno, ¿valen? |
Aunque la primera reacción entiendo que pueda ser “¡pero este tío qué dice!, ¡a la calle con él!”, hay que rascar un poco más y ver que las cosas no siempre son lo que parecen. En su cuenta de Tumblr el propio Zapata publicó una explicación, con petición de disculpa incluida, que me parece asumible en su práctica totalidad. Una de las frases con las que no estoy de acuerdo es la inicial: “En las últimas horas se ha generado una polémica en torno a una serie de mensajes aparecidos en mi cuenta de Twitter en 2011”. Eso de “aparecidos” suena a que surgieron por generación espontánea, como si él no tuviera nada que ver, cuando fue el propio Zapata el que los publicó.
Pero la cuestión es que las frases eran citas de ejemplos de chistes crueles, de humor negro, que reproducía en un debate sobre el tema. ¿Que los chistes son de mal gusto? Es indudable. De tan mal gusto como los que en España circulan cada vez que hay una desgracia. Somos especialistas en la materia.
Ni el atentado de las torres gemelas, las inundaciones de Biescas, el asesinato de Miguel Ángel Blanco, el de las niñas de Alcasser, la tragedia de Irene Villa, los crímenes sexuales del Duque de Feria o el atentado contra Carrero Blanco se libraron de ser objeto de chanzas y bromas macabras y todo este puñetero país repitió y rio los chistes. Por supuesto los chistes que hacen en la Sexta sobre los curas pederastas son de un gusto exquisito, y no tienen que molestar a nadie... No neguemos ahora que este país es el de las bromas de mal gusto. De hecho los que puso el concejal en Twitter eran bastante viejos.
¿Y si son contra la Iglesia? ¿También valen? |
Si Zapata hubiera escrito eso siendo concejal el primero en pedir su cabeza sería yo. No porque crea que la moralidad de los políticos ha de ser diferente de la del resto de los mortales, sino porque si estás en un cargo representativo has de comportarte de otra manera y tener un poco más de cuidado con lo que divulgas, aunque sea en una cuenta privada si es que ésta es de dominio público. Pero no es el caso. Escribió esas tonterías hace cuatro años y si era tan grave haberlo sacado en campaña. Ahora “tarde piaches”, así que ni “viva Zapata”, que tampoco hay que pasarse con la sobrerreacción, ni “muera Zapata” que la cosa no es para colgarlo del palo mayor.
Me llama bastante la atención que el concejal ha “dimitido” pero no de todo. Es decir, que deja la cartera de Cultura (también es puntería) pero sigue de concejal, así que dimitir, lo que se dice dimitir, no ha dimitido que yo entiendo que eso es cuando te vas a tu casa.
Una vez dicho y aclarado todo esto me gustaría que hiciéramos un ejercicio de política-ficción. Imaginen por un segundo que quien hace chistes sobre el holocausto es un concejal de otro partido. Pongamos que hablo del PP. ¡La que se liaría! Desde acusaciones de fascista a nazi, pasando por agresiones verbales de todo tipo y escraches, hasta frases lapidarias del tipo “esta es la verdadera cara del PP”, y todo ello venido de muchos de quienes hoy salen en manada a defender a este hombre (no es mi caso como imaginarán).
El problema de toda esta historia es una mera cuestión de hipocresía. El PSOE exige la cabeza de este concejal, pero todos sabemos que no es porque le ofendan los tuits, sino porque tienen que demostrar que aunque han aupado a la alcaldesa de Podemos van a ser “muy duros” con ella y serán los garantes de que las mareas no se conviertan en maremotos. Así de buena gente que son nuestros amigos del PSOE. Anda que si no es por ellos…
España es un país muy rarito para estas cosas. Pedimos igualdad pero nos felicitamos de tener en Lugo a la primera alcaldesa, como si en vez de una mujer fuera un unicornio o el pertenecer al sexo femenino fuera un mérito o una discapacidad a superar. Intolerable. También decimos que “los políticos” han de ser iguales ante la ley, al tiempo que exigimos sus cabezas en caso de imputación porque “es otra cosa” sin ser conscientes de que la igualdad no puede ser desigual.
Pero todo esto es cuestión de madurez política. Las mareas han llegado y estarán por aquí una buena temporada así que es cuestión de templar los nervios y ni crecerse demasiado los protagonistas ni ponerse histéricos los del otro lado. Es un nuevo actor en el escenario político que ya conocíamos, aunque con otros nombres, y bienvenidos sean.
Sobreviviremos a esto al igual que España sobrevivió a la entrada de los “rojos” de Felipe González, que hicieron mucho bien (y mucho mal) a este país, y también superó a la llegada de los “fachas” de Aznar, que hicieron mucho bien (y mucho mal) a este país, y conseguimos pasar a Zapatero, y a Rajoy… y al que venga, y todos harán mucho bien (y mucho mal) a este país porque es la condición humana.
Lo único que les pido es que antes de atacar o defender a un miembro de nuestro cuerpo de políticos patrios reflexionen e imaginen un cambio de siglas para ver si lo siguen percibiendo igual si el tema viene de “los suyos” o de “los otros”. Y luego hablamos.
Estamos buenos con estas teorías. Mira, Luis, el que se atreve a poner según qué cosas en las redes tiene que asumir consecuencias. No se trata de un asunto privado echando unas risas (de hiena) en un bar. Y, como decán nuestras abuelas es inútil luchar contra el destino. Quien nace lechón muere cochino.
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