Otra jugada maestra de Lara Méndez

El Eixo Atlántico, presidido por la Alcaldesa de Lugo, Lara Méndez - Foto: eixoatlántico

Lara Méndez es una auténtica maestra en lo que a política se refiere, eso nadie lo puede dudar ni por un segundo. Ni su peor enemigo, ni los críticos más duros (no me cuento entre los primeros, pero sí puede que esté entre los segundos, ya que a pesar del profundo respeto a su puesto y la innegable simpatía personal que le tengo no soy precisamente de su “clap”) podrá decir lo contrario. La muestra más reciente, y de las más palpables de esta brillante mente política ha sido la jugada maestra de que Lugo sea capital cultural del Eixo Atlántico durante 2023.

Más allá de las obvias ventajas que pueda tener para Lugo esa capitalidad cultural, que habrá que ver cómo se concreta, la destreza del movimiento está en que el año que viene tocan elecciones municipales, algo que siempre está en la mente de cualquier persona que se dedique a la política, y este evento permitirá a la Alcaldesa gestionar acciones culturales prescindiendo de quien teóricamente tiene esa responsabilidad, su socio de gobierno, el BNG.

Durante el año 2023 los lucenses disfrutaremos del “doblete” de programas culturales, y nadie podrá decir nada malo al respecto porque no supondrá ni una duplicidad de gasto municipal ni una intromisión de la Alcaldesa como tal en el área nacionalista, puesto que quien organiza ese segundo programa cultural no es el Ayuntamiento de Lugo sino el Eixo Atlántico que, casualmente, preside Lara Méndez. Lo dicho, una jugada redonda.

El BNG se ha dado cuenta en cuanto lo ha visto, y está haciendo todos los esfuerzos que le es posible para anotarse el tanto, con un pobre resultado. No van a lograr convencer a nadie de que la candidatura es cosa suya o que van a gestionar ellos algo que no sean las migajas de un programa que se dirigirá, coordinará, presentará y, por supuesto, protagonizará el Eixo Atlántico, representado por su Presidenta, la Alcaldesa de Lugo.

La apertura del nuevo Auditorio, programada para pocos meses antes de acudir a las urnas, será el mayor logro de esa capitalidad cultural. La foto, una vez pasado un tiempo prudencial desde la entrega de la Xunta de Galicia al Ayuntamiento de Lugo de las llaves del edificio, se deberá al Eixo y, por lo tanto, a su Presidenta y Alcaldesa de Lugo. Mientras tanto, la concejalía de Cultura buscará protagonismo por otro lado, pero es prácticamente imposible que logre hacer algo que esté a la altura de las circunstancias.

Tampoco se pueden poner muy farrucos los del Bloque porque a un año y poco de las municipales a la Alcaldesa le importa un pepino que rompan la coalición. Es más, casi hasta le conviene para así tener el protagonismo absoluto de lo que queda de mandato, pero todos sabemos que es algo que no va a suceder porque los nacionalistas perderían su fotito diaria y sus medallas autoimpuestas, sin mencionar sus sueldos y los de sus asesores y colegas varios, contratados, gestores de festivales que (escandalosamente) se dan a dedo en perjuicio de quienes los han gestionado con acierto durante años…

Además sería perder el tiempo porque tampoco se le oculta a nadie que si el próximo año el PP no consigue la absoluta (algo cada vez más difícil, gracias a esa pericia que tienen para pegarse tiros en el pie) se reeditará el bipartito, por mucho que en realidad se lleven regular tirando a mal entre ellos. No hay más que escucharles, aunque hay que decir que la Alcaldesa siempre es infinitamente más elegante y discreta a la hora de valorar a sus socios de gobierno, para los que prefiere guardar discretos silencios, que los nacionalistas, quienes no dudan en ponerla verde en cuanto pueden, algo que siempre me ha llamado la atención.

Así que la cosa es sencilla: en el año 2023, año electoral, Lara Méndez como presidenta del Eixo Atlántico va a ser la protagonista del ámbito cultural de la ciudad mientras quienes tienen las competencias para ello apostarán su futuro a seguir regando con dinero municipal las actividades ideológicamente próximas, por mucho que el éxito entre el público sea discreto, en el mejor de los casos. Una jugada maestra, sin la menor duda, que seguro que le dará buen resultado.