El contexto no es precisamente el Congreso de los Diputados, donde se oyen burradas más gordas |
La ceremonia de la confusión no sólo no se disipa sino que
aumenta. Cuando el Gobierno de España quería cerrar Madrid a cal y canto se vio
enfrentado a la oposición de la Presidenta de la Comunidad Autónoma, que
incluso llevó al juzgado las medidas tomadas para tumbarlas. Ahora que algunas
autonomías reclaman un confinamiento domiciliario (Asturias o Melilla por
ejemplo), es el Gobierno a través del Ministro de Sanidad quien dice que nones,
que es una exageración.
Esto es el despiporre nacional, en que nos entretienen con
una frase de Fernando Simón sobre las “enfermeras infecciosas”, que además fue
dicha en un contexto humorístico e informal en una entrevista en que la
gracieta no salió de él sino de uno de los escaladores con los que hablaba (por
cierto, ¿qué pintan dos escaladores entrevistando a la cara visible del
Gobierno en la pandemia? ¿no sería más constructivo un debate con Matías Prats,
por ejemplo?). Con todas las meteduras de pata de los “uno o dos casos aislados”
que dijo al principio de todo este rollo, o el “estamos estabilizando la
situación” justo cuando comenzaba la segunda ola, pedir su dimisión por esta
chorrada es como juzgar a Capone por evasión de impuestos: podrá ser efectivo
(esta sociedad de chichinabo en la que vivimos funciona así) pero es inmoral.
De hecho me parece mal, y tener a la Oposición pidiendo su cabeza por eso les
rebaja a la categoría de tertulianos del Sálvame.
No me considero un defensor de Fernando Simón, pero tampoco
envidio el papelón que le está tocando hacer ni tampoco creo que la tontería de
las “enfermeras infecciosas” dé para más. No es para tanto y no es de buen
gusto, pero vamos, tampoco podemos elevarlo a la categoría de crimen de guerra,
aunque por cosas menos relevantes hayan crucificado desde el Ministerio de “Igualdá”
a otras personas, pero porque eran enemigos del pueblo, ya saben.
Este país es un continuo chiste. Estamos inmersos en una
broma macabra tras otra. Ahora se rumorea que están preparando una nueva
normativa para poder confinar por zonas a partir del jueves, una cuestión que
puede ser cierta o no, pero que en caso de que sea real me chirría por el “están
preparando”. Se ve que desde marzo hasta ahora no se les había pasado por la
cabeza lo de escribir una normativa que se pudiera debatir con cierto grado de
tranquilidad y mesura. Y no será porque no se pidió, porque diversas
autonomías, entre ellas Galicia, llevan hablando de eso meses. Pero insisto es
un rumor nada más.
En esta segunda ola, en que los contagios se producen
mayoritariamente en las reuniones familiares y de amigos, se cierran los pubs y
se declara el toque de queda, pero se mantienen los buses y metros llenos de
gente que viaja como sardinas en lata, ajenos a cualquier distancia de
seguridad que en cualquier otro aspecto es poco menos que dogma de fe. Y así
todo.
La coherencia de las normas no es necesaria para obligar a su cumplimiento, pero ayuda enormemente.
Estoy de acuerdo, más o menos, en que lo que ha hecho este tío es el memo. Y nadie es perfecto, Cualquiera tiene un mal día.
ResponderEliminarAhora bien, si esta estupidez la llega a protagonizar un cargo del PP, Ciudadanos o Vox le aseguro que a estas alturas ya habría sido linchado por los medios afectos al régimen, que son casi todos.
No quedarían de él ni las raspas.